«¡Ay de los pastores que dispersan y dejan que se pierdan las ovejas de mi rebaño! -oráculo del Señor-. Por tanto, esto dice el Señor, Dios de Israel, a los pastores que pastorean a mi pueblo: «Vosotros dispersasteis mis ovejas y las dejasteis ir sin preocuparos de ellas. Así que voy a pediros cuentas por la maldad de vuestras acciones -oráculo del Señor-. Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas de todos los países a donde las expulsé, y las volveré a traer a sus dehesas para que crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las apacienten, y ya no temerán ni se espantarán. Ninguna se perderá -oráculo del Señor-«. (Jeremías, 23, 1-5)
Tremenda advertencia a los malos pastores que pierden a las ovejas de Dios. A los que Él pedirá cuentas por su maldad y enviará buenos pastores para que cuiden de sus ovejas.
Está profetizado. Y el Señor les juzgará. Lo oímos en la misa de ayer. Y lo oyeron pastores y ovejas.
Claro que siempre habrá algún idiota que dirá que como no había grabadoras…
Lo único que –de momento– no pueden suprimir Francisco y las turbas cardenalicia y episcopal es que en las misas todavía se lea el evangelio, en lugar de proclamar los fragmentos cansinos de Bergoglio que abarrotan documentos y exhortaciones «pastorales». Por eso, de cuando en cuando, un escalofrío silencioso cunde entre los asistentes a la misa dominical cuando constatan con sus oídos el abismo que separa la doctrina de Jesús de las consejas vaticanas y curiales.
Y quien dice el evangelio dice también los restos del Antiguo y del Nuevo Testamento que todavía hacen frente en la liturgia a la rampante barbarie eclesiástica.
De acuerdo con D. Francisco José.
Sucede, empero, que si el papa jesuita, cardenales, obispos, sacerdotes y religiosos a los que alude el Blogger rezan, es únicamente para que Dios no exista. Porque DE DIOS NADIE SE BURLA. Como sea que Dios existe, el día que les llame a su presencia para rendir cuentas lo van a tener más crudo que el infausto Seitén.
Hay una especie de zascandil eclesial que afirma que si mañana el papa mandara ir a comulgar con un bocadillo de jamón en la mano él lo haría porque lo dice el papa y sanseacabó. Mientras se desmorona el edificio no se puede mantener esa simplonería de intelecto.
Me equivoqué: pensé otra cosa al principio, pero a estas alturas está claro que el populismo es una tentación en la que ha caído este papa. Desdén hacia los de dentro y fascinación por los enemigos declarados, los que querrían ver arder las iglesias, etc. Ahí , lo único que se puede hacer es defenderse de semejante turba. Pero él cree que riéndoles las gracias va a conseguir algo diferente a hacer el ridículo. Paciencia y barajar. No hay mal que cien años dure.
cierto sujeto citando un texto bíblico descontextualizado como los testigos de jehova para tratar de engañar.
por cierto, si hay ovejas perdidas ahí es donde tienen que aparecer los buenos pastores, porque o si no, las ovejas perdidas se irán en estampida hacia el ateismo, el agnosticismo, el islam, y el protestantismo evangélico-pentecostal.
si hay malas ovejas es porque también hay malos pastores. en fin!
D Cigoña hablando desde todo lo alto. No se da cuenta que puede estar entre las malas ovejas, de aquellas que no se dejan reunir alrededor de los buenos pastores. Tiene complejos de ser laico y luego da en esto. Siempre diciendo mal de los Pastores que Dios nos há dado. Enfim.
Parece que el edificio se viene abajo, corroído por la carcoma. Una infestación de termitas, nada menos. Todos los años del juanpablismo triunfalista , fueron años en los que se minó la Iglesia. Era un falso sentido de poder, de seguridad, con el carisma del papa viajero, pero no era más que bluff, oropel. Brasil, el país católico más grande, perdió 100 millones de fieles , lo que se dice fácil. Allí reina supremo el pastor Edir Macedo, que tiene entradas de mil millones de dólares al año. Con mucho , el más rico del mundo. Y a ése no le dicen que entregue su dinero a los pobres.
Yo lo tengo claro: volver a los orígenes, retomar la sacrosanta Tradición. El experiemento conciliar fué un fracaso rotundo y los conejillos de indias andan como ovejas sin pastor., muchas vidas destruídas, vaciamiento de iglesia, repudio de los jóvenes y violación de niños a tutiplén, son el legado del Concilio Vaticano II, la vaca sagrada de la Iglesia bergogliana.
Totalmente de acuerdo con Vd. Padre Rubén, aquí otro idiota de la lista de los «sin grabadora».
Muy oportuna la parábola que Vd. cita del fariseo y el publicano, que nos enseña a que no debemos vanagloriarnos de lo que creemos que hacemos bien, o de lo que somos, pues sólo es Dios quien reconoce al justo del injusto.
Me gusta el contenido de la Lectura, y también lo escrito en su artículo, de principio a fin.
Evidentemente, no había grabadoras, pero había imbéciles.Las grabadoras son invento moderno; los idiotas existen desde siempre, aunque no sé si esta verdad será comprensible o no para el 99% de los jesuitas.
Aquí un idiota de los de «sin grabadoras»
¿Como es qué está usted tan convencido de que las ovejas perdidas no son ustedes?
Recuerde Lc 18:9-14
Ruben y Agustino, sabemos quién es y no «oveja perdida» porque hay datos objetivos en las Escrituras y en el Evangelio que nos dicen quién es de uno u otro rebaño. Quienes serán en el Juicio final las ovejas y los cabritos (estos a la izquierda y condenados). Cuando uno pretende ser doctor de la ley, sin saber distinguir y sin un orden en sus ideas, se llega a aberraciones como las que hoy tenemos por todas partes. Si «agustinus» es de verdad un agustino, me choca su falta de rigor porque San Agustín es un gran pensador y riguroso. Lo primero para poder discernir es el orden en las ideas y, para aprender, además de Salamanca, basta repasar a Santo Tomás en el rigor y en la filosofía. Pensamiento débil, incluído entre muchos pastores , abunda demasiado porque se ha rebajado la enseñanza filosófica y la capacidad de pensar con rigor que ya intentó Aristóteles en su «Organon». No es fácil hacerlo y la sofística y los sofistas son de todos los tiempos y, por cierto, como en la condena de Sócrates, éstos, los populistas, ganan y convencen al pueblo y a los tribunales de que lo bueno es lo malo.