| 04 agosto, 2018
¿Lo mataron o se mató? ¿Y si lo primero, por odio a Dios y a su Iglesia o por sus posicionamientos políticos? Claro desde luego no está. Y no pocos ven demasiado claro que no se dio el caso de martirio. A mí me trae sin cuidado que le beatifiquen o no. No va a ser beato de mi devoción.
<
la espuria beatificación del montonero angelelli demuestra el concepto distorsionado e ideologizado que tiene bergoglio mismo sobre la santidad cristiana.
Este botarate está escalando cotas difícilmente alcanzables de idiocia.
Alguien que contribuyó a la formación de la guerrilla en Argentina, que causó tantas muertes y tanto dolor, se puede considerar un modelo a imitar, para alcanzar la santidad. Esto es el mundo al revés y Satanás está poniendo su granito de arena.
Es peor el cambio del Catecismo, iniciado con un tema elegido a propósito para despistar a la mayoría poco formada. Es hábil el personaje de Roma…
«A mí me trae sin cuidado que le beatifiquen o no. No va a ser beato de mi devoción.».
No creo que se trate de mi gusto personal o si será un beato de mi devoción o no. Creo que de lo que se trata es que si corresponde o no tal beatificación.
Otros datos interesantes del editorial del diario La Nación:
«en 1988, el diario La Prensa publicaba una declaración de monseñor Bernardo Witte, obispo de La Rioja, que expresaba: ‘Nos sorprendimos de que la misteriosa muerte de monseñor Angelelli haya sido caratulada de asesinato sin que se tengan las pruebas suficientes'».
«la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba expresó en 1990 que, a pesar de las investigaciones y comprobaciones, resultaba imposible asegurar que el accidente hubiera sido provocado por una acción dolosa».
«En julio de 2014, el Tribunal Oral Federal en lo Criminal de La Rioja, considerando que se trataría de un crimen de lesa humanidad, arribó a la conclusión opuesta, lo cual no sorprende, dado que responde a la concepción imperante -en ese entonces y actualmente- respecto de que tales delitos pueden ser juzgados al margen de lo que fija el derecho penal y constitucional. Se condenó así a prisión perpetua al general Luciano Benjamín Menéndez y al comodoro Luis Estrella por el ‘crimen’ (sic) de monseñor Angelelli, imputándolos como autores ‘mediatos’, una construcción jurídica de la que se ha hecho abuso en esta clase de juicios. En ese caso, permitió condenar a superiores jerárquicos de un crimen nunca probado, y en el que no existen autores ‘inmediatos'».
No hay nada que discutir sobre este caso: este «señor» (me estoy mordiendo la lengua porque no se merece don Francisco José que diga lo que estoy pensando) consagró las sagradas formas con un póster de los asesinos montoneros a sus espaldas.Eso son hechos probados.¿Se imagina alguien a Cirarda, Larrea, Larrauri, Setién o Uriarte haciendo otro tanto con el anagrama de ETA?Si Su Demolicionismo da este paso, para mí habrá perdido la poca legitimidad que le quedaba para seguir pilotando la nave de la Iglesia; si lleva a cabo esta ignominia, ni el tal Angelelli habrá llegado más alto ni Su Pontificismo puede caer ya más bajo.
Antes no bastaba con examinar las cualidades de los candidatos para proceder a la beatificación. Si no era oportuno, se posponía. Así, siempre se dijo que Paulo VI paralizó los procesos de los mártires de la Cruzada ( o mártires de la persecución religiosa en España de 1931 a 1939, si se prefiere), Hubo que esperar nada menos que a 1987 para la primera beatificación, la de las tres carmelitas de Guadalajara.
Algunos beatos que se proponen ahora por razones históricas aparecen muy ligados a las organizaciones totalitarias de exrema izquierda, por no decir marxismo. ¿No se podría experar al menos a la extinción del comunismo (o socialismo real)? Nuestros hermanos en la fe sufren persecución por esta doctrina pervertida en la China roja (vulgo China, que olvida a la China verdadera en Taiwan), y así poir dríamos hacer la lista, pasando por Venezuela, Nicaragua hasta seguir a la amenaza neocomunista en la misma España, cuyos efectos ya vamos probando.
Apoyó al grupo terrorista Montoneros. Esto es como beatificar a Setién. Bueno, mejor no doy ideas.