Y ese es el caso de todas las demás diócesis españolas.
Es la crónica de una muerte anunciada. O, mejor dicho, que solo anuncia esta cigüeña. Como si la Iglesia quisiera ocultar esta inmensa tragedia que está sufriendo. En la que, además de causas exógenas, hay indiscutibles responsabilidades propias.
Caminos que nunca se debieron recorrer, ilusiones estúpidas que no podían tener buen fin, seguimiento de las que evidentemente eran insidias Diaboli... todo ello recomendado desde altas instancias, impuesto por superioras necias o malvadas y seguido borreguilmente por muchísimas religiosas.
Y así llegamos a la muerte de la vida religiosa con escasísimas excepciones.
Como para que alguien nos hable de primavera conciliar y de frutos del Concilio.
https://www.elnortedecastilla.es/segovia/segovia-perdido-monjas-20220330215240-nt.html
Este es un problema. Lamentablemente nadie se aplica a buscar soluciones o las soluciones que encuentran no son del agrado de los que mandan.
También es cierto que en la cúpula de los religiosos hay algunos monseñores manifiestamente mejorables.
Tal vez, como digo siempre, es que sobran órdenes religiosas, pues los carismas se han quedado desfasados. Por ejemplo, nadie se hace monja para cuidar enfermos, que para eso está la seguridad social. ¿Que dentro de x años la seguridad social ha desaparecido? Entonces será cuestión de fundar una orden de monjas para cuidar enfermos, pero con el carisma adaptado a la época y no con carismas del siglo XVI, por ejemplo.
Creo que se trata de falta de flexibilidad, para adaptarse a lo que hay, porque con la disminución de católicos y con la sociedad en que vivimos, es natural que las vocaciones desciendan, pero eso es distinto a que se convierta la situación en un desastre.
Hay que estar atentos al destino de los edificios. A veces mejor sería quemarlos y no dejar piedra sobre piedra si se van a destinar a actividades en las que se pueda ofender gravemente a Dios.
Soy religioso, supongo que de los «políticamente incorrectos», ya saben, hábito, latín, magisterio de la Iglesia, etc. Pertenezco a una benemérita Orden religiosa, que desde hace unos años está en total proceso de secularización.
La impotencia es muy grande, humanamente hablando, al ver cómo una obra de Dios ha sido totalmente destrozada por los hombres. La fe casi ha desaparecido; la vida espiritual, evidentemente está totalmente ausente; la identidad como religioso, desaparecida; la pastoral se reduce a acoger a unos «refugiados» (no a los ucranianos, no se equivoquen); las iglesias conventuales casi totalmente desatendidas.
Ante todo eso, ¿qué esperamos? ¿vocaciones en masa?
Como su Orden están las antiguas Órdenes medievales como los franciscanos, dominicos, agustinos o carmelitas por citar las más conocidas y extendidas. Es una pena lo que está pasando en esas comunidades. Conozco a un religioso que dejó una de estas Órdenes e incardinado en una diócesis porque según me dijo se estaba echando a perder. Mejor no doy detalles, pero es una gran pena lo que está ocurriendo en estos conventos.
¡¡Tenga mucho ánimo¡¡ y aunque sea politicamente incorrecto el Señor no se olvidará de Usted y su ángel de la guarda velará por Usted. Le tendré presente en mis oraciones.
No sólo es la vida religiosa en la diócesis de Segovia está en agonía. Toda la diócesis está en agonía. Se acaba, salvo milagro. La mayoría del clero es extradiocesano, hay curas con ocho y nueve parroquias, los pueblos de van despoblando y no hay transmisión de la fe en la familia, con lo cual las comunidades envejecen hasta hacerse inviables. Don César ha hecho lo que ha podido, que no podía ser mucho. Al menos ha habido una ordenación.
Las comunidades arrupitas más numerosas son… ¡las enfermerías!
«Conferencia de Wenceslao Soto en la enfermería de Málaga»
https://infosj.es/vida-en-compania/18751-conferencia-de-wenceslao-soto-en-la-enfermeria-de-malaga
La situación de la diócesis de Segovia ,en general, no es buena.