«Unos días antes de que el Sínodo se filtró una carta del Cardenal Joseph Zen, expresando serias preocupaciones a los cardenales y obispos de todo el mundo. Acusa a los organizadores del sínodo de manipular y seguir una agenda en lugar de permitir un discurso auténtico. «Me desconcierta que, por un lado, me digan que la sinodalidad es un elemento constitutivo de la Iglesia, pero, por otro, me digan que esto es lo que Dios espera de nosotros para este siglo ¿cómo novedad?”. “¿Cómo pudo Dios haber olvidado dejar vivir a su Iglesia este elemento constitutivo en los 20 siglos de su existencia?”. En el centro de las críticas del cardenal está el Camino Sinodal alemán, cuyos participantes votaron a favor de documentos que pedían la ordenación de mujeres como sacerdotes, bendiciones para personas del mismo sexo y cambios en la enseñanza de la Iglesia sobre los actos homosexuales, lo que generó acusaciones de herejía y temores de cisma. El Papa “nunca ordenó que este proceso en Alemania” se detuviera, y que su discurso a los obispos alemanes durante su visita ad limina de 2022 permaneció secreto. “Mi intención es que esta carta que escribo sea confidencial, pero no será fácil mantenerla fuera del alcance de los medios de comunicación. Por mayor que sea, no tengo nada que ganar ni nada que perder. Estaré feliz de haber hecho lo que siento que es mi deber hacer»».
Que Dios bendiga al gran Cardenal Zen que ha sufrido tanto por la Iglesia en China y por el Papa Bergoglio que ha tenido tiempo para hablar con
un par de «trans» de España y no a un Cardenal de la Santa Romana Iglesia.
Que Dios bendiga al gran Cardenal Zen que ha sufrido tanto por la Iglesia en China y por el Papa Bergoglio que ha tenido tiempo para hablar con
un par de «trans» de España y no a un Cardenal de la Santa Romana Iglesia.