En San Fernando. Y con notable participación de fieles. Hay 500 inscritos para los turnos de vela.
En estos días de tremenda confusión estoy convencido de que se trata de uno de los medios mejores para pedir a Dios por su Iglesia.
El pasado miércoles, anteayer, visité la de Alcalá de Henares. Está en una capilla al fondo de la antigua y monumental iglesia de la Compañía. Hay que dar con la entrada. Por el lateral. A las cinco de la tarde habría una docena de personas. Y cuando yo salía llegaban dos más. Como estaba en uno de los primeros bancos no me di cuenta de si en la media hora que estuve entraron o salieron algunas más.
Esa capilla tiene una característica especial. No está expuesta la Sagrada Forma en el viril de una custodia sino que esta aloja veinticuatro formas consagradas. En memoria de un milagro eucarístico que ahora no recuerdo bien como fue. En el aciago 1936 desaparecieron las veneradas Formas. Y no lo digo, como tantos, palabras como destrucción, profanación, incendio,,, sino porque creo que no se sabe que ocurrió con ellas. Si fueron profanadas, si alguien las ocultó para salvarlas y luego fue asesinado y no se descubrió el escondite…
Si recuerdo que estando presente en el acto solemnísimo, y con mucho pueblo, del traslado del Santísimo desde la Magistral a la capilla donde iba a quedar expuesto permanentemente me llamó la atención el tiempo que duraba la colocación del Santísimo en la custodia para sacarlo procesionalmente. Era tanto que llegué a pensar que había dificultades para abrir el viril y colocar en él la Sagrada Forma. Cuando la custodia pasó ante mí comprendí todo. No era un acto cuya colocación, hecha con el mayor recogimiento, no llegaría a medio minuto, es que se tuvo que repetir veinticuatro veces.
No se haga tantas ilusiones, don Francisco José, porque en una parroquia que hay al lado de la casa donde me alojo empezó la adoración con dos mil adoradores y después de casi tres años quedan veinte o treinta. Y estamos en el México siempre fiel, no en la ultra secularizada Europa.