El mejor cardenal italiano con derecho a sufragio. Los purpurados votantes de Italia bajan a dieciséis, entre los cuales hay de todo: los pésimos (Parolin), los manipulables y abúlicos (Zuppi), los que perderán pronto su voto (Filoni, Montenegro, Zenari), los que recibieron el capelo por mero capricho (Cantoni, Marengo) y los que fueron nombrados para evitar las ciudades principales (Petrocchi y Lojudice). Se da la curiosa y extravagante circunstancia de que, si hubiera ahora un cónclave, no habría purpurado de Turín, Milán, Génova, Venecia, Nápoles y Palermo. De los eméritos italianos, mejor no digo nada; se califican solos: Lajolo, Bertone, Stella, Versaldi, Bertello, Ravasi, Cantalamessa, Ghirlanda, Comastri, Coccopalmerio…Un horror tras otro. Pobre Iglesia.

Tre fontane. Interesantísimo lugar, por la tradición del martirio de Pablo, las conversiones e inclusive, en ese terreno, por las apariciones marianas de alto contenido esjatológico que involucraron a B.Cornacchiola y su radical conversión.