Por quien mi mujer y yo teníamos un enorme afecto que el suyo diluyó en el cariño recíproco tal vez pequeñas disensiones que las sabíamos, él y nosotros, pero que jamás enturbiaron nuestra maravillosa amistad. Fue persona notabilísima por sus condiciones humanas y en él siempre se manifestó, ante nosotros, el sacerdote y el amigo.
Empezamos muy mal y como ambos éramos deslenguados aquello no parecía que pudiera tener arreglo. Creo que empezó él y yo le fui a la zaga. Pues, sorprendentemente, creo que también fue él quien tendió el primer puente. Y aquello derivó en una enorme amistad. En la que Xosé Manuel se volcó.
Era una enorme personalidad que destacaba donde apareciera. Y uno ha conocido muchas personalidades. Nuestro desencuentro, y posterior encuentro le tenía ya muy disminuido físicamente por un cáncer de garganta que le obligaba a hablar por la laringe. Siendo él tan hablador. Pues ni las flemas, en ocasiones angustiosas, le contenían el hablar.
Producida ya la amistad, en el verano de 2016 se realizó el encuentro físico y mi mujer yo quedamos ligados a él para siempre. Desde un inmenso afecto recíproco. Javier, su maravilloso Cireneo, fue testigo de ello. Creo que aquello, con diferencias ciertas, cada uno es cada cual, fue perfecto testimonio del ved como se aman.
Vimos entonces como algunos le amaban, Javier, camareros y dueño del restaurante, intentar pagar yo la comida fue absurda pretensión. Sólo les faltó decirme, aunque no lo dijeran, que yo allí era un don nadie y Don Xosé Manuel era rey y señor.
Allí me entregó un libro de homenaje que le hicieron, Cerna de Carballo, multitudinario. y su Don Otto. Mi deficiente gallego no sabía lo que era cerna. Es el cuerpo del roble, en gallego carballo, que tiene la madera recia y aprovechable. Pues Xosé Manuel es, o hasta hoy era, eso: lo mejor del Carballo. Y su Don Otto me parece escrito en un gallego maravilloso. De lo mejor que he leído. Un maestro de la lengua.
Pasamos un año, con comunicaciones abundantes, y a la espera del próximo reencuentro. Por nosotros tan deseado. Pues nos montó un número, al que estábamos invitados, tan espectacular como inimaginable. Aunque él no pudiera estar en todo pero sí detrás de todo. Un grandioso acto académico en honor de un hijo de la tierra, que conquistó luego fortuna y hasta títulos nobiliarios, aunque él fuera hidalgo pobre de nacencia en tierras de Xosé Manuel, en el que sus descendientes quedaron maravillados y agradecidísimos. Con curas, políticos y pueblo que muy pocos conseguirían aglutinar. Y dudo que tantos. Pues detrás de todo, y artífice de todo, la cerna de Carballo. Presente en el acto cultural, ya no en el posterior agasajo, abundantísimo y riquísimo que nos ofreció un amigo suyo en un lugar paciego. Tampoco en el espectacular Castro de Viladonga que otro amiguísino suyo y permanente compañero en esos dos inolvidables días, sin duda la persona más capacitada para mostrárnoslo que para eso ha buscado lo más alto y lo mejor.
Comida ya con tu presencia, y tu elocuencia, al pie del asombroso pedregal de Meira donde mandaste que me rebautizaran con fidelidad al nacimiento del Miño que te aseguro será permanente. Conocía ya el extraordinario monasterio de Meira. Ahora, gracias a ti. también al cura, que me pareció excelente, y a la guía, que además era muy guapa además de muy competente, he pasado a ser una autoridad en aquel espectacular cenobio. Hasta en los herrajes románicos de su puerta.
Y como eres, ya eras, un asombro en todo, hasta al tener tu casa en obras hiciste que una señora notabilísima en señorío, acogimiento y amistad contigo nos recibiera en su casa con una cordialidad inolvidable. Allí te vimos hacer juegos de magia con una baraja también asombrosos.
Comentamos mi mujer y yo que te habíamos visto mucho mejor que el año anterior. Y quedamos para el año próximo con pena de que fuera tan larga la espera. Dios ha dispuesto otra cosa, Pues, esperamos de ti que allá arriba le pidas a Dios que nos lleve a encontrarle y a encontrarte.
Ya sé que no es muy teológico pero qué saben nuestra pobres teologías de la esencia insondable de Dios y del Cielo. Pienso, con todas las limitaciones que procedan, que cuando le hagas a tu Dios, y al mío, un juego de tu baraja, se quedará tan asombrado que si le pides que cuando me toque vaya a verte no te lo va a negar.
Queridísimo Xosé Manuel te vamos a echar mucho de menos mi mujer y yo en este valle de lágrimas, que hoy derramamos por ti. Pero desde las esperanza de que por la misericordia de Dios nos abrazaremos arriba en un día que ya no puede ser muy lejano. Encomendamos tu alma a tu Dios al que siempre has querido servir con las debilidades que todos tenemos. Y pido a los lectores, que quieran, que se unan a nosotros.
Os dejo una fotografía de José Manuel en su condición última y ya larga. Que no dudo haya sido expiación de sus pecados si los hubiera tenido. Fue un largo calvario. Asumido, me consta, sin la menor reconvención. Incluso con agradecimiento eclesial. Que era mucho Carballo y además Cerna.
Tengo en la pared de mi cubículo de trabajo, ahora le estoy viendo, una fotografía amistosísima con Carballo. De enorme amistad y con poco más de dos meses de realización. Ante ella y conmovido: Que el Señor le conceda el descanso eterno. A su lado.
Aw, this was a very good post. Taking the time and actual effort to produce a
good article… but what can I say… I hesitate a whole lot
and never seem to get nearly anything done.
Estimado Natanael:
Sin duda es usted, buen hombre, quien debe purificarse ó ser purificado, tal vez así, en el proceso, pueda verse liberado de ese resentimiento que destila.
Cordialmente, etc, etc.
A Dios el juicio y la misericordia, siempre larga. Leyendo el artículo que enlaza Hermenegildo sus actos no siempre fueron luminosos,y en ocasiones confusos o graves con la autoridad legítima eclesiástica ( se la quiera adjetivar como se quiera, con o sin razón). Actos pasados no hablan del presente pero ahí quedaron, y a Dios, repito, la misericordia de acogerle después de larga enfermedad siempre purificadora.
Rosario y José Luis: Vivimos juntos dos días inolvidables. Y efectivamente Xosé Manuel no se va a ir de nuestras vidas. Él era así. Daba todo cuando físicamente apenas podía dar nada. Le conocisteis como era. Abierto, generosísimo, gran hablador cuando apenas podía ya hablar, cariñoso, rodeado del amor de sus gentes sin acepción de personas, ricos y pobres, cultos e ignorantes, tuvimos dos días maravillosos y en ellos el don de conoceros y quereros. Y siempre sacerdote. Cura de paisano pero me dijo varias veces que para qué se iba a poner el clergyman si todos sabían que él era el cura. Le conocisteis, tal vez asombrados por aquella extraordinaria acogida pero es que Xosé Manuel era así. Desbordante en todo. Cómo no le íbamos a querer.
Me ha encantado vuestra comunicación reflejo de vuestro agradecimiento a él y de nuestra cordialísima relación tras dos días memorables. Pasamos a ser de desconocidos a muy queridos amigos.
Llagasteis tarde al solar de los mayores de Rosario. Que ibais a transmitir a vuestra sangre en posteriores encuentros gozosos. Ya no van a ser como el que tuvisteis porque Xosé Manuel ya no está aquí. Está mucho más arriba y seguro que nos sigue queriendo. Y espera volver a abrazarnos cuando toque con maravillas superiores a las que nos mostró en vida.
Nos caísteis muy bien, mérito vuestro, y sabéis que en Madrid o en Galicia seríais muy bien recibidos, Aunque no sería igual sin Xosé Manuel. Pero iba a estar muy presente.
Un gran abrazo a vosotros y a él desde este recuerdo agradecido.l
Querido Paco, somos Rosario y José Luis, los «maravillados y agradecidísimos» descendientes que mencionas en tu cariñosa y emocionada carta que dedicas a Xosé Manuel. Aunque nuestro contacto personal con él fue cortísimo, tan sólo esos dos inolvidables días que describes con detalle, este tiempo nos bastó para saber que ante nosotros teníamos una persona extraordinaria que, sin darnos cuenta, no sólo nos conquistó sino que en adelante formaría parte de nuestras vidas, y así fue y seguirá siendo, sólo que ahora de otra forma, tal vez incluso más cercana ¿no crees Paco?
Un fuerte abrazo para ti y otro para Carmen
Querido Paco, somos Rosario y José Luis, los «maravillados y agradecidísimos» descendientes que mencionas en tu cariñosa y emocionada carta que dedicas a Xosé Manuel.
Aunque nuestro contacto personal con él fue cortísimo, tan sólo esos dos inolvidables días que describes con detalle, este tiempo nos bastó para saber que ante nosotros teníamos una persona extraordinaria que, sin darnos cuenta, no sólo nos conquistó sino que en adelante formaría parte de nuestras vidas, y así fue y seguirá siendo, sólo que ahora de otra forma, tal vez incluso más cercana ¿no crees Paco?
Un fuerte abrazo para ti y otro para Carmen
¿Carballo no era sacerdote de la Diócesis de Mondoñedo? Lo pregunto porque José Manuel Vidal cuenta que fue suspendido «a divinis» por el Obispo Temiño, de Orense:
http://www.periodistadigital.com/religion/espana/2017/10/29/fallece-xose-manuel-carballo-sacerdote-escritor-e-ilusionista-iglesia-religion-dios-jesus-papa-galicia.shtml
Que el Señor lo tenga en su Gloria.
DIOS lo reciba en su seno.
Dios le acoja en el Cielo.
Mantuve con él varias discusiones que su fina ironía apaciguaba. Descanse en paz. Seguro que arriba también tendrá con quien discutir y sonreír y reír.
Jamás intervine en ningún debate con él, pero sí que en alguna ocasión leía las discusiones que mantenía con algún comentarista.
Descanse en paz y vayan con él mis oraciones por su eterno descanso.
Descanse en paz.
Yo también he tenido alguna pequeña trifulca con él, y ni recuerdo a propósito de qué, y quizá haya sido en Religión Digital. De verdad que su muerte me ha impresionado y emocionado, y le pido al Señor le acoja en su infinita misericordia.
Descanse en paz.