He tenido al último prepósito, todavía en activo, como una calamidad jesuítica y eclesial. Difícil encontrar, no voy a decir que entre el género acemilar, Dios me libre, sino entre los jesuitas a alguien con menos entidad para ocupar ese cargo con más carencias para ello, que este español que se va sin que nadie le eche de menos. ¿En qué pensarían los electores de la Congregación general que le aupó al generalato? Como necios no serían la mayoría de los votantes y tampoco cabe suponer que lo que se propusieran fuera la desaparición de la Compañía de Jesús en un acto suicida, me gustaría que alguien me explicara la elevación de este mediocre congénito a tan altísimo cargo.
Se va, sin pena de nadie y ya cada vez con menos pelo para hacerse un tejadillo sobre la calva que alguien malintencionado, no yo, Dios me libre, pudiera pensar que fue su mayor preocupación el en generalato. Porque otras ni se le atisbaron.
Nos deja unas declaraciones, supongo que habrá más, sobre su despedida llenas de elementalidades y con alguna expresión verdaderamente sorprendente.
Como asegurar que «la vida religiosa va bien» cuando en el primer mundo está desapareciendo. Y concretamente la Compañía de Jesús. En 1969 había treinta y seis mil jesuitas. A 1 de enero de 2015 sólo quedaban 16.740. Año y medio después, o sea hoy, apenas habrá pocos más de dieciséis mil. Con una media de edad muy alta y sin apenas vocaciones en Europa y América con alguna excepción. Cada año, sin excepción alguna desde 1969 se pudo decir aquello de que hoy somos menos que ayer y más que mañana. Y de esos dieciséis mil jesuitas tres o cuatro mil están ya imposibilitados para cualquier ministerio y cada año que pasa se incorporan a los retirados ya en casas de recogida un número considerable de los que pasan a esa condición. En expresión jesuítica «cuidan de su salud y oran por la Compañía». Aunque varios centenares ya ni se acuerden de orar. No puedo saber si la nueva Congregación General que enseguida va a comenzar intentará poner algún remedio a esa catástrofe manifiesta. Ni si se estará todavía en situación de ello. Aunque «si la vida religiosa va bien» es muy posible que se continúe insistiendo en lo que ha llevado a eso.
La otra afirmación es ya de aurora boreal. La preguntan «¿qué puede enseñarnos hoy a nosotros la misión en ese gran país, en esa cultura?». La pregunta está referida al Japón. Pues siéntense porque esa sandez hay que leerla sentado: «la sensibilidad musical». Como para quedarse estupefactos. ¿Qué le importará a la Iglesia esa sensibilidad? ¿Y del Japón? La tierra de Vivaldi, Mozart, Händel, Beethoven… ¿Qué sería de la música sin Japón?
Pues eso piensa el P. Nicolás. Que nos ha dejado a todos consternados con su renuncia. ¡Qué pérdida!
http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=27322
En consonancia con «tal vez sea yo» destacar la figura del padre Loring ( quien ya está con el Padre) en Espsña e Iberoamérica, su obra culmen » Para salvarte» ha sido traducida por todo el mundo.
Sus vídeos, entre los que destacan La Sábana santa y el Milagro del Tepellac, siguen entusiasmando y enganchando por todo el orbe.
El padre Loring era un fiel hijo de S. Ignacio.
Los jesuitas son la verdadera pesadilla de la Iglesia y los causantes del 99’99% de sus problemas.Dada su edad media, las muertes aumentarán en proporción geométrica y los que queden en 2025 serán un puro residuo no reciclable.Le han hecho y le hacen a la Iglesia un daño inconmensurable y lo pagarán (ojalá lo vea) con su extinción; cada año que pasa, más daño causan.Son termitas cuyo único fin parece ser entregar a la Iglesia a sus victimarios.Gente como Masiá o González Faus tienen de católicos lo mismo que tenía Pol Pot de monja de clausura, es decir, nada.
Personalmente,me encoragina que ellos,que tanto y tan bien supieron dar batalla a los enemigos de la Iglesia(léase masonería),hayan acabado siendo fagocitados por ellos…
Síndrome de Estocolmo o rastrera traición,pero así ha sido.Hoy sólo son BAUL DE MALDADES,y las excepciones sólo confirman cuando la regla.
Todavía hay buenos y santos jesuitas, al menos he conocido en Madrid como en Asunción, Paraguay, jesuitas españoles en tierras guaraníticas de pro entregados a la causa de Jesucristo y su mayor gloria, o por no decir al P. Germán Arana, director espiritual del Seminario conciliar de Madrid que acaba de dar lis Ejercicios Espirituales a la Conferencia Episcopal de Paraguay, un verdadera jesuita de san Ignacio y por no nombrar tantos otros como los siervos de Dios P. Nieto o el P. Morales entre muchos y aun siguen vivos…
De su gran capacidad para el gobierno y falta de humildad sólo hace falta destacar aquello de que la vida religiosa va bien. En el país de los tuertos el más ciego es el rey.
Parece mentira que estas gentes sean hijos de S. Ignacio y S. Francisco Javier, santos que se vestían por los pies, el alma siempre con Dios y evangelizando el mundo.
Y parece mentira que sean hermanos de aquellos sacerdotes que dieron sus vidas con gusto por fundar y defender Las Reducciones del Paraguay.
El mayor logro mundotécnico, del mundo ideal, realizado por el hombre.
Parece mentira.
Si alguien cree que exagero,sirva la CONFESION DE PARTE que reza a los cuatro vientos en la fachada de la casa natal de Pedro Arrupe,sita en una encantadora y recoleta plazoleta del centro de Bilbao:
EN ESTA CASA NACIO PEDRO ARRUPE EN EL AÑO tal.
PREPOSITO DE LA COMPAÑIA DE JESÚS DEL AÑO cual AL AÑO pascual.
IÑIGO DE LOYOLA LA FUNDÓ.
PEDRO ARRUPE,LA REFUNDÓ.
¡ tócate el cimbombo!
Por lo demás,induzco que la fascinación ejercida por Japón en estos perroflautas no es ajena a ser éste la patria del hara kiri.
Y ahora,leyendo a Nicolás,se puede suponer que añore un final para la Compañía a lo Madame Butterfly…
a furore iesuitarum…,libera nos,Domine!
A esta gentuza les cuadra como anillo al dedo un famoso poema sobre un famoso teólogo escrito por Charles Baudelaire:Lleno de orgullo satánico por sus exitos apostólicos,llego a decirle al Señor: Tú eres hechura mía!.Al momento,dice Baudelaire que aquel prócer enmudeció,perdio la razon,y se convirtió en escarnio y burla de los niños.
Si.La corrupción de lo mejor siempre acaba en lo peor.Y…la soberbia de estas gentes,les ha perdido…
lo del primer papa jesuita es algo meramente circunstancial que no detendrá la inevitable decadencia y la muy probable desaparición de los jesuitas. sobre si el numero poco importa, estoy deacuerdo, pero la calidad si que importa, y mucho! y definitivamente la calidad de la actual compañía de jesus es pésima.
Sí, claro. Por eso tenemos el primer Papa jesuita en toda la historia de la Iglesia.
Algo le está pidiendo Nuestro Señor Jesucristo a la Compañía para haber puesto a uno de los suyos al frente de Su Iglesia. El número poco importa pues nadie podría dar más de diez nombres de los que son universalmente conocidos. Me atrevería a decir que ante un mundo que pierde a pasos agigantados el virtuosismo en todos los campos del saber sólo podrá reencontrarlo a través de la humildad, fundamento de todas las virtudes y la más difícil de todas ellas. Y la humildad comienza siempre por la mansedumbre: «Señor, hemos pasado toda la noche pescando…»
Tengamos confianza en aquella Compañía de Jesús que en vez de mirar a mentalidades ajenas a la Iglesia y a cualquier bien, miran cada día al carisma de San Ignacio de Loyola. Aquella que casi se separó del resto (y para algunos, ojalá lo hubiese hecho). Aquella Compañía con apenas comunidades, pero que esperemos se vaya abriendo paso. Aquella Compañía que no dudaba en pronunciar su cuarto voto, fuera el papa Juan Pablo II (ese «ultra») o Pablo VI, porque era el Papa, y ya está.
Quizás Francisco que manda mucho les recomiende un General
Tomad Señor y recibid….
Adolfo Nicolás es un desastre. Pero quien venga después será peor aún.
la una vez gloriosa compañía de jesus, hoy en día se ha convertido en una grotesca y diabólica caricatura de si misma ocupada o mas bien okupada por comunistas, anticapitalistas, revolucionarios, sodomitas, abortistas, herejes, apostatas y hasta por marvin el marciano. y mientras que la una vez gloriosa compañia de jesus se hunde cada día mas, bergoglio, nicolas pachon, antonio spadaro y compañía solo se les ocurre tocar la lira y cantar sus bufonadas. que bárbaro estos tíos jesuitas!
Con la nueva defunción de hoy, los jesuitas fallecidos en España a lo largo de 2016 ya suman 36. Van camino del récord y no es descabellado que pueda concluir el presente ejercicio con más de 50 defunciones… Algo que, por cierto, parece no importarles lo más mínimo. Mejor para la Iglesia, que cuanto antes se libre de ellos mucho mejor. A este ritmo, dentro de 10 años apenas quedarán dos centenares de jesuitas en activo. ¡Y pensar que a lo largo del siglo pasado llegaron a ser casi 3.000 los jesuitas en España!
En cualquier caso, lo cierto es que los jesuitas españoles, en los últimos quince años han perdido ¡la mitad! de sus efectivos y, siendo optimistas, dentro de otros quince años su presencia en nuestro país será meramente testimonial. AMDG
Supongo que los que eligieron al P. Nicolás y a su predecesor, serán los mismos que elijan el próximo y da la sensación que les horroriza cualquier persona que sea tan siquiera mediocre. No solo para gobernar la Compañía sino incluso cualquier seglar en cualquier campo.
Soy de los que cree que un gran director, un gran jefe o un gran general hay que merecerlo por eso no estoy seguro que sea malo actualmente la sucesión de incompetentes o malvados que llevan a la desaparición de la Compañía.