| 18 marzo, 2017
Era arzobispo emérito de Praga. Tenía 84 años.
Creado cardenal por Juan Pablo II en el consistorio de 1994 le aceptó la renuncia Benedicto XVI en 2010. Sólo participó en el Cónclave que eligió Papa al cardenal Ratzinger.
Descanse en paz.
Descanse en paz, amén.
Estuve en Roma en aquellos días y asistí por casualidad a la ceremonia de la entrega del anillo en aquel entonces en la misma plaza de San Pedro. Al terminar pasó junto a mí con el grupo de diocesanos que le acompañaban y vitoreaban en aquel día de alegría.
La Iglesia checa acababa de salir del horror de la persecución comunista. Era el sucesor del cadenal Tomasek que se mantuvo en el puesto hasta ya cerca de los 90 años también por los constantes obstáculos a los nombramientos episcopales, como aún sucede en la China Roja actualmente.
Le besé el anillo con afecto y veneración.