| 10 diciembre, 2023
Con vistas a lo que todos pensamos en el horizonte más o menos próximo
Por el Abbé Barthe:
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https://www.resnovae.fr/il-cardinale-parolin-in-agguato/
Tambien en versión francesa.
Con vistas a lo que todos pensamos en el horizonte más o menos próximo
Por el Abbé Barthe:
https://www.resnovae.fr/il-cardinale-parolin-in-agguato/
Tambien en versión francesa.
Una joya: discípulo de Silvestrini y Tauran, asistente a Bildelberg, pro alfabeto arcoirisado, enemigo de la misa tradicional y autor del infame pacto chino. Por cierto, Ouellet tampoco sale bien parado (espero que el pontífice siga vivo hasta que pierda el voto: seis meses).
Leído el artículo, junto sus argumentos a otros que ya he expuesto aquí y hago un resumen:
1. Parolin apuesta por una Iglesia mundialista, que por cierto el mundialismo esconde la ideología de la masonería.
2. Discípulo de Casaroli, es decir de la Ostpolitik que pedía, contra el criterio que tenía Juan Pablo II, negociar con la Unión Soviética, como ahora lo ha hecho tan torpemente con China.
3. Impidió que el cardenal Pell controlase las cuentas más importantes del Vaticano, impidiendo el paso a la Gendarmeria Vaticana a la revisión de los ordenadores, posiblemente autorizando sobornos para que Pell fuese perseguido judicialmente en Australia.
4. Probablemente es el responsable último del desaguisado de la descabellada compra multitudinaria del piso de Londres en Sloane street, poniendo después a su subordinado el cardenal Becciu como chivo expiatorio.
4. Como signo de su carácter «tolerante», soltó un dineral para que Baker-McKenzie se cargase infovaticana.
5. En cambio no dudó en participar en el Club Bilderberg de Turin en 2017.
6. Ha perseguido con saña a los tradicionalistas, parece ser que instigando a Francisco a firmar Traditionis custodes, tema en el que Francisco no hubiera querido entrar, si hacemos caso de los análisis de Wanderer.
7. Es cómplice, cuando no a veces el responsable, de las remociones injustas de muchos obispos buenos.
En fin, ¿a este hombre le queremos de Papa?