En Specola:
«Hoy estamos ante el lío montado por el Papa Francisco como resultado de su audiencia a judíos y palestinos, presente en todos los medios. En Secretaria de Estado han trabajado no poco para conseguir este encuentro por separado. Sabemos, en el Vaticano se sabe perfectamente, que ‘soltar’ al Papa Francisco es un riesgo de fracaso casi seguro, pero no tenemos a otro y el papa es el papa. Sin duda que la edad, su locuacidad innata y vacía, sus tratamientos médicos y lo que queramos añadir, le llevan a resultados muy indeseados que cierran puertas y cabrean a todo el mundo. Este encuentro no tenía otro fin que salir en los medios. Pero el Papa Francisco improviso, una vez más, y hay quienes se quejan que habló de «genocidio». Durante la audiencia general, habló de «terrorismo». Sin entrar en el fondo de la complicada situación no llegamos a entender que se hable con tanta frivolidad y superficialidad de temas tan delicados.
Dos audiencias separadas, primero con las familias de los rehenes de Hamás y luego con un grupo de palestinos de Gaza. El mismo Papa Francisco lo cuenta: «Recibí dos delegaciones, una de israelíes que tienen familiares como rehenes y otra de palestinos que tienen familiares cautivos en Israel. Sufren mucho. Las guerras hacen esto, pero aquí hemos ido más allá de las guerras: esto no es guerra, es terrorismo». Los asistentes cabreados: «No puede haber equivalencia entre Hamás, que es una organización terrorista y protege a los civiles, e Israel, que defiende a los civiles». Otro familiar expresa su «decepción» porque el Pontífice «no mencionó a Hamás y no habló de ella como de una organización terrorista». Dado el sonoro fracaso del encuentro, el propio Parolin tiene que salir a explicar: «Es difícil complacer a todos. El Santo Padre se refiere en términos genéricos, pero quien quiere entender, entiende, no es necesario entrar en detalles».
Lucetta Scaraffia aborda las dificultades del Papa Francisco como mediador en los conflictos actuales en Ucrania y Oriente Medio. Dificultades que se derivan de la figura de pontífice/diplomático que Francisco pretende encarnar: un papel que históricamente no forma parte de las tareas y prerrogativas del Papa. «El Papa sigue siendo hoy una figura religiosa autorizada, sin duda, pero a nivel moral y espiritual, ciertamente no a nivel político». «El Papa Francisco evidentemente piensa que puede actuar como pacificador simplemente manteniéndose cuidadosamente por encima de las partes». «Un antisemitismo que hoy por primera vez la Iglesia puede afrontar abierta y valientemente sin sentirse responsable de ello. Parece que la Iglesia no tiene claro que denunciar el antisemitismo en todas las formas en que es recurrente, que lejos de significar ponerse del lado de Netanyahu o caer en la islamofobia, significa simplemente denunciar a una enfermedad de una parte de Occidente y desgraciadamente de gran parte del Islam».
Francisco, «el relator», cada vez peor… Perdón me ha salido un ripio tonto; iré a las concentraciones de Ferraz a corearlo seguro que arrasooooooooo!
en seri, alguien debería decirle al porteño bergoglio que calladito se ve mas bonito.
Todos estamos necesitados de conversión. TODOS, TODOS, TODOS.
Iba a escribir algo, pero he pensado que mejor no, porque alguien pensaría que falto a al obediencia debida.
Es una gran calamidad vestida de blanco. Un Midas al revés.