| 07 agosto, 2018
Wanderer lo señala;
http://caminante-wanderer.blogspot.com/2018/08/iglesia-casual.html
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En mi opinión no sin acierto. Creo que vale la pena leerlo y después que cada uno piense lo que quiera.
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Los nuevos jesuitas tienen que seguir las enseñanzas de su superior del grabador, siempre vestido de civil y de camisas floreadas, pero si ustedes se fijan en la foto tienen todos un estudiado peinado, lindos relojes, ropa de marca, barbas estudiadas y bien atendidas, zapatos lustrados, se advierte que aún sin la sotana la preocupación por su presentación está armada frente a un espejo, hasta en la forma en que miran a la cámara, no se dejen confundir, les pregunto para obtener una respuesta sincera: alguien cree que esa presentación de los jesuitas vulnerando el protocolo vaticano en forma grave frente a Bergoglio fue por casualidad ?, resulta evidente que fue especialmente preparada y programada desde Santa Marta con pelos y señales, nadie se presenta al Romano Pontífice de esa manera sin una autorización especial, eso no pasa en Roma, pregunten a Radio Pasillo Portone Di Bronzo y verán. La próxima será que lo haga el colegio cardenalicio de civil y a la guardia suiza con los colores del arco iris, pero siempre con autorización, que nadie se sienta con derecho a sacar los pies del plato.
Esta muy exagerada la foto de arriba, solo bastaba con poner una foto con el mismo Bergoglio con los seminaristas de la FSSP que también lo han visitado . Cualquiera que se diga católico y que crea que los sacerdotes que usen sotana son anticuados en verdad están en el hoyo.
en cambio la foto de abajo, la de bergoglio con los curas variopintos, da pena.
¿Ya se han enterado de ésto?
https://www.religionenlibertad.com/vaticano/119199808/Se-abre-el-proceso-de-beatificacion-del-padre-Arrupe-general-de-los-jesuitas-en-el-postconcilio.html
Que horror la foto de arriba. Da miedo… Tiene su tiempo en la historia es cierto. Antes era asi, ahora no y ahora no gracias a la apertura de la Iglesia desde el Concilio Vaticano II. La culpa la tiene Juan XXIII y los papas siguientes. A todos les debemos una Iglesia para nuestros tiempos, como sempre fue la Iglesia de Cristo presente en el mundo…
Mendrguete:la Santa Madre Iglesia es ATEMPORAL!A ver si te enteras,paquito.
en cambio la foto de abajo, la de bergoglio con los curas variopintos, da pena.
No son sacerdotes, sino estudiantes jesuitas.
Al menos van de clergyman, porque en otros encuentros parecidos con jesuitas la mayoría iba de paisano sin la menor vergüenza; algo es algo.
No creo que el papa desprecie la sotana. Simplemente ha soltado una de sus muchos boutades, dando a entender que ahora la Iglesia con él es más abierta y menos protocolaria. De hecho, es verdad que en pleno agosto romano, la sotana y el manteo debían ser muy incómodos. Creo que se basa en eso para hacer la «broma».
A nivel de protocolo, los problemas vienen de Juan Pablo II, pues fue en su pontificado cuando se hizo normal que los que eran simples sacerdotes y religiosos fueran a una audiencia con un simple clergyman.
Ni la Iglesia es casual ni el pontífice es casual.La Iglesia lo es por voluntad divina y, por tanto, es causal, es decir, por causa de Dios.El pontífice no es casual, sino causal, pues fue elegido a causa de la renuncia (buscada e incluso provocada) del anterior; es un papa que obedece a una causa: la revuelta de cierta parte del colegio cardenalicio, dispuesta a todo para «enderezar» la Iglesia por «causa» del Desconcierto Vaticano II, «causa» de todos los males de la Iglesia, «causado» por el «capricho» de otro pontífice que ni siquiera tenía claro por qué «causa» lo convocaba.
La comparación de entre las dos fotografías da buena cuenta de la decadencia de la Iglesia postconciliar.
Los de la foto de arriba, de aspecto severo y oscuro, iban en volandas de la ilusión y la fe viva en Jesús de miles de almas de toda edad y condición confiadas a su guía. Los curitas cañón de la foto de abajo, enrollados y colegas como el propio Francisco, pastorean ancianos terminales y, tal vez sin culpa, dan pasto a la fiesta del escarnio de los medios audiovisuales.