PUBLICIDAD

Ha muerto un lasallista, lasalliano, hermano de las Escuelas Cristianas o como les queráis llamar

|

Lo leo en Ecclesia:

http://www.revistaecclesia.com/ha-fallecido-el-padre-pedro-arrambide-hermano-de-la-salle/

Sé poquísimo de esa congregación religiosa. Laical según dice el Annuario Pontificio. Jamás en mi ya larga vida me he encontrado con un hermano de las Escuelas Cristianas. Sé que existen sus colegios, con notable nivel según creo, y casi nada más. Supongo, puedo estar equivocado, que la formación religiosa que den hoy a sus alumnos, como en la inmensa mayoría de los religiosos que en España se dedican a la enseñanza, será casi nula, nula o incluso contraproducente. Me encantaría equivocarme.

Y digo hoy. Porque la labor de años antes de todas esas instituciones fue meritorísima.

Ecclesia le llama padre y le califica de hermano. ¿Llegó al sacerdocio? Ni idea. Sé que algunas de esas congregaciones ordenan a algunos de sus miembros. ¿Es este el caso? No lo sé. Pero es igual que sea padre o hermano para lo que voy a decir. Al margen también de todos los méritos personales que hayan podido concurrir en el padre o hermano Pedro Arrambide, que hasta estoy dispuesto a aceptar, en mi ignorancia, que fueron muchísimos.

Por la fotografía se le ve feliz con su vida. No hay miradas torvas. Y bien alimentado. No aludo con ello a excesos de ningún tipo. Hay rezogantes congénitos incluso con notable ascetismo personal. Pero ante el derrumbamiento estrepitoso de su congregación uno se pregunta: ¿de qué podrá reírse?

Tengo los datos de los hijos del benemérito La Salle desde 1973. Seguro estoy de que algunos años antes eran todavía mejores. Pues en ese año, los de La Salle, eran 14.517. Una de las congregaciones más florecientes de la Iglesia. El 1 de enero de 2015 apenas quedaban 4,322. ¿Cómo para reírse en ese funeral? Eso se muere irremisiblemente. Y Arrambide, con 75 años, era de los jovencillos que quedaban. Sus centros, que en 1973 eran 1.523, en 2015 ya sólo eran 680. Y supongo que en no pocos de ellos sin presencia, o casi, lasalliana.  Aunque para lo que hoy supone debe ser igual. Este hombre, que destila bonhomía por todos sus poros, y también secularidad, se ha marchado al encuentro de Dios y del .ínclito padre fundador. Encomendadle para que el encuentro haya sido acogedor.

 

 

 

Comentarios
24 comentarios en “Ha muerto un lasallista, lasalliano, hermano de las Escuelas Cristianas o como les queráis llamar
  1. San Juan Bautista de La Salle sería un gran santo y no lo dudo, pero el declive de esta orden (como la de los Maristas, esculapios y un desgraciado largo etcétera) algo tiene que ver con la imagen de este hermano vestido de camisa de colores. Yo fui a La Salle y a ella debo mi agnosticismo, en especial por esta lamentable imagen. Si era un santo que Dios (si está en algún sitio) se lo reconozca, pero no creo que haya sido útil disfrazarse…

  2. Me siento súper orgulloso de haber estudiado con los Hermanos y solo tengo palabras de agradecimiento hacia ellos.Siempre llevo conmigo La foto que me dieron al entrar en primero de S.Juan Bautista de la Salle y de la Virgen de las Maravillas,patrona de mi colegio

  3. Desde la libertad en la que creo, máxime siendo hijos de Dios, comparto mi respuesta personal a la pregunta que en su escrito formula. Lo hago porque soy Hermano de las Escuelas Cristianas pero sobretodo porque Dios ha querido que mi vida se entrecruzara con la del H. Pedro Arrambide que, como muy bien indica, acaba de ser llamado a la casa del Padre en estos días.
    Usted se pregunta: «¿de qué podrá reírse?»
    Su sonrisa natural, espontánea ¡siempre! es fruto de un corazón lleno de amor de Dios. Lo fue a lo largo de su vida y lo ha sido hasta el último momento. Tuve la oportunidad de verle hace poco tiempo y me impresionó comprobar como en medio de su dolorosa enfermedad no había perdido ni un momento su pasión por Jesús, nuestro Señor.
    Su sonrisa pletórica nace de quien se sabe llamado por el Señor a anunciar su Buena Noticia y, como Pedro, es capaz de responderle dejando su barca familiar y adentrarse más allá de las fronteras personales y geográficas sin mirar jamás hacia atrás, sin añoranzas del pasado sino con la vista puesta siempre al futuro con profunda fe, esperanza y caridad.
    Su sonrisa refleja el gozo de pertenecer a nuestro Instituto porque así lo ha querido Dios, de sentirse hermano y sólo hermano de miles de Lasalianos y Lasalianas del mundo entero con quienes en «muchos lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas», como le gustaba recordar, han contribuido a cambiar «algo» nuestro mundo. No sólo con palabras sino con hechos.
    Sin duda el H. Pedro se ríe, porque vivía su vida de Hermano totalmente entregada a los demás y, de manera muy especial, a los más necesitados, a los más pobres. Su mayor parte de ella vivida en Eritrea y Etiopía en situaciones extremas y duras y que jamás abandonó hasta el último suspiro.
    Se ríe porque es feliz por ser persona, cristiano y Hermano al servicio de la Iglesia con intuición profética y testimonio de vida. Creativo e innovador. Se ríe porque ve como su ONG PROYDE de la que fue fundador ha posibilitado y sigue posibilitando ¡tanta vida! ¡tanta conversión personal! ¡Tanto encuentro con el Señor por medio de los demás!
    Se ríe porque, y lo compartí con él muchas veces, fue capaz de interiorizar el texto paulino tantas veces proclamado pero también tantas veces olvidado y que en estos días, tras su partida, no sólo he leído y reflexionado sino también orado de 1Cor 13,1-3.
    Y podría continuar pero creo que hay suficiente respuesta a su pregunta.
    De lo demás, sólo decirle que me ha dolido utilizar su muerte para hacer su análisis de nuestro Instituto en el que no entro. Sé muy bien de nuestras limitaciones e incoherencias, de nuestro pecado pero también de nuestros sueños y esperanzas, de nuestra fe y nuestro copromiso. Estamos en el surco, labrando y luchando por seguir respondiendo a la llamada de Dios y seguir sirviendo a millones de personas con las que compartimos vida y misión en todo el mundo. Y si el Espíritu Santo nos pone el 2025, como algún experto sugiere, como fecha de caducidad, pues muy bien. Nacimos para la eternidad pero no en esta tierra. En sus manos estamos todos. Mientras seguiremos caminando junto a otras muchas familias carismáticas y con la Iglesia, discerniendo y sobretodo intentando aprender cada día a amar y siempre, siempre a sonreír porque personalmente coincido con el Papa Francisco cuando afirma que “Las primeras cosas que les suceden a las personas que se desprenden de Dios es que son personas sin sonrisa». Nuestro empeño es seguir siendo hombres y mujeres de Dios, al menos el mío y los de mi entorno, por supuesto el del Hermano Pedro Arrambide, a pesar de nuestro pecado y de nuestras imperfecciones porque el que esté libre de él… pero también de deseos de conversión.
    Unidos en la oración.

  4. Desde la libertad en la que creo, máxime siendo hijos de Dios, comparto mi respuesta personal a la pregunta que en su escrito formula. Lo hago porque soy Hermano de las Escuelas Cristianas pero sobretodo porque Dios ha querido que mi vida se entrecruzara con la del H. Pedro Arrambide que, como muy bien indica, acaba de ser llamado a la casa del Padre en estos días.
    Usted se pregunta: «¿de qué podrá reírse?»
    Su sonrisa natural, espontánea ¡siempre! es fruto de un corazón lleno de amor de Dios. Lo fue a lo largo de su vida y lo ha sido hasta el último momento. Tuve la oportunidad de verle hace poco tiempo y me impresionó comprobar como en medio de su dolorosa enfermedad no había perdido ni un momento su pasión por Jesús, nuestro Señor.
    Su sonrisa pletórica nace de quien se sabe llamado por el Señor a anunciar su Buena Noticia y, como Pedro, es capaz de responderle dejando su barca familiar y adentrarse más allá de las fronteras personales y geográficas sin mirar jamás hacia atrás, sin añoranzas del pasado sino con la vista puesta siempre al futuro con profunda fe, esperanza y caridad.
    Su sonrisa refleja el gozo de pertenecer a nuestro Instituto porque así lo ha querido Dios, de sentirse hermano y sólo hermano de miles de Lasalianos y Lasalianas del mundo entero con quienes en «muchos lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas», como le gustaba recordar, han contribuido a cambiar «algo» nuestro mundo. No sólo con palabras sino con hechos.
    Sin duda el H. Pedro se ríe, porque vivía su vida de Hermano totalmente entregada a los demás y, de manera muy especial, a los más necesitados, a los más pobres. Su mayor parte de ella vivida en Eritrea y Etiopía en situaciones extremas y duras y que jamás abandonó hasta el último suspiro.
    Se ríe porque es feliz por ser persona, cristiano y Hermano al servicio de la Iglesia con intuición profética y testimonio de vida. Creativo e innovador. Se ríe porque ve como su ONG PROYDE de la que fue fundador ha posibilitado y sigue posibilitando ¡tanta vida! ¡tanta conversión personal! ¡Tanto encuentro con el Señor por medio de los demás!
    Se ríe porque, y lo compartí con él muchas veces, fue capaz de interiorizar el texto paulino tantas veces proclamado pero también tantas veces olvidado y que en estos días, tras su partida, no sólo he leído y reflexionado sino también orado de 1Cor 13,1-3.
    Y podría continuar pero creo que hay suficiente respuesta a su pregunta.
    De lo demás, sólo decirle que me ha dolido utilizar su muerte para hacer su análisis de nuestro Instituto en el que no entro. Sé muy bien de nuestras limitaciones e incoherencias, de nuestro pecado pero también de nuestros sueños y esperanzas, de nuestra fe y nuestro copromiso. Estamos en el surco, labrando y luchando por seguir respondiendo a la llamada de Dios y seguir sirviendo a millones de personas con las que compartimos vida y misión en todo el mundo. Y si el Espíritu Santo nos pone el 2025, como algún experto sugiere, como fecha de caducidad, pues muy bien. Nacimos para la eternidad pero no en esta tierra. En sus manos estamos todos. Mientras seguiremos caminando junto a otras muchas familias carismáticas y con la Iglesia, discerniendo y sobretodo intentando aprender cada día a amar y siempre, siempre a sonreír porque personalmente coincido con el Papa Francisco cuando afirma que “Las primeras cosas que les suceden a las personas que se desprenden de Dios es que son personas sin sonrisa». Nuestro empeño es seguir siendo hombres y mujeres de Dios, al menos el mío y los de mi entorno, por supuesto el del Hermano Pedro Arrambide, a pesar de nuestro pecado y de nuestras imperfecciones porque el que esté libre de él… pero también de deseos de conversión.
    Unidos en la oración.

  5. Uno , que no es de tanto nivel socioeconómico, no ha estudiado en colegios lasalianos pero, por otras investigaciones, he estudiado los estatutos de algunos colegios de ellos anteriores a 1936. Me produjeron honda edificación y perplejismo positivo. Una vida de fe y piedad perfectamente estructurada, el amor por la Eucaristía, la disciplina e ideales a enseñar a los alumnos, etc. Algo que me impactó, porque es el primer deber de caridad con los de «abajo» (ahora sólo se habla y se pide casi exclusivamente en la Iglesia y en las nuevas preces litúrgicas, de los bienes materiales y sociales) es el planteamiento de cómo ayudar religiosamente a los empleados que tenían en sus colegios y los medios concretos de hacerlo. ¿Cómo no iban a florecer congregaciones y asociaciones cuando era «Dios el primer servido» (San Bernardo).

  6. estudié en un Colegio De La Salle en Chile. La educación formal y religiosa fue de primer nivel. Estupenda. Todos nuestros profesores eran hermanos, incluido el de gimnasia y el de Artes Manuales. Pero aproximadamente el año 70 comenzó la deserción y dejaron de usar sotana. Actualmente el colegio he escuchado que aún es bueno, pero está integrado solamente por laicos. Aprovecho de agradecer a mis ex-profesores, fueron excelentes maestros, directores espirituales y cuidadores. Mucho más allá de lo que se podía esperar de un profesor. Lástima saber que se encuentran en esta forma.

  7. Grandes grupos de mártires en España también y siervos de Dios en proceso de canonización de la congregación y ya algunos beatificados… Lástima de tesoros qué han dado a la Iglesia

  8. No voy a decir nada no sea que el blogger y los lectores se enteren (aunque muchos ya lo saben) de horrendas cosas que hay en La Salle en todas partes. No sea también que acabemos todos denunciados…
    De momento, próximamente un juicio sobre la dirección y los peces gordos de ciertos centros de Madrid, Barcelona y Valencia está por sentenciar una condena de varios millones de euros… Y todo en secreto.
    Y es que todo vale: New Age, Nuevo Orden Mundial, ideología LGBTIQ, Islam, laicismo, etc.
    Son decenas de miles las víctimas: alumnos, empleados y familias…, y eso se nota.
    Pero un grupo de antiguos alumnos y actuales empleados y de familias relacionadas llevan mucho tiempo planeando algo. Llevan 5 años rezando a Dios por ello. Cuando llegue el momento (aún queda) veremos si La Salle se convierte a Cristo o es aniquilada tanto a nivel económico-financiero, jurídico-administrativo y técnico, en pro de congregaciones y órdenes verdaderamente católicas (y también los marianistas, las vedrunas…) -y también de inatituciones civiles 100% católicas.
    Todo se andará. Ese día yo brindaré con champang, cava y sidra.
    De momento este grupo ya ha empezado a conseguir objetivos, como la disminución de matrículas, el declive de donaciones, etc.
    ¡Dios siempre vence!

  9. Es genial leer sus comentarios y los comentaristas. Yo estudie en un colegio religioso, hace ya muchos años. Y entonces, como ahora, en el colegio enseñaban a ser cristianos; y entonces como ahora lo importante era la familia. Si nuestras familias eras católicas los hijos éramos católicos y cuando tenían un pequeño barniz católico, pues los niños crecían y dejaban toda vida religiosa y se dedicaban a la caza, al fútbol…
    Creo que ustedes con sus comentarios, respecto a todo, son un poco populistas, intentan dar soluciones fáciles a cuestiones complicadas. Conozco conventos de religiosas con estricta observancia que se están quedando vacíos en pequeños pueblos, nadie de acuerda de esas pobres religiosas, salvo usted, cuando cierran sus conventos y no precisamente para celebrar su santidad.
    Nadie se ha preguntado cuánto tiene que ver la caída de la natalidad con la caída de vocaciones; o cuánto tiene que ver que muchos padres y madres católicos, muy católicos, se han preocupado mucho más que sus hijos tengan un buen trabajo, mejor sueldo, que una vida de fe.

  10. Pues yo hace poco vi un hermano lasaliano con sotana y las dos tirillas en el cuello que semejan un baberito, que hasta ahora yo sólo había visto en los cuadros de los mártires.
    Fue en el Colegio Maravillas de Madrid.

  11. Entre 1969 y 1977 estudié E.G.B. en el colegio La Salle Mahón, donde recibí una educación esmerada en todos los aspectos, incluido el religioso. Y lo digo con mucho orgullo, porque los valores que en su día me inculcaron me siguen sirviendo hoy en día… Cuando acabé mis estudios eran seis los hermanos de dicho centro. Seguí frecuentando dichas instalaciones hasta mediados de los años ochenta y recuerdo las conversaciones que mantenía con el H. Balbino ―la mayoría de los que conocí como estudiante cambiaron de destino o marcharon a una residencia al jubilarse― ya que los fines de semana jugábamos al fútbol en el campo de dicho colegio.

    Desde mediados de los ochenta, pues, perdí el contacto con los cada vez menos hermanos que iban quedando. Sé que desde hace casi veinte años no queda ninguno en activo ni en el colegio de Mahón ni en el otro que tienen en Menorca, el de Alayor. Ignoro si el director de ambos colegios ―unificaron dicha dirección por la falta de vocaciones― sigue siendo un hermnao. Creo que un amigo me comentó que actualmente, en el colegio de Alayor, vivían varios hermanos jubilados.

    Las informaciones que me llegan en la actualidad acerca de dicha institución no tienen nada que ver con el grato recuerdo que tengo de mi época de estudiante y años posteriores. Obviamente, nada bueno se puede esperar de una congregación que con su publicidad contribuye a financiar un libelo difamatorio como el caso de «Religión» Digital.

    En cualquier caso, tengo muy claro que un hijo mío no estudiaría en La Salle bajo ningún concepto.

    (Johnny-Gin)

  12. Si, casto, Iglesia somos todos, pero quienes son fieles al carisma fundacional tienen vocaciones y las parroquias y asociaciones fieles a Jesucristo y su Iglesia están llenas, incluso de jóvenes, con ansias de infinito y sed de Verdad, que no puede satisfacer la ambigüedad bergogliana ni cualquier otra.

  13. Si el mismísimo demonio hubiera planeado y ejecutado el Concilio Vaticano II, no hubiera hecho mejor trabajo.
    El derrumbamiento fué por diseño. Se soltaron cargas de profundidad, se corrompieron los mejores ejemplares,
    se abrieron todas las compuertas del cieno que inundó la Iglesia, que el papa Paulo VI llamó «humo». Es de no
    creerse que los católicos que estudiarn en universidades laicas conservan mejor la fe que los de las que pertenecen
    a la Iglesia. En Notre Dame, se prohibe promover material provida y le adjudicron un doctorado «horroris causa»
    al negro Obama, abortista en jefe, previo cubriento de todos los símbolos religiosos por donde iba a pasar el
    peor presidente que ha tenido Estados Unidos.

  14. Me ha. Hecho gracia lo de «bien alimentado»
    Con respecto a lo que dice alisioaruquenses lo de dejar locales a movidas de la new age no es cosa sólo de los hermanos de la salle. El seminario de Calatrava de Salamanca acoge a grupos de estos al módico precio de un euro por persona(del que encima se quejan de los avaros curas) y se ponen a hacer yogas de esos extrañísimos con mantras en lenguas extrañas y respiraciones profundas. Para salir corriendo.
    Hay cosas mucho más importantes que el dinero.

  15. Soy ex alumno lasallano. Hice todos mis estudios primarios y secundarios en un colegio de ellos, allá por los años 70- Ya en esa época eran pésimos. Ya habían revoleado su sotana y con ella también se fue la educación religiosa a sus alumnos. Salvo alguna contadísima y benemérita excepción. Hoy no tienen nada, absolutamente nada de cristianos. Son un conjunto de ancianos que solo esperan tener una vejes «feliz». Con solo leer sus páginas, la de sus colegios, en internet alcanza para saber que nada tienen de lo que propuso, en su fundación, San Juan Bautista. Desde el punto de vista católico, lo mejor que hay que esperar, y por lo que hay que rezar, es que desaparezcan, cuanto antes, ellos y sus colegios que no hacen más que prostituir la doctrina cristiana. San Jaun Bautista de La Salle, ora pro nobis.

  16. Se han mundanizado a tope.

    Conozco algunos casos en que incluso prestan algunas de sus instalaciones para movidas espirituales y culturales en clara confrontación con la doctrina de la fe de la Iglesia y que…

    En fin, es el cuento de nunca acabar, ya cansa tomar conciencia de la debacle.

  17. Llamar «padre» a este religioso es un error garrafal. Los Hermanos de las Escuelas Cristianas nunca se han ordenado sacerdotes ni lo quieren. Un venerable hermano ya fallecido, que fue provincial de la Congregación, me contó que tras el Concilio algún cardenal les propuso que alguno se ordenara, pero ellos se cerraron en banda. Es parte de su carisma, a pesar de que su fundador, San Juan Bautista de la Salle, fue canónigo de la Catedral de Reims. Era tan fuerte su espíritu laical, que en el pasado tenían prohibido estudiar latín, vestir sobrepelliz o pertenecer a cofradía que no fuera la del Niño Jesús.

    Por lo demás, el desmoronamiento de esta Congregación es un claro ejemplo de la ruina que los institutos religiosos tradicionales han experimentado después del Concilio. La ruina ha sido tanto cualitativa -gran desnortamiento de los hermanos que quedan- como cuantitativa, con una drástica reducción del número de religiosos. Y es una tragedia para la Iglesia, ya que de sus aulas salieron numerosos sacerdotes, padres de familias cristianas, adoradores…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *