La extraordinaria labor de un cura

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Gracias a Dios hay muchos excelentes curas. Ellos sostienen la Iglesia porque son los que están todos los días al pie del cañón. Los que conocen y aman los fieles. Porque los obispos siguen siendo los grandes desconocidos. Sin que ello sea una crítica a muchos de ellos. Se impone la magnitud de las diócesis que hace imposible el conocimiento personal. Juan Carlos Ramos  es el responsable del magnífico programa de TV2, El Día del Señor. La misa de los domingos. Que acerca la celebración a tantos imposibilitados de acudir a la Iglesia y que también la vemos no pocos que después acudimos al templo. Creo que lo hace estupendamente. Tanto en la introducción como en el desarrollo de la misma misa. Sin interrupciones constantes y muchas veces sin sentido a lo que se está celebrando. Algunos, incluso curas, de otras emisoras deberían aprender y ahorrarnos tantas vacuidades no pocas veces verdaderamente estúpidas, que no informan de nada salvo de su verborrea y que distraen de lo verdaderamente importante. ¿Alguien me pregunta de a quién me refiero? Pues a ese. También elige, supongo que él, misas casi siempre dignísimamente celebradas. Observo que cada vez son más los obispos los que quieren salir en la tele. No me parece mal, incluso bien, y los obispos suelen estar a la altura de lo que se les pide. Sólo les rogaría, algunos, pocos, lo hacen, que en la procesión bendijeran a sus fieles. Porque nos dieran algo. Una sonrisa ya nos la ofrece el vecino de banco cuando nos da la paz.  Que un sucesor de los Apóstoles bendiga a sus fieles en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo es un regalo que no nos deberían escatimar. Pues que le hagan una entrevista a ese cura, http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=23318 me parece muy bien. Hace tiempo que yo le llamé, con afecto y admiración, Sandokán. Uno de mis héroes de juventud. Hoy por la fotografía más parece ya Yañez, Kammamuri o Tremal Naik. Los años pasan por todos. Pero no mi admiración por una labor bien hecha y mi afecto a quien me parece un buen sacerdote. A quien creo que sólo he visto una vez en mi vida, hace ya años, y en un saludo de un minuto. No quiero, sin embargo, dejar de contarle algo vivido por mí en mi aldea gallega de verano. Hay en ella una buenísima mujer, eclesialmente piadosísima y que tras una vida sumamente dura se encuentra ya imposibilitada de acudir a misa en la iglesia parroquial. La sigue por televisión, como tantos impedidos, pero para la misa, para su misa,  le pide a la hija que la vista de su pobre traje de domingo. Me parece un detalle emocionante de fe y de amor. Cuando el Señor la reciba en sus brazos amorosos, vestidita ella de sus mejores galas, tan pobres y tan limpias, el resplandor de la túnica maravillosa de Cristo hará que su humilde traje brille más que el sol. María, ya quisiera yo poder acudir al encuentro con el Padre tan bien vestido. Tan de gala. Con todo tu amor, con toda tu vida, con todo tu ejemplo.  

Comentarios
0 comentarios en “La extraordinaria labor de un cura
  1. El canon 136, apartado 1, del Código de Derecho Canónico de 1917 mandaba a los clérigos arreglarse el cabello con sencillez… ¡Qué antiguos!

  2. Rev. Padre Bernardo, el doctor me advirtio que me mantuviera alejado del novus ordo , o no respondia del resultado. Desde aquella misa con congas y timbales , odaliscas y payasos, quede traumatizado. Y las estadisticas muestran la perdida de fe que acarrean las monaguillas, la comunion en la mano, los curas guay y lis ministros extraordinarios , bastante ordinarios imponiendo la ceniza. Saludos y bendiciones.

  3. Comparto esa felicitación por el buen hacer del sacerdote encargado de las misas de los domingos en TV2. Y puedo añadir, como algo sabido, que todos los días se transmite a las 11 horas la Misa desde la Iglesia de la Concepción en Madrid, para consuelo de muchos miles de ancianos o impedidos, como esa buena señora de la aldea gallega.

  4. Blogger, me ha emocionado el final de su relato. ¡Qué importante son estos gestos, las más puras de las oraciones, que brotan de las almas buenas y sencillas! ¡No me extraña que Santa Teresita sea doctora de la Iglesia sin haber estudiado teología!
    Contaba mi santo confesor que un día, hace muchos años, un matrimonio vino a verle con una niña pequeña. La niña llevaba una rosa en la mano. “¿Me das la rosa?”, le preguntó. “¡Sí!”, contestó ella. Y se la entregó. “Se la vamos a poner como regalo a la Virgen”, dijo el sacerdote. Al oírle decir esto, la niña, le arrancó la rosa de la mano y se fue corriendo con ella. Mi confesor se quedó algo sorprendido por el gesto, pero no comentó nada. A los pocos minutos regresó la niña con otra rosa en la mano, se la entregó y le dijo: “Es que la otra ya la había olido yo”.

  5. En México y en EEUU tenemos la bendición de la misa en EWTN. Visité allá un asilo de ancianos entre semana y les tenían sintonizada la misa. En cuanto a mí, los domingos, me conecto a la Santa Misa de siempre los domingos en livemass.org en Guadalajara, México de la Fraternidad de San Pedro, cuando no tenemos cura de la Resistencia SSPX de visita.

  6. Lo de la paisana gallega, me ha emocionado sobremanera, y podría decirle el Señor a María, que no se ven muchas personas con esa fe,y que siga edificándonos con su ejemplo muchos años. Dios la guarde.

  7. Se puede llevar alzacuellos,la camisa típica del «clergyman» y si hace frío una chaqueta cualquiera, a gusto del sacerdote, e incluso un pantalón de pana,o un pantalón cualquiera de vestir,normal, decente,elegante, vistoso, deportivo incluso.

    Es decir, que «salvando»el signo externo de visibilidad de «ser consagrados en el mundo y de aparecer como tales», hay hasta cierta libertad personal en el vestir y en el calzar. y en el corte de pelo y en llevar barba o no llevarla.

    Ya me parece ver, está bien

  8. Hermosas y edificantes historias. Falta nos hacen. Deberíamos esforzarnos en divulgar las que conozcamos. No siempre tenemos que estar cejijuntos, que motivos no nos faltan.

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