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¿Fue cosa de Josito?

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¿De Osoro? ¿Algo tuvo que ver esta cigüeña?

Es igual. Lo importante es que eso de pastoral e innovación ha tenido que envainársela. Seguro que reconcomiéndose.

Pues, qué vayan aprendiendo. Que, de jositadas, las justas.

http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=34916

 

Comentarios
7 comentarios en “¿Fue cosa de Josito?
  1. SÉQUERE AGNUM

    Sigue el cordero

    Fray Damián Day OP
    22 de Mayo de 2019

    Mirando desde la orilla del río, el Bautista «vio a Jesús mientras se acercaba y dijo: ¡He aquí el Cordero de Dios!» (Jn 1, 36).
    Sus discípulos entendieron el subtexto: Sigue al Cordero.

    ¿A dónde, vas oh Cordero? ¿Dónde moras? Éste es el anhelo del corazón del discípulo: El deseo de permanecer con el Señor.
    Ante tal deseo, el Cordero cursa una invitación: “Venid y ved.» Venid, seguidme, caminad conmigo a donde Yo voy. (cf. Jn 1, 36-39).
    Vinieron, vieron y recibieron el mandamiento del amor. Cumplid este mandamiento, dijo el Cordero, y «permaneceréis en Mi amor, así como Yo he guardado los mandamientos de Mi Padre y permanezco en Su amor.» (Jn 15, 10).
    Aquí, por fin está la respuesta: El Cordero de Dios mora en el amor del Padre.

    Guíame, oh divino Cordero, a los pastos que no se agotan.
    El Cordero de Dios guía a otras ovejas a compartir el amor de Su Padre. Sus ovejas siguen al Cordero porque vino «para que tengan vida y la tengan en abundancia.» (Jn 10, 10).
    Atrae a la vida en abundancia del amor del Padre a todos los que permanecen en Él.

    ¿Cómo podremos morar en Ti, oh Cordero? “Quien guarda Su Palabra, ciertamente en él el amor de Dios ha llegado a su plenitud. En esto conocemos que estamos en Él. Quien dice que permanece en Él, debe vivir como Él vivió.» (1 Jn 2, 5-6). Sigue la mirada del Bautista. Mira por donde camina el Cordero.

    ¿Por dónde caminas, oh Cordero? «Todos andábamos como ovejas errantes, cada cual seguía su propio camino, y el Señor descargó sobre Él la culpa de todos nosotros. Como un cordero llevado a la matanza,» caminó por el itinerario de la cruz. (Isaías 53, 6, 7). Ven, toma tu cruz y sígueme. (cf. Mateo 10, 38).

    ¿A dónde llevas esta cruz, oh Cordero? El Vidente vio una gran muchedumbre, con vestidos blancos. Son los «que siguen al Cordero doquiera que va.» (Ap. 14, 4). Habiendo soportado la gran tribulación, están delante del trono de Dios.
    No habrá más lágrimas, ni más llanto, ni dolor silencioso, ni más dudas aplastantes, ni más angustia agobiante: “Porque el Cordero en medio del trono será Su pastor, y Él los guiará a las fuentes de agua viva. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.” (Apoc 7, 13-17).
    El Cordero nos conduce a través de la cruz a la abundancia de la vida eterna.

    ¿Dónde obtendré la fuerza para soportar el sufrimiento y las pruebas, oh Cordero?
    Elevando la Sagada Forma el sacerdote dice: “¡He aquí el Cordero de Dios!” Sigue al Cordero.

  2. El que acuñó lo de «jositadas» sí que ha sido un forjador de lenguaje. Sigamos los hablantes su claro ejemplo, y demos carta de naturaleza al neologismo utilizándolo: jositadas, no hay más…

  3. Siga Ud. P.P. «firme el ademán» en nombre de Jesucristo. Es Ud. su mejor centinela.
    !Gracias! Sólo Ud. y unos pocos saben que se ha infiltrado en la Iglesia.
    Los demás, o flotan o cooperan con el invasor «infiltrado».

  4. Internet tiene lo bueno y lo malo. Entre lo bueno tiene que muchos curas ya no pueden hacer fantochadas en las misas porque les sacan en youtube. Para ellos malo para el resto bueno porque al menos están empezando a celebrar con más dignidad. Y en estas cosas pues lo mismo aparecen por todas partes, lo mismo que en la casa esa encantada de Italia, que nos quisieron vender la moto de que era de una pobreza extrema, y luego salieron las fotos que se hicieron virales que de eso nada. Todo tiene dos caras.

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