¿Fue el maldito Sariñena que se apoderó de alguien?

De Roma me dicen que tras la barrida de buenos sacerdotes españoles en la curia romana, devueltos a España con cajas destempladas y hasta sin un mínimo de educación y agradecimiento, los están sustituyendo por otros de más dudosa trayectoria. Ahora llega como oficial del la Congregación del Clero un aragonés, sin duda inteligente y brillante pero inmerso hasta el mismísimo pelo en esa olla de grillos desafinados que desde hace muchísimo tiempo son la corte del Yanero y la rémora para que la Iglesia en Aragón vuelva a ser lo que fue. Factótum en su diócesis, aunque ciertamente como el Guadiana, ahora volvía a estar el la cresta, más por su poder en la sombra y a la sombra del obispo que por sus cargos actuales, pero en Roma le están esperando ya. No entiendo bien este último movimiento de ficha pero el Yanero no da puntada sin hilo. ¿Querrán completarle el curriculum con servicios curiales? ¿Tal vez por el paso también por alguna universidad romana? A algunos con menos que él les han hecho obispos. Vicario general, párroco de una localidad importante en una diócesis de localidades poco importantes y director en la sombra de la gestión diocesana actualmente, pensé en calificarle de Rasputín paro me pareció excesivo y demasiado descalificador, le sobraban títulos para una mitra. Y perdida la ocasión de Tarazona y Barbastro-Monzón no hay ahora perspectivas aragonesas salvo traslado de Huesca y Jaca o Teruel, Zaragoza era demasiado,  en la revolución que tenemos en puertas. Pero habrá otras diócesis que no sean mañas. Aunque supongo, y espero, que el Yanero, por imperativo de la naturaleza, tiene ya 87 años, dejará de ser, o de intentar ser, muñidor de obispos. Pienso que Huesca gana con su partida y el obispo también. Pues eso es una buena noticia. A él desearle que los aires romanos, aunque hoy estén tan revueltos, le sirvan a su persona y a su eclesialidad.