| 03 julio, 2021
La autobiografía de Ignacio de Loyola.
Vertida al castellano actual por Pablo Cervera.
Que la recomienda así:
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Con mucha alegría y agradecimiento al editor Miguel Ángel Blázquez, os presento a mi nueva criatura.
IGNATIUS, La autobiografía de San Ignacio de Loyola
adaptada al español actual. Primera edición limitada de 633 ejemplares dedicados y numerados
con el emblema de la Compañía de Jesús en relieve y con bellísimos grabados de Rubens en calidad extraordinaria.
Yo he cedido mis derechos de autor en favor de la edición.
El ejemplar nº I será para el Papa Francisco
Disponible exclusivamente en www.tulibreria.es CON ENVÍO GRATUITO. ¡¡¡¡Ale, a pinchar y a comprar…!!!!
Un abrazo
Pablo
La fotografía de la portada la podéis ver en el enlace a tulibrería. Yo no sé ponerla
Su precio es 12 euros
La verdad es que me vine arriba demasiado pronto, nada más leer que el autor era D. Pablo Cervera Barranco. De quien tengo un excelente concepto y siempre que me he dirigido él, me ha atendido con la exquisita amabilidad y cercanía dignas de un verdadero siervo de Dios.
Respecto al concepto que tengo tanto de Francisco I, como de los arrupiptas satánicos, no hace falta reiterarlo en este comentario. Me quedo con la grandeza de que uno de los mayores divulgadores de la figura de ese gigante del Espíritu que fue y seguirá siendo San Ignacio de Loyola no sea un arrupita. Garantía de que el contenido del referido libro será fiel reflejo de la verdadera biografía del santo al que se refiere. Prescindiendo de las habituales adulteraciones y falsificaciones que los arrupitas hacen del fundador de la otrora esplendorosa Compañía de Jesús. Hoy totalmente arruinada.
¿Qué les dirá San Ignacio de Loyola cuando se encuentre cara a cara con quienes han traicionado su legado? En el bien entendido de que exista tal posibilidad, pues no creo que el santo quiera tener nada que ver con dichos renegados…
Wanderer tiene mucho aprecio por San Ignacio y sus hijos…
Visto el pelotilleo del primer ejemplar,que lo lea Rita.
Yo,»ritualista» como me llamaría cierto personaje,elijo Rito.
Antiquior,naturalmente…
Aunque mi buen amigo y permne contradictor,el blogger,me acuse de «cogermela con papel de fumar»(¡para esos equilibrios tan finos estamos,Dios mío!).
Estoy de acuerdo con q esta adulación a alguien q está haciendo tanto daño a la Iglesia y a la humanidad, llevando a muchos a la condenación eterna, es muy triste y difícil de entender, especialmente viniendo de personas como don Pablo Cervera. Si el gran padre Bidagor, tan próximo a él, levantara la cabeza, hablaría, como tenía por costumbre, con claridad. Y él sí que era un fiel seguidor de San Ignacio
¡Maravilloso padre Bidagor!
Ese milagro,ese «unicum»,que es la actual Compañía de María de Talavera de la Reina,…,Dios lo Obró a través de ese inconmensurable jesuita.
S.Josemaría tenía toda la razón al denunciar que las monjas se estaban corrompiendo por culpa de los curas que las asistían.»¡A patadas,madre abadesa!¡Échelos a patadas!»,bramaba en sus frecuentes visitas a los monasterios de clausura femeninos.Y el caso de Talavera lo confirmó:Desde que el padre Bidagor se hizo cargo de la Compañía,la situación agónica de la misma revirtió por completo.
Gracias por la recomendación. Lo compraré. Me encanta leer y releer «Operación a corazón abierto, ocho días de Ejercicios espirituales ignacianos», de D. Pablo Cervera Barranco, gran conocedor de ese gigante del Espíritu que fue y sigue siendo San Ignacio de Loyola. A pesar de que sistemáticamente los arrupitas se dedican a adulterar y falsear la figura del fundador de la otrora esplendorosa Compañía de Jesús, el verdadero Ignacio sigue siendo un referente para muchos. Al igual que, por ejemplo, Santa Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz, también colosos del Espíritu.
Los clérigos,hasta los mejores,nadando y guardando la ropa.
Se toman con tal literalidad lo de que una mano no sepa qué hace la otra, que se pueden permitir encender cirios a Dios con la derecha; y alguna vela- aún muy esmirriada- a satán, con la izquierda.
Las pocas excepciones,confirman la regla:Ni Aberasturi ni Guadalix trampea con doble baraja.