| 23 septiembre, 2022
Y del mejor modo posible.
Con la homilía pronunciada en su iglesia de la Concepción en su funeral.
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Desde la devoción a mi maestro, que me enseñó tanto.
Y qué pocos quedamos ya de aquellos días: Alfonso Tovar, Emilio de Miguel, Pepe Armas, Manolo y Luis Fernando Zayas. Estanislao Cantero, Toñín Urzáiz. Miguel Ayuso y yo.
Que Luis María Ansón prefirió después otros caminos aunque seguro estoy que Eugenio Vegas no se ha borrado de su memoria.
Precisamente estoy leyendo estos días sus tres tomos de Memorias. Hombre admirable, en el que no obstante, detecto cierto resentimiento (injusto, en mi opinión) contra el Caudillo. Y por otro lado, me parece muy ingenuo: me causa asombro descomunal su confianza en Juan Tres Palos. De verdad creía que ese hombre iba a instaurar una monarquía tradicional? Jajajaja…
Sin duda, nuestro queridísimo maestro Eugenio Vegas Lapie fue durante toda su vida y obra lo que tuvo la oportunidad (frustrada por causas ajenas) de pretender que fuera el rey emérito: «Un sabio, un héroe y un santo». Y por ello, no podemos menos que pensar que Dios lo tiene en su Gloria. Efectivamente, no lo olvidaremos.