por La Cigüeña de la Torre | 17 abril, 2015
Aquejado desde hacía tiempo de cáncer, el cardenal Francis Eugene George OMI, ha fallecido hoy a los 78 años. Arzobispo emérito de Chicago fue creado cardenal por Juan Pablo II en el consistorio de 1998 y participó en los Cónclaves que eligieron a Benedicto XVI y Francisco. Fue una gran figura del episcopado norteamericano y totalmente comprometido en la línea restauracionista que consiguió hacer de uno de los episcopados peores del mundo uno mayoritariamente muy bueno. Con su muerte los cardenales electores, 121, ya rebasan sólo en una unidad la cifra de 120 que estableció Pablo VI y que se alcanzará pasado mañana cuando pierda sus derechos el también norteamericano cardenal Rigali, arzobispo emérito de Filadelfia. Este año está siendo trágico para el Colegio cardenalicio pues en apenas tres meses y medio han fallecido cinco. Dos de ellos norteamericanos y también dos en posesión de sus derechos electivos. Descanse en paz este benemérito cardenal
Te ruego, Señor, que perdones a tu hijo Francis Eugene los errores que haya podido cometer, y que lo recibas con amor.Al siervo bueno y fiel que nunca te negó y que defendió tu Iglesia hasta la extenuación, dale el abrazo amoroso que merece.A quien sobrellevó con entereza su cruz, déjalo descansar ahora en tus brazos.Señor de los Ejércitos, al soldado que luchó bravamente por tu Iglesia, dale el ciento por uno que prometiste.Te lo suplico por las cinco llagas sangrantes de Tu Hijo, que son nuestra liberacion.Líbralo, Señor, de la boca del león y del profunda lago.Descanse en paz.Dale, Señor, el descanso eterno y brille para él la luz hermosa de tu rostro.Amén.
es una lastima que el sucesor de francis george en la arquidiocesis de chicago sea alguien como blase cupich, un mediocre bergogliano cuyo único merito es la cobardía. que descanse en paz, su eminencia, cardenal francis george.
Descanse en Paz. Una gran pérdida para el Colegio Cardenalicio.
Que desde el Cielo nos bendiga y proteja!!!
Tristísima e inesperada noticia. Descanse en paz el gran cardenal George, que consiguió en gran medida borrar el destrozo que hizo el nefasto cardenal Bernardin (ojo: nefasto por su labor episcopal, no por sus cualidades humanas ni su fe, que están fuera de toda duda, ni mucho menos por el modo ejemplar en que afrontó su muerte prematura).
Me alegra que se le recuerde. Tuve ocasión de saludarle (como simple turista), y sobre todo, de verle varias veces celebrar la Misa en Chicago, y nada más por el modo de celebrarla y por oír su homilía, se veía que era hombre de Dios. Descanse en paz