| 19 marzo, 2018
Arzobispo emérito de Edimburgo. Había cumplido 80 años el pasado 17 de marzo, anteayer. Arzobispo de Edimburgo en 1985 se le aceptó la renuncia en 2013. Participó en el Cónclave que eligió a Benedicto XVI. Acusado de abusos sexuales renunció a sus derechos cardenalicios y por eso no participó en el Cónclave que eligió a Francisco.
https://elpais.com/internacional/2018/03/19/actualidad/1521452477_122018.html
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Que el Señor tenga misericordia de su alma.
Un dato muy curioso. El título cardenalicio presbiteral de San Joaquín y Santa Ana al Tusculano, creado en 1988, ha tenido hasta el presente únicamente dos titulares sucesivos: los cardenales Groer y O´Brien. A ver quién es el valiente que en un próximo consistorio acepta que se le asigne un título que, por lo visto, está gafado.
Ite ad Ioseph
Id a José
Fray Bartolomé Calvano OP
19 de Marzo de 2018
Éstas fueron las palabras del Faraón al pueblo de Egipto durante los años del hambre (Gen 41,55). Éstas palabras están escritas en la base de la imagen de San José frente al Oratorio del Santo Patriarca en San José de Montreal.
Este Oratorio fue fundado por San André Bessette, quien consiguió muchas curaciones milagrosas mediante la intercesión de San José.
Al declarar a San José, el esposo de María, Patrono universal de la Iglesia Católica, se nos indica que debemos acudir a San José en tiempos de necesidad. Nos es posible obtener muchos frutos espirituales considerando al primer José, el hijo de Jacob, como un tipo de José, el esposo de María. El salmo 105 nos resume muy bien los hechos importantes de la vida del antiguo José:
«Llamó al hambre sobre aquel país, quebrantó el apoyo del pan. Delante de ellos envió a un hombre, José, vendido como esclavo. Sus pies vejaron con grilletes, por su cuello pasaron las cadenas, hasta que se cumplió su predicción, y le acreditó la palabra del Señor.
El rey mandó soltarle, el soberano de pueblos lo dejó libre. Lo constituyó señor sobre su casa, y sobre toda su hacienda soberano, para instruir a su gusto a sus magnates, y para que enseñase a sus ancianos a ser sabios.» (Sal 105, 16-22).
La primera parte del pasaje anterior describe una tierra acosada por la hambruna. En los tiempos del José del Antiguo Testamento, la gente de todo el mundo carecía de alimentos, pero Dios los proveía a través de José.
En los Evangelios, Jesucristo nace como un Niño, que necesita ser alimentado, y así como el pueblo de Egipto buscó comida en José, el jefe de la casa del Faraón, igualmente Jesús va a José, a quien Dios ha puesto sobre Su propio hogar, para hacer frente a las necesidades de la vida terrenal.
La descripción de José, atado con cadenas y una argolla de hierro, evoca las ataduras del pecado.
Durante mucho tiempo una tradición de la Iglesia ha sostenido que San José, el esposo de María, nunca cometió un solo pecado actual.
Sin embargo, a diferencia de María, no fue concebido sin mancha, naciendo con las ataduras del pecado original.
Sin embargo, así como el rey liberó a José, el hijo de Jacob, de sus cadenas y lo puso al frente de su casa, así también Dios liberó a José, el esposo de María, de las cadenas del pecado y lo puso como cabeza, al frente de la Sagrada Familia.
Y así como a través de José, el hijo de Jacob, Dios proveyó el alimento para el pueblo hambriento de Egipto y para su familia, también a través de José, el esposo de María, Dios Padre satisfizo las necesidades de Jesús.
En las Casas de Formación de la Provincia Dominicana de San José, se conserva la tradición de cantar una antífona a la hora de la cena, en honor de San José: Ecce fidelis servus et prudens, quem constituit Dominus super familiam suam.
Se traduce como «He aquí el siervo fiel y prudente, a quien el Señor puso sobre Su familia.»
Esta antífona nos recuerda la confianza que Dios depositó en San José en lo concerniente a la administración de Su hogar.
Además, dado que se reza en la cena, nos recuerda que José, con su mediación nos obtiene los bienes que necesitamos, como la comida con la que acabamos de alimentarnos.
Así como San José cuidó a María, cuida de la Iglesia, a la que María representa, y de todos los cristianos que pertenecen a la misma.
Si Dios Padre se complació en proveer a su Hijo, Jesús, a través de San José, tengamos la seguridad de que si recurrimos al Santo Patriarca como el fiel mayordomo de Dios, no nos faltará nada. En los tiempos de angustia y tribulación, id a José.
No es exacto. El número de cardenales electores actual no cambió el 17.
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El cardenal O´ Brien no perdió su derecho electoral el 17-3-2018, día en que alcanzó los 80 años de edad, sino el 20-3-2015 en que se aceptó la renuncia a los derechos y prerrogativas del cardenalato.
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El número de cardenales electores actual cambió el día 6-3-2018 al alcanzar los 80 años el cardenal Coccopalmerio. Desde entonces, el número de electores es de 117 cardenales.
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De aquí a final de año cumplen 80 años los cardenales Monteiro (29-3-2018), Van Nhon (1-4-2015) y Amato (8-6-2017). Por tanto, de haber consistorio en junio o dentro de este año, será un consistorio «de menor cuantía». Como dice siempre don Francisco, hay demasiados indios para pocos caballos.
Cambió el número de electores , el pasado 17 de marzo ; cuantos son en la actualidad entonces ? gracias.
En ese caso la noticia de El País es correcta. Pero juraría que en su día la prensa dijo eso.
DIOS lo reciba en su seno.
P.S. Una razón adicional e inatacable: lo que dice el propio sitio vaticano.
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La bio vaticana del cardenal O´Brien (1) recoge expresamente la pérdida de los derechos y prerrogativas inherentes al cardenalato en marzo de 2015.
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La bio vaticana del cardenal Groer (2) dice cuándo fue creado cardenal, cuándo se convirtió en arzobispo emérito de Viena y cuándo murió. De una eventual renuncia a sus derechos y prerrogativas, ni pío.
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Parece claro que, para el Vaticano, Groer murió tan plenamente cardenal como los demás cardenales creados desde mediados del XIX (salvo, claro, Billot y O´Brien).
(1) http://press.vatican.va/content/salastampa/en/documentation/cardinali_biografie/cardinali_bio_obrien_kmp.html
(2)
http://press.vatican.va/content/salastampa/en/documentation/cardinali_biografie/cardinali_bio_groer_hh.html
Pues no, Pincho. No lo recuerdo mejor. En aquella época yo todavía no había llegado a internet y por tanto podía consultar menos fuentes que hoy. Mi memoria, que no es mala, no llega al punto de saber si el Cardenal Groer renunció, como luego el cardenal O´Brien, a los derechos y prerrogativas del cardenalato.
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Una fuente por lo general muy fiable, la web del profesor Miranda, afirma que Groer fue obligado por Juan Pablo II a renunciar a sus derechos y prerrogativas el 14-4-1998. Lamentablemente, el sitio vaticano únicamente recoge el «Boletino» a partir de 2000 por lo que no veo medio de confirmar si fue así o no.
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Sin embargo, yo veo varias razones para sostener que NO fue así.
1) Las exhaustivas «Catholic Hierarchy» y «GCatholic» ignoran la pérdida de derechos de Groer, que en cambio sí explicitan respecto de O´Brien.
2) Las «Acta Apostolicae Sedis» de 1998 no recogen, salvo que yo no haya sabido buscar, le supuesta pérdida de derechos del austriaco.
3) Puede en cambio consultarse en el sitio vaticano el «Bolletino» de 24-4-2003 y en particular el telegrama «di cordoglio» por la muerte del cardenal Groer. Está en alemán y he tenido que usar un traductor, pero en absoluto parece el pésame por un cardenal depuesto. Es bastante cálido y en absoluto hace referencia a una situación peculiar del difunto. Incluso me parece entender que sale en justificación del cardenal atribuyendo expresamente su cese en 1995 a la enfermedad que ya se insinuaba.
4) Pueden encontrarse en la red diversos artículos sobre Groer de mediados de abril de 1998. Todos dicen que se le ha pedido que renuncia a sus funciones eclesiales. Pero no se dice que hubiera una renuncia semejante a la que años después afectó al cardenal O´Brien.
5) Incluso el mismo profesor Miranda se delata. Tras afirmar que «(Groer) relinquished all ecclesiastical duties and privileges as an archbishop and cardinal and left Austria, after he was asked to do so by Pope John Paul II, April 14, 1998», termina la bio añadiendo «Lost the right to participate in the conclave when turned eighty years of age, October 13, 1999.» ¿Cómo diablos iba a perder su derecho electoral en octubre de 1999 si había renunciado a su derecho en abril de 1998?
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Por todo ello, y salvo mejor demostración de la renuncia, yo creo que Groer fue cardenal «del todo» hasta el último dia de su vida. Se le obligó a cesar en sus funciones públicas; se le obligó a exilarse en Alemania y luego a confinarse en una abadía austriaca; se declaró por los obispos austriacos -Schönborn a la cabeza- la «convicción moral» de que era culpable… pero, siempre en mi opinión, Groer murió como cardenal sin merma alguna de sus derechos.
El consistorio es en junio, coincidiendo con la festividad de los santos Pedro y Pablo y poco después de que el cardenal Amato pierda el voto.Digo esto, porque luego no habrá vacantes hasta 2019.
Varios, lo que se dice varios, tampoco. Solo han fallecido dos en lo que va de año. Lehmann y O’Brien. Con una distancia de poco más de una semana.
El 2018 apenas comienza y ya son varios purpurados que han encontrado en juicio de Dios. Con toda probabilidad la sorpresa que nos guarda esta Pascua es in consistorio. Oremos.
Ojalá Escocia se quede sin cardenal un buen montón de años.Gabón, Togo, Camerún, Madagascar, Ruanda, Burundi y Congo-Brazzaville merecen un purpurado ya.
Algo así me sonaba, que presentó la renuncia como arzobispo por edad y entonces saltó el tema de los abusos. De todos modos me refería a la «dimisión» a sus derechos y prerrogativas como cardenal. Ud. seguramente lo recordará mejor, pero si no me equivoco Juan Pablo II le pidió que lo hiciera cuando todavía no había cumplido 80 años (y bastante después de haber sido sustituido en la sede vienesa…)
Pincho: hay una pequeña, pero alguna, diferencia. El cardenal Groer había nacido el 13-10-1919 y se retiró el 14-9-1995. Tenía 75´9 años. Formalmente la renuncia, aceptada con casi 76 años, se ajustó al supuesto común: haber rebasado los 75 años. Otra cosa es que el viniera siendo acusado de abusos, que no se probaron ni juzgaron. Por tanto, lo de que «dimitió por ese motivo» hay que matizarlo mínimamente: al menos formalmente, renunció, como cualquiera, por tener 75 años. El cardenal escocés, en cambio, cesó, obviamente forzado por las circunstancias, antes de llegar a los 75 años.
Parece ser que el mes pasado se cayó y se dio un golpe en la cabeza, rompiéndose además la clavícula. A partir de ese momento fue ya todo cuesta abajo.
La noticia de El País es inexacta. No es el primer cardenal que dimitió por ese motivo. El primero fue Hans Hermann Groër, cardenal arzobispo de Viena, a finales de los 90.
Los dos purpurados muertos este año no eran, en absoluto, de los más ancianos.Dos docenas de nonagenarios y otros muchos a punto de serlo constituyen una obviedad: cada vez son más viejos, con peor salud y menor tiempo de vida.Doña Guadaña, tras un par de meses de descanso, vuelve al ataque.