Lo que muchos veníamos reclamando contra una traducción adulterada, digamos interpretativa para ser políticamente correctos, cosa que me trae sin cuidado, por oficial que fuera, resulta que con el tiempo y una caña hemos terminado teniendo razón. Y oficialmente. Si es que el protestar, cuando hay motivo para la protesta, acaba dando resultado.
Me alegra muchísimo el que por fin las palabras de la consagración vuelvan a ser las que debían. Pero ello, y según lo que leo en Infovaticana y en Religión Digital, me lleva a dos consideraciones.
La primera es que los traditori de la fórmula, que no era ninguna bagatela sino las palabras más esenciales de nuestra fe, se han cuberto de… lo que quieran. Es indiferente que en la traducción de la resurrección de Lázaro la versión oficial española diga que ya hiede, huele mal, el olor será muy desagradable o algo similar. Pero alterar las palabras de Cristo, aunque sea interpretativamente, me parece muy grave. Nuestros liturgistas oficiales metieron la pata hasta el corvejón. Bueno sería que conociéramos los nombres de los que se equivocaron en el empeño que ha precisado ser corregido. Por la Iglesia. Y debemos tomar nota de que los liturgistas se equivocan en ocasiones. Algunos ya lo sabíamos pero ahora queda constancia oficial de ello.
Y de ser cierto lo que Infovaticana dice, no tengo por otra parte motivo para dudarlo, respecto a que la Iglesia de España reclama una «generosa acogida» sacerdotal a la nueva fórmula, que es la de siempre hasta que estos genios de la Liturgia la modificaron, decir que no entiendo lo de «generosa». Porque no se requiere ninguna generosidad sacerdotal. Acogimiento y punto. Supongo que la inmensa mayoría de los sacerdotes españoles acogerán sin el menor problema la nueva fórmula. Y no pocos encantados. Los responsables del desaguisado que ahora ha habido que corregir no se merecen que se les pidan generosidades. Aunque estén reconcomidos por el fracaso de su originalidad. Sólo acatamiento. La generosidad es la de la Iglesia al no pedirles responsabilidades. Por mentecatos. Aunque ellos se tuvieran por lumbreras litúrgicas. Y embarcaran a la Iglesia en lo que ha sido necesario rectificar. Por equivocado.
http://infovaticana.com/2016/10/07/pro-multis-llega-espana/
http://www.religionenlibertad.com/llega-cambio-consagracion-del-caliz-espanol-por-52401.htm (que lo explica, en mi pobre opinión muy bien explicado)
En la presentación del nuevo libro oficial de la liturgia en España estuvieron presentes el arzobispo de Madrid, vicepresidente de la CEE, el secretario de la misma, el obispo de León, presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia y dos sacerdotes con responsabilidades en ese tema. Inmediatamente identifiqué a cuatro y me he enterado de quien es el quinto por Religión Digital.
Creo que ni Don Carlos ni Gil Tamayo tuvieron el menor problema con su participación en el acto. Ni son liturgistas ni han tenido nada que ver con la fórmula que acaba de desautorizarse. Ellos a lo que la Iglesia diga, como debe ser. Los dos sacerdotes, jóvenes todavía, sí lo son. Ignoro lo que podrán pensar al respecto pero lo que es evidente, por su edad, que no tuvieron nada que ver con la traducción que en su día se hizo y que hoy rectifica la Iglesia. Nos queda el obispo de León, Don Julián López, que pertenece, y con conocimientos notables en la materia, a la vieja escuela que ha quedado de algún modo desautorizada. Su presencia indica no poco. Aunque no sé si por convencimiento o por simple obediencia a lo que la Iglesia dispone. Mejor sería lo primero pero lo segundo es también aceptable. Personalmente, para él, sería penoso el lo acato pero me repatea. Pero eso es ya cosa suya. Por mucho que mi deseo sea que no se repatee.
Lo verdaderamente importante es que la fórmula de la consagración, que son las palabras de Cristo, no las sometamos a cambios lexicológicos que hasta pudieran hacerla inválida. En cuyo caso no habría misa ni transubstanciación. No quiero decir con esto que la fórmula de la que ahora se prescinde la invalidara. Pero hay cosas con las que no se debe jugar. Por si acaso.
Por los datos que aportan, resulta que la Iglesia española es la más desobediente con el Vaticano, la que hace lo que quiere. Y si eso hace en asunto tan grave como la Consagración qué no hará en otros.
Esperemos que la inminente visita a España del Secretario de Estado Pietro Parolin enderece de una vez a la Iglesia en España. Que desde hace cincuenta años hay algunos muy poderosos que hacen de ella su sayo.
Estupendo, ahora ya solo queda el Padrenuestro, el Ave María, Gloria, Credo, Sanctus,…
No lo creo, porque la recién inventada fiesta de la «apóstola» es de anteayer mismo, y ya ve que en corregir cuatro cosas -no han corregido todo- han tardado una década. Me sorprendería que en cinco meses cambien eso -lo cual, por otro lado y con la que está cayendo en la Iglesia, es lo de menos-.
¿Alguien sabe si la elevación de la categoría litúrgica de la onomástica de Santa María Magdalena de «memoria obligatoria» a «fiesta» ya está recogida?
¿Ey, Blogger, le pagan la publi en los comentarios del Blog? 😉
En mi comentario anterior, donde dice «consubstantialis Patri», léase «consubstantialem Patri».
Catholicus. Se entiende perfectamente lo que quiere Ud. decir, pero supone mucha formación entre el pueblo fiel para esas disquisiciones teológicas. Y no espere que nadie les explique, cuando se realice, el cambio.
Otra cosa son los obispos… Pero me temo que incluso entre ellos la cosa está cortita teológicamente. Bien por el cambio, bien por esa reformilla. Pero le digo que el común de los fieles ni se van a enterar.
Donde dice «transcrición», debe decir «transcripción».
Epíscopo: Muy bien el mensaje. Pero sigo pensando que de los adulteradores ¿qué? Porque es evidente ya que adulteraron.
Como ya se ha dicho, España es de los últimos países donde se ha implementado la correcta traducción del Misal Romano, 10 años después de que lo decretara Benedicto XVI y más de un año después de que el Papa Francisco usara la formula de consagración correctamente traducida en español.
Pero en la nota de prensa y el comunicado de la CEE, lo que se oculta es que el cambio se debe a que ésas fueron las palabras dichas por Nuestro Señor, como recogen los Evangelios y la versión oficial del Missale Romanun, y no simplemente «porque lo mande Roma», como parece dar a entender. Y otra de las explicaciones que da intenta «puentear» tanto al Concilio de Trento, como a Benedicto XVI, diciendo que aunque ahora se dirá «por muchos» sigue queriendo decir «por todos los hombres».
Lo cual deja entrever que no se trataba de un problema meramente lingüístico, sino principalmente teológico, y que los obispos españoles se resisten a aceptar que dicha fórmula alude al aprovechamiento o frutos de la Redención -que no es automática-. Literalmente Cristo dijo «…que por vosotros y por muchos será derramada en remisión de los pecados…». Es decir, se refiere expresamente a aquellos a quienes les serán redimidos los pecados por la efusión de su Sangre, que obviamente serán muchos, pero no «todos los hombres», como se ha querido dar a entender en las últimas décadas, fomentando en los fieles -poco o nada formados- la errónea creencia en la salvación automática y universal de todo el mundo.
A quien interese, aquí pueden leer la transcrición literal de la nota de prensa de la CEE y mi explicación al respecto:
http://catholicvs.blogspot.com.es/2016/10/el-pro-multis-llega-por-fin-la-misa-en.html
Quedan pendientes de corregir otras traducciones «libres» de las oraciones del Misal: «paz a los hombres que aman al Señor» («pax hominibus bonae voluntatis»); «de la misma naturaleza que el Padre» («consubstantialis Patri); «Santo es el Señor Dios del Universo» («Sabbaoth»); «pero una palabra tuya bastará para sanarme» («sed tantum dic verbum et sanabitur anima mea»)…
El episcopado español debe de ser uno de los pocos del mundo que aún no había implementado la traducción del «pro multis» decretada por Benedicto XVI.
Les emplazo a que lean el mensaje que acaba de publicar la Comisión de Liturgia de la Conferencia Episcopal sobre «Celebrar la Eucaristía con el Misal Romano». Creo que presenta unas consideraciones importantes que todos deberían saber.
http://www.conferenciaepiscopal.es/celebrar-la-eucaristia-con-el-misal-romano/
Ojalá me equivoque, ojalá. Pero creo que esta traducción propiciará que todavía haya más abusos. Si muchos se negaban a decir el «por todos los hombres» por considerarla machista y decían otras palabras -no me meto en la validez o invalidez del acto-, ahora, diciendo «muchos», seguirán erre que erre. Pero se les sumarán más. Lo dicho: ojalá me equivoque. El tiempo dirá si es o no es así.
Alabado el Señor, su palabra es luz, sea nuestro Sí a la Gracia, sostenido por la perseverancia, hasta el momento de nuestra muerte física, para así estar entre esos muchos, que nacen a la vida eterna.
Mira que si hubiéramos estado sin asistir REALMENTE a Misa durante tantos años…!