| 18 enero, 2022
Si eso es lo que triunfara en San Sebastián se habrían lucido como basura pura quienes lo propiciaron.
Y se sabrán los nombres propiciadores. Para vergüenza eterna.
¿Está el señor del gran poder entre ellos?
Y yo me pregunto:si para unos obispos es tan fácil obligar a un sacerdote a que dimita de su estado clerical, sin derecho a salario, naturalmente, por qué mantuvo a tres payasos que no creen en Dios ni en su Iglesia en su estado clerical? Porque estos payasos tenían el beneplácito de Roma, concretamente del Cardenal Benjamin Stella?…
Escandaloso: ese señor de Roma se reunió dos veces en 2021 con el jefe máximo de Pfizer y lo hizo en secreto. ¿Qué tiene que ocultar ese señor? Al parecer, no le basta con conceder audiencias a toda la mierda (con perdón) que pulula por el mundo, sino que ahora intenta tapar las inmundicias. ¿Cuándo acabará esta pesadilla? La noticia pueden verla en «Life Site».
Hay muchos vividores en la Diócesis. Gente que si no hubiesen conseguido ordenarse sacerdote, ahora serían un auténtico despojo social. Y no me refiero solo a los clásicos ejemplos de Torremanzanas o Villafranqueza.
Un buen gobernante y mucho más un buen obispo, hay que merecerlo o la menos trabajar para merecerlo y conservarlo. Si los guipuzcoanos han dejado que se les fuera un obispo como este, es que no se lo merecen. Seguramente se merecían lo que tenían y se merecen lo que tendrán. ¡Allá ellos!
El artículo al que nos remite Don Francisco José, al leerlo he sentido como un escalofrío. El cura del que habla, es un bicho, un monstruo; Me he quedado perplejo; Vaya pieza.
¡Qué alegría tan grande que Mons. Munilla sea el nuevo Obispo de Orihuela-Alicante! Muchísimos diocesanos -la inmensa mayoría-confiamos plenamente en él. Aquí se encontrará SINVERGÜENZAS como el párroco de Torremanzanas, individuo que se ordenó sacerdote para vivir de la Iglesia.
El párroco de Torremanzanas no cree en la Santa Iglesia Católica. Así lo ha manifestado él mismo en las numerosas fiestas a las que acude y que siempre acaban en desmadre por exceso de alcohol, etc, etc… Un gran escándalo que las autoridades del Obispado de Orihuela-Alicante no han sabido gestionar hasta el momento. Confiemos en D. José Ignacio Munilla.
He leído la entrevista entera y me sorprende que este tal Hernáez no haya sido suspendido «a divinis» y reducido al estado laical. Sus palabras no es que sean inaceptables, es que son herejía pura y dura y decir de un obispo que está «enfermo» es gravísimo (otra cosa es decírselo a la cara, pero pregonarlo en un medio de comunicación me parece de gravedad suma); un prelado puede, en efecto, estar física o mentalmente enfermo, pero usar esa palabra como insulto, como hace este caballero, es para excomulgarlo en el acto. Supongo que este pobre «enfermo» (lo dice él, no yo) habla así porque debe oler de cerca la muerte, a juzgar por lo que dice de su salud. Y cuidado, yo no le he llamado «enfermo»: ha sido él quien ha expuesto sus problemas ´íntimos de salud a la vista de todo el mundo.