| 04 enero, 2024
Que sin duda es una de las plumas con más conocimiento de la Iglesis en España, el Vaticano y el mundo.
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Y como siempre en él hay que saber distinguir entre lo que dice y lo que quiere decir.
Es un ejercicio de inteligencias. En el autor y en el lector.
El primero la tiene sobrada. Si no existe en algunos de los segundos se enterarán de bastante poco.