| 05 abril, 2022
Don Ángel Fernández Collado es otro de nuestros obispos que siempre está bien. Su diócesis, que recibió con resabios de no afortunadas etapas anteriores, no es de las de relumbrón por lo que sus pastorales corren el riesgo de no salir de los límites diocesanos.
Creo que la que acaba de escribir sobre el seminario es hermosa y vale la pena leerla.
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Os la enlazo:
https://diocesisalbacete.org/articulos/11428/sacerdotes-al-servicio-de-una-iglesia-en-camino.php
Caigo enbla cuenta de que, como no hay partido que se precie que no presuma hasta en su nombre de «social»…,el de doña Rafaela,y por razones de perro mayor,también ha de llamarse Social.
Que ese Socio un tanto agnóstico según su dueño,tiene más Fe que la inmensa mayoría de los obispos de nuestra catolicidad decadente y anodina.
Pienso que si a determinado obispo argentino le realizarán una buena transfusión sanguínea de ese lindo perrito,se le quitaban en la primera sesión todas sus imbecilidades juntas…
EJERCICIO DE RAFAELISMO
Hay que aplicarse a la poda
con renovado denuedo.
Que cada quien diga:»¡Puedo!»;
que así temblará la moda.
La moda…de ese aggiornar
lo que de suyo es Eterno;
de camuflar el infierno,
dando licencia a pecar.
Las sandeces de Lovaina,
de Friburgo,de Tubinga…;
que al final ,no hay quién distinga
lo que es fruto de la vaina…
Podar la papolatría
que mata a La Trinidad;
pues,devenida en deidad,
es tan sólo idolatría.
Podar de esas «novedades»
tan nuevas como el demonio;
que hacen con él matrimonio
con sus tantas falsedades.
Podar de un ecumenismo
tan mendaz cual sincretista;
que en cualquier creencia avista
salvación,dando lo mismo…
Podar de tantas reuniones
que tan sólo vanidades
alientan;con necedades
que se cargan por camiones.
Podar de bobos decires,
con tonillos de Tartufo;
sonando a falsete y bufo;
a engañifas y a mentires.
Podar de hacer fiestecita
en la Misa Sacrosanta;
pues hasta el Ángel se espanta
cuando el Canon se Musita.
Podar de canonizar
-con aureola y
corona-,
a una difunta persona
por la que se ha de rezar.
Podar de enseñar sandeces
a párvulos y maduros,
sin decir que hay que ser puros
como Aquél que lo Es con creces.
Podar «creatividades»,
que son-no más-chascarrillos;
y oscurecen tantos brillos,
tan bellos cual seculares.
Podar de esa tentación
de hacer de Dios poco y nada;
(que siempre está agazapada en un sucio corazón).
Podar de creernos salvos,
so capa de «Dios es Bueno»;
y no luchar contra el cieno
que nos impide ser albos.
Podar de tanto capricho
que,endiosando-al fin-, vacía;
robando paz y alegría
del que se ajusta a su nicho.
Podar de hacer del Señor
un pelele,bobo y lelo,
como si fuera un abuelo
-por desidia-, …¡destructor!
Podar…;y matar pulgones
y esas tragonas babosas,
que se ceban con las rosas,
y no con sus espolones…