La celebración de las bodas de plata episcopales del cardenal arzobispo de Madrid

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En la que el hecho más destacado y comentado fue el desgraciado accidente del cardenal Amigo, del que ha sido ya operado. Me sumo por supuesto a la oración del arzobispo pidiendo su pronta recuperación. Una fractura de cadera a los 87 años no es poca cosa. Yo lo viví con mi madre a esa misma edad.

La asistencia me pareció muy escasa. Sorprendentemente. Son los datos que me comunica un sacerdote amigo y asistente. Cinco cardenales,  ninguno en activo en España. De los que solo cuatro concluyeron la misa. Los eméritos Rouco y Amigo, Bocos, creado cardenal con más de 80 años  y los arzobispos de Mérida de Venezueka y Rabat, Porras y López Romero. Seis arzobispos: el nuncio, los arzobispos de Oviedo, Burgos, Sevilla, castrense y emérito de Burgos. Y doce obispos, cinco de ellos auxiliares y uno emérito. Los dos sufragáneos, los de Tortosa, Palencia y electo de Calahorra y La Calzada-Logroño, hasta hace unos días auxiliar de Osoro, los tres auxiliares de Madrid, el auxiliar de Valencia, Salinas y el de Valladolid y secretario de la Conferencia Episcopal, Argüello. El emérito lo era de Almería. Me dice mi amigo que a uno de los doce obispos no fue capaz de identificarlo. Entre todos progres solo dos: Herrero y Cobo. Más el cardenal de Rabat. Bocos quizá ni él mismo sepa lo que es.

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Clero me dice que escasísimo. Unos doscientos sacerdotes de los casi tres mil diocesanos y regulares de Madrid. Y los fieles muy flojos en el templo.

La ceremonia se puede seguir por vídeo que fue lo que yo hice:

https://www.youtube.com/watch?v=jbNdPa02VTk

Sobre la marcha nunca estuvimos conectados más de 80 personas lo que me parece una cifra ridícula. Ahora son más de mil los que han accedido al mismo, que tampoco es gran cosa, aunque es posible que no pocos hayan acudido movidos por la curiosidad del accidente del cardenal Amigo.

Pastores, clero y fieles tenemos que involucrarnos. Vivir cada uno en su torre es eclesialmente ruinoso. O peor, no es eclesial. Seguramente es culpa de todos. Pues a corregirla.

 

Comentarios
11 comentarios en “La celebración de las bodas de plata episcopales del cardenal arzobispo de Madrid
  1. Me sorprende enormemente que no haya acudido a socorrer al cardenal Amigo, el arzobispo y médico Iceta, ante su inesperada caida. En el video colgado en yotube se muestra totalmente indiferente como el resto de sus hermanos en el episcopado. Una vez mas se cunple la parabola den buen samaritano. Lo vieron unos unos sacerdotes y pasaron de largo…

  2. De juzgado de guardia que, Osoro, y mientras el cardenal Amigo permanecía en el suelo siguiera como si nada con la misa. Por lo visto el matemático ha olvidado la parábola del Buen Samaritano. ¿Tanto le costaba esperar a que intervinieran los servicios sanitarios y luego continuar con la celebración? Me parece aberrante y sobre todo un antitestimonio de lo que ha de ser el sentido común y a caridad cristiana. Luego irá corriendo a la iglesia del P.Ángel para atender a no sé quien. Monseñor Amigo no se merecía eso. Pero Osoro a lo suyo…incensario va y que no falte la dichosa carpeta en su mano. Aunque luego falte la caridad. Mi oración por Monseñor Amigo y mi vergüenza por Osoro. Dios le perdone su pasar de largo.

  3. Veinticinco años de ascensos que acaban con su caída en el más absoluto de los descréditos. Lo peor es el riesgo que corremos de que lo releve otro verdadero desastre.

  4. Yo sé que no es politicamente correcto lo que voy a decir, pero allá voy. Me resulta sorprendente que, sea cual sea lo que un eminentísimo Cardenal, tenga que conmemorar, se rodee de tanta pompa, esplendor y lucimiento, y sobre todo de tantísimos sacerdotes juntos para la ocasión. Mejor estarían, tantos curas y obispos, celebrando la Santa Misa en los pueblos o aldeas de nuestra querida España, a donde el sacerdote llega con cuentagotas, cada diez o quince días o incluso mas tarde. Les tendría que dar verguenza, estar metidos en estos boatos y parafernalias, y nuestros pueblitos, casi abandonados. No siento alegría ninguna por la celebración gozosa, ciertamente, de nuestro Arzobispo, sino una gran tristeza. Obras son razones, que no buenas razones. Mientras quede un fiel católico en el rincón mas perdido de nuestra geografía, merece toda la atención, el respeto y la dedicación de sus sacerdotes. Esa si que sería una buena boda de plata, bastante más del agrado de Dios, que lo otro.

    1. Totalmete de acuerdo. Llevo años sin entender estas parafernalias que, sinceramente, no creo busquen la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas. De hecho creo que son ocasión de tentación para los egos personales episcopales. Si queremos una Iglesia santa, dedicada a la gloria de Dios, a salvar almas, predicar el Evangelio, convertir a los pecadores, amar a todos y las santas obras de misericordia ya es tiempo de que nos dejemos de estas celebraciones y aniversarios

  5. Desde que Carlos Amigo se cae hasta que llegan los servicios sanitarios y se lo llevan pasan 20 minutos. Me parece escalofriante que la celebración inicie como si nada. ¿no podían esperar? Y luego todos A COMULGAR EN PECADO sin tener en cuenta las obras de misericordia: «atender al enfermo»; y qué falta de misericordia con el enfermo: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia».

    Siento vergüenza de todos y cada uno de los presentes: cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes, DIÁCONOS, pueblo ¿santo? de Dios…

    Tan sólo tenían que esperar sentados en silencio a esperar a que todo pasara. Podemos tomar ejemplo de Ricardo Blázquez en la ordenación episcopal de Gil Tamayo, que para muchos es este blog será un inane, pero mostró más misericordia y empatía.

    1. Amigo Martin, eso mismo que usted dice, lo he pensado yo también, y no
      lo he dicho en mi comentario, por no echar mas leña al fuego. A buen seguro, que después, se irían todos ellos a una copiosa comendurria y bebendurria, olvidándose por completo de su ilustre compañero accidentado.

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