Si usted lo dice…
Porque el papa bendiga al perro de una señora no por eso los niños van a pasar más hambre. Ni tampoco tenía por qué atacar a nadie en público. Y eso en caso de que la historia sea cierta y no se la haya inventado para darse hipócritamente autobombo. Lo cierto es que este papa no quiere ni a los animales, ni a los niños ni a los adultos. No es más que un sujeto sin escrúpulos, odioso en el trato y a quien en el fondo, más allá de tendencias e ideologías, todos desprecian. Pero a quien utilizan, mientras todavía les sirva para algo, los amos del cotarro. Por cierto, los principales responsables de que tantos niños pasen hambre son precisamente aquellos en cuyo servicio reside la razón de existir del actual pontificado. Y arremete contra una señora que le pide que bendiga a su perro. Realmente, se está encargando de que, cuando el tinglado definitivamente se desplome, nadie lo eche de menos.
Sobre San Francisco, ciertamente no era un hippie ecológico de los 70. Pero tampoco era un maltratador de animales. Antes al contrario, los amaba. En este sentido, lo que afirma Specola es completamente falso, y me gustaría saber de dónde diablos saca esa sarta de estupideces. No me gustan las nuevas ideologías, ya lo saben, pero al mismo tiempo me asquean algunas reacciones frente a ellas. Parece que si entre igualar los animales a las personas y la indiferencia cruel hacia los animales no hubiese un término medio.