Se está montado una plataforma de apoyo al Papa Francisco. Es una iniciativa inteligente pues se sumarán a ella, supongo, numerosos cardenales, obispos, sacerdotes y simples fieles. Se habían montado otras, desde diversos ámbitos, aunque todos cojeando del mismo pie, que han sido monumentales fracasos. Torres Queiruga, Küng, Tamayo… no interesan a nadie. Y las adhesiones recibidas en esas convocatorias fueron un inmenso ridículo para convocantes y sobre todo para quien era objeto de las adhesiones. Esta supongo que va a recibir innumerables apoyos. No van a contar con el mío. No por el Papa, que es mi Papa, y que como Vicario de Cristo cuenta con toda mi adhesión y que en sus opiniones personales no estoy obligado a prestársela, sino por el origen. De entrada, y por lo que leo, http://www.periodistadigital.com/religion/vaticano/2015/02/15/il-cenacolo-di-papa-francesco-religion-iglesia-francisco-papa-castillo-kasper-coccopalmiero-apoyo-reformas.shtml respaldan el llamamiento, por ahora, tres cardenales y en España un teólogo censurado y una página web. Los cardenales son Kasper, Coccopalmerio y Bassetti. Con los dos primeros yo no iría ni a cobrar una herencia. De Bassetti tenía mejor concepto y como desconozco sus motivos para el apoyo tampoco le voy a descalificar sin más. Luego está el refuerzo español, el exjesuita Castillo y Religión Digital. Bastante significativos. Y no busquen tres pies al gato: bastante es un adverbio. ¿Se quiere apoyar al Papa, como Cabeza de la Iglesia y Vicario de Cristo, necesitado siempre del amor y el respeto de sus hijos? Pues bendito sea Dios. Con eso, aunque no dé mi fiema, siempre estaré. Pero tal vez lo que se pretenda y no creo que sea muy arriesgado el sospecharlo, vistas las palmas, los palmeros y hasta los cocos, es suministrar al Santo Padre una plataforma desde la que se pretenda hacer almoneda de la misma palabra de Cristo y del magisterio secular de su Iglesia. Y no sé por qué me malicio, desde mi intrínseca maldad, de que por ahí va la intención. Es que los gallegos somos muy desconfiados. Y lamento que el porteño no sea gallego. Porque si lo fuere no se la iban a dar con queso. Ni con coco.
Il Cenacolo di Papa Francesco
| 16 febrero, 2015