| 13 septiembre, 2018
Y que una vez más Sandro Magister pone de relieve:
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¿Sin demasiada simpatía a Francisco? Pues también.
Y que una vez más Sandro Magister pone de relieve:
¿Sin demasiada simpatía a Francisco? Pues también.
Creo que todo se ha disparatado. En realidad a los fieles no nos importa la personalidad del Papa, lo que pedimos o deberíamos, es que presente documentos meditados y de sana doctrina y pocos. Y a la vista está que pocas apariciones en público y esas pocas con textos muy meditados y fieles al Magisterio.
Todo lo demás sobra.
utilizar una supuesta revelación privada a vassula rydén no es un argumento serio ni convincente, sorry!
Leamos el Evangelio de Juan 7: 53 y 8: 11. ¿Es una personalidad compleja la de Jesús que en un mismo episodio, avergüence a los fariseos por hipócritas, cancele la aplicación de la ley de Moisés arriesgando su propia vida y se dirija con ternura y misericordia a la pecadora al mismo tiempo que le dice que deje de pecar contra los mandamientos de Dios?
«Aquellos que se oponen a Pedro se están oponiendo a Mi Iglesia, se están oponiendo a Mi Ley, se están oponiendo a Mí, su Señor y Dios. Ellos están condenando al Pedro de Mis ovejas, condenando así Mi Ley. Cegados por la Vanidad misma no ven claramente que al condenar a Pedro no siguen la Ley, sino que, más bien ¡se vuelven jueces de Mi propia Ley!» Jesús a Vassula Rydén 21.06.1988
Francisco asume la complejidad de las situaciones que se le presentan como lo hacía Jesús mismo. Por ejemplo el caso presentado sobre Kim Davis y la objeción de conciencia por un lado y la acción del nuncio Viganó por el otro que introduce sin consultarlo previamente a la funcionaria a su presencia con una intención de efecto político que no es del interés del Papa. La situación es compleja porque tiene varias aristas o como le gusta decir al Papa, la realidad es poliédrica. Por un lado el derecho de Kim Davis de objeción de conciencia, a la cual recibe con cariño y la alienta por ejercerlo. Por el otro, el obrar incorrecto del nuncio que es un colaborador del Papa a sus órdenes. Defender la objeción de conciencia como un derecho no es contradictorio con reprender a un subordinado que pretende usarlo políticamente. Es como el caso de la adultera, la reprensión de los lapidadores fariseos por hipócritas, la cancelación de la sentencia según la ley de Moises arriesgando su propia vida y el trato tierno y magnánimo para con ella no supone aprobar su obrar contra el mandamiento divino. ¿También Jesús tenía una personalidad compleja?
inesita debería saber que utilizar sofismas para salvarle el trasero a bergoglio no sirve de nada.
bergoglio dice una cosa y termina haciendo lo contrario de lo que dice, como los fariseos, es su modus operandi. ejemplo de ello, bergoglio habla machaconamente de misericordia pero paralelamente ha destrozado sin misericordia alguna a los franciscanos de la inmaculada sin ninguna razón que lo justifique. por ende queda evidenciado que bergoglio es un hipócrita de tomo y lomo.
El ministerio petrino es un servicio, del que se pueden pedir responsabilidades por la pésima manera de ejercitarlo en la actualidad. Saldríamos ganando si desplazáramos más la mirada -todos- a la gran Tradición de la Iglesia, a su liturgia, a los Concilios, los Santos Padres y Doctores así como el flujo constante e imparable de la santidad a través de los siglos y dejásemos que Bergoglio se revuelva en sus anécdotas nada edificantes y sus contradicciones.
Ya vendrá otro San Pío X.
Es curioso hasta qué punto la denuncia de Viganò ha servido para silenciar, de momento, la grave crisis ideológica en que Francisco ha colocado a la Iglesia. Las declaraciones de Osoro y de los obispos catalanes, gloriosas. De un infantilismo monjil cuya peor especie la representa sor Lucia Caram que se ha sumado al coro de los adheridos, lo mismo que la CONFER, con un dominico de vicepresidente, nada menos. Hasta ahí hemos caído.
A uno las flaquezas humanas le producen compasión, aunque sean las de Francisco y sus vaivenes, como ha denunciado Sandro Magister. Menos contemplaciones le merece las mentiras y las trapisondas de determinados entes vaticanos, desde santa Marta hasta y la secretaría de Comunicación del Pontífice hasta el dicasterio sobre la Vida y la Familia, de comportamientos deleznables.
Pero el quid no es si Francisco ampara a los suyos, o a menos no es el más importante. El principal es el descalabro doctrinal con sus irrupciones en la moral objetiva, la teología de la justificación y la gracia, la escatología (novísimos) y los sacramentos.
Mueve a risa, si no produjera una profunda indignación, que Schonborn se aprestara a presentar un bodrio doctrinal, cuestión de la que hace tiempo guarda silencio para unirse al carro de los que defienden a Francisco por su renovación, dicen, de la Iglesia. Como si revolucionar fuer renovar.
En ese gremio de solidarios, obispo ha habido que exalta a Francisco por su preocupación por el cambio climático. Ninguno de los firmantes ha aludido a su entrada en el Catecismo como elefante en cacharrería. Y ese es el quid de la cuestión.
No se preocupe por Schönborn: su desprestigio es total y ya no engaña a nadie con su sonrisa falsa, que más parece propia de un italiano que de un austriaco.