¿La amenaza de un Sínodo?

ENMANUEL
Sí. Jamás nos
Abandona
ese Jesús Encarnado
que,a despecho del pecado
una vez ,y otra, Perdona.
Pues que…Bajó de su Cielo
solamente por Buscarnos.
Ya que tanto Quiere Amarnos,
que nos Demuestra tal Celo.
Él, Siendo como Es, Divino,
no Despreció Hacerse Humano;
para así Ser nuestro Hermano,
Verdad y Vida; Camino…
Tomó Cuerpo,y Enseñó
a mirar la Vida Eterna.
Su inagotable Cisterna,
en Sicar nos abrevó.
Padeciendo mil tormentos,
fue cosido en una Cruz.
Y al Apagarse su Luz,
temblo el mundo en sus cimientos.
Fue Ungido y fue Sepultado.
María, que Fue Piedad,
se Volvió La Soledad ,
ante el Sepulcro Sellado.
Al Alba del Día tercero
-destellando aún las estrellas-,
ante el asombro de ellas,
Salió de aquel Agujero.
Y aunque Ascendió a sus Mansiones,
Permaneció en los Altares;
para Estar en nuestros lares,
y Saciar los corazones….
¡Sí!…¡Jamás nos Abandona!,
que Está en los Sagrarios todos.
Y al Contemplar nuestros lodos,
desde los Mismos se Dona…