Bien sé que las fotografías pueden no decir nada respecto a lo que parecen manifestar. Responden a un instante y cualquiera ha salido con cara de funeral en una boda o de boda en un funeral. Y estando feliz en una y triste en el otro. La cosa se complica cuando la cara de pepinillo en vinagre o la de contento se repite. Y más cuando las informaciones hablan de simpatías o antipatías. Con razón o sin ella pero hablan. Entonces las fotografías parecen justificar los rumores.
El protocolo marca lo que debe ser. Ni gesto adusto, no voy a decir mirada torva, ni grandes entusiasmos. Podría haber incluido una fotografía hasta con beso. En Google la encuentra cualquiera.
Creo que el Papa hace muy bien besando niños o enfermos. Hay una impactante de Francisco besando una cara destruida por la enfermedad. Con los jefes de Estado o presidentes de Gobierno pienso, puedo estar equivocado, que se debe estar al protocolo. Sonrisa leve, saludo amable, estrechando la mano, y si es católico el visitante y quiere hacerlo, aceptando la genuflexión de su rodilla izquierda, la derecha es sólo para Dios, y punto. Si el visitante, o el visitado, fuera un íntimo amigo ya en privado el abrazo y hasta el beso. Pero ya no lo verá nadie.
Se dice que el Papa no tiene ninguna simpatía a Macri. Y que quería como sucesor de Cristina al derrotado. Lo puedo entender pero le toca disimularlo. No tengo ni idea de como lo va a hacer el actual presidente de Argentina. Seguramente muy mal. Como todos. Peor que la Kirchner será difícil pero no niego la posibilidad. El Papa puede creerlo y de la Argentina sabe muchísimo más que yo. Pero me parece un error manifestarlo. Entiendo perfectamente el saludo y la sonrisa a Evo Morales o Castro pero se entendería mal la exageración de cordialidad con ellos y que se la regateara a la Merkel, a la reina de Inglaterra, al príncipe de Liechstenstein, ¿se escribe así?, o a Macri. El protocolo sigue siendo sabio.
Nuestro Papa actual es expresivo y eso no es malo. Incluso muy bueno. Pero dentro de un orden. No debe dar la impresión de que tiene amigos y enemigos. Y menos si los que parecen sus amigos, por la cordialidad demostrada, son bastante impresentables. Al menos políticamente.
Nadie ha pinchado en la foto de la izquierda ¿verdad?
sonrisas con la ladrona kirchner y cara de vinagre con macri. se ve que bergoglio como peronista extremo no puede aceptar que alguien que no sea peronista pueda ser presidente de argentina. bergoglio, el típico politiquero latinoamericano.
Y si ya incluye, para rematar la comparación la foto con el entusiasta salido y recepción a la energúmena Bonafini, pues para qué seguir comentando. Las comparaciones son odiosas.
No quiere a Macri divorciado y en segunda unión sentimental de matrimonio civil, eso a pesar que tiene al rabino Sergio Bergman apologeta e intimísimo amigo de Francisco en el Gobierno argentino que preside Macri.
Desprecia el millón dolares que ha donado Macri de la bolsa pública a las Escuelas occurrentes fundación bergoglina. Pero sin embargo recibió en audiencia especial a personajes ¿Ejemplares de moral? y sus donativos como los cineastas del día pasado entre ellos Gere el gran promotor de la New Age.
¿Algo no cuadra, cuadra demasiado o hay acepción de personas y se juzga cuando resulta que no se juzga o eso se dice con la boca pequeña?