Le faltan dos meses y dos días para pasar necesariamente al ostracismo por cumplir el 6 de marzo ochenta años. Salvo decisión extrañísima del Papa, aunque posible, de prorrogarle en la Presidencia del Pontificio Consejo para los textos legislativos, que ocupa desde hace ya más de diez años, el quince de febrero hará once, y hasta de relevarle, en persona o a todos los mayores de ochenta años, de la imposibilidad de asistir a un eventual Cónclave que se pudiera producir pasado el 6 de marzo.
A mí este cardenal me parece deplorable pero el Papa Francisco debe tener otro criterio. Ha protagonizado recientemente un monumental escándalo vaticano según ha referido la prensa de orgías homosexuales y consumo de drogas. No él personalmente sino su secretario. Del que se dijo, con razón o sin ella, que este Coco quería hacer obispo. Lo del ático del impresentable Bertone parece una minucia.
Pero Bertone sigue en su ático y Coccopalmerio en su presidencia. Se comprende que haya quien dude o no se crea que el Papa esté decidido a lavar la imagen de una Curia corrupta. Al menos en algunos casos. Que todo sea un bla, bla, bla sin la menor consecuencia.
No digo que este Coco, ya más que pasado, estuviera en las orgías digamos presuntas de su secretario. Pero vaya acierto con sus colaboradores. Para echarle inmediatamente por necio en el caso de que no fuera encubridor. Y prefiero inclinarme por lo primero.
Tanto amor del Papa y tanto sostenimiento no dejan en buen lugar al Pontífice ni a sus deseos de sanear la Curia . Espero que en días, mucho se ha tardado, se caiga definitivamente de la palmera, el cocotero o el alcornoque este cardenal.
Imaginemos que Coccopalmerio es relevado por alguien peor que él antes del consistorio de junio de este año.Imaginemos que a su sustituto le cae encima un capelo.¿Qué habrá ganado la Iglesia?Sustituir a un purpurado pésimo por otro peor y, quizá, italiano (estoy de italianos hasta el cogote).Dejen estar a Coccopalmerio hasta pasado el consistorio y así, su sustituto no tendrá capelo hasta 2019.Y en cuanto a que su permanencia desprestigia a la Iglesia, pues sí, pero como él y peores que él los hay por docenas (y entre los cardenales, unos treinta o cuarenta son peones del Enemigo, y eso lo sabemos todos).
Y al Secretario de Benedicto XVI no le hará lo mismo que al Cardenal Muller.
Padre Canali, aunque Francisco quisiera no podría mover a Monseñor Ganswein de la curia. ¿Dónde iba a ir? No hay sedes en Alemania a su nivel. Ningún arzobispado está vacante, por ejemplo.
Pero padre Canali, hasta la fecha ha venido compatibilizando esas funciones con otras responsabilidades (no poco absorbentes, precisamente…) No me extrañaría que la justificación para removerle de la Prefectura de la Casa Pontificia fuera precisamente poder dedicar más tiempo a la atención del Papa emérito. Tal vez incluso a petición propia.
En línea con lo que comentaba Roberto: hay que ir pensando también en la sucesión del cardenal Bagnasco. En su día (hablo de 2013-2014) la prensa italiana barajó precisamente el nombre de Forte como candidato a la sede genovesa. Fue cuando Francisco destituyó a mons. Crociata como secretario de la CEI para hacerle obispo de Terracina, cuando todo el mundo esperaba que pasara a responsabilidades más altas, como había sido costumbre al menos desde los tiempos de Pablo VI (incidentalmente, Crociata fue el firmante de aquel desafortunado telegrama de felicitación al «Papa» Angelo Scola cuando se anunció la fumata bianca).
Cierto, no había valorado esas opciones. Durante mucho tiempo se habló del Cardenal Tagle como papable pero actualmente suena mucho el actual Secretario de Estado. Respecto a Galantino, sería preocupante que fuera a Génova aunque creo que en la sucesión influirá el Cardenal Bagnasco que, por cierto, fue consagrante en su ordenación episcopal. Los nombramientos en Italia no han sido buenos con Francisco -me quedo corto con que no han sido buenos- así que podemos esperar cualquier cosa con ellos.
Monseñor Gänswein , mientras siga con vida el Papa Benedicto, a quien Dios guarde, se manendrá a su lado para cuidar del Pontífice, como Secretario y Capellán del mismo.
el cardenal crocopalmerio ha demostrado ser muy bergogliano, por ende ha gozado y goza de impunidad absoluta. pero desde marzo de este año dejara de ser cardenal elector, por ende, un voto menos para lo peor del colegio cardenalicio. algo es algo.
Forte… o Galantino. Ambos son candidatos a la sede de San Jenaro, a cuál peor.
En cuanto a lo de la Secretaría de Estado: muy cierto. En principio uno se jubila Secretario de Estado, a menos que… Y en ese «a menos que» es donde tal vez entraría Mamberti, como brazo diplomático del Papa Parolin. Tenga en cuenta de todos modos que, siendo el actual Secretario de Estado tan joven, no cabe tampoco descartar que le suceda como a Merry del Val, y que el próximo Pontífice (si no es él mismo, cosa que como digo está por ver) decida prescindir de sus servicios en esa responsabilidad.
Sería nombrado cardenal.
Actualmente sigue en un arzobispado mediano pero pueden nombrarlo para esa sede porque fue ordenado sacerdote allí. No es una sede cualquiera.
Me preocupan Nápoles y Forte actualmente. La sucesión en Nápoles y que Forte vaya allí.
Saludos de nuevo. Tiene usted razón en muchas cosas, aunque Secretario de Estado dudo que se nombre al Cardenal Mamberti pues para ello el Cardenal Parolin es más joven y tendría que dársele otra responsabilidad y, según sé, todos los últimos Secretarios de Estado anteriores a él se han retirado en ese cargo. A mí me lo han comentado hace poco lo de Monseñor Arrieta, aunque no descarto que se le den otras responsabilidades. No obstante, si fuera al tribunal de la Signatura Apostólica se le nombraría cardenal muy posiblemente. Muchos cardenales españoles me parecen.
Ah, pues tiene Ud. razón. Calcagno está a punto de presentar la renuncia. Parece entonces que no le queda ya mucho recorrido en la curia.
En cuanto a lo de Mamberti… efectivamente no es jurista y su nombramiento fue bastante sorprendente. Razón de más para sacarle de la Signatura Apostólica. Donde es seguro que no se jubilará. Y Secretario de Estado no lo van a nombrar, al menos no por el momento. En cuanto a lo de que solo lleva un trienio… pues si se fija de entre los últimos prefectos varios de ellos han ocupado el cargo un periodo similar, o incluso inferior. Piense en Silvestrini (3 años), en Grocholewski (1 año), en Vallini (3 años)…
En cuanto a mons. Arrieta, lleva muchos años diciéndose eso que Ud. apunta. Sinceramente no lo veo en Textos Legislativos con un Papa jesuita. De promocionar, me lo imagino en un puesto más de gestión (y parece que el Papa actual valora sus dotes como gestor, porque en su día le nombró presidente de la comisión para la reforma del IOR). Antes que en Textos Legislativos lo veo tal vez como responsable de la secretaría para la economía, o de la administración del patrimonio, o incluso presidiendo la Signatura Apostólica.
Un saludo. Amigo Pincho: el cardenal Calcagno cumple 75 años el mes que viene. Difícilmente va a ser nombrado para ningún cargo a esa edad. Y otra cuestión: ¿Tras tres años el cardenal Mamberti va a cambiar de responsabilidad con lo polémica -vamos a decirlo así- que fue la decisión de nombrarle Prefecto del Tribunal de la Signatura Apostólica? ¿Y además a quién se nombraría para ese cargo entonces? Lo del Cardenal Sarah y monseñor Rocha que usted comenta puede ser posible y lo veo mucho más factible pero no lo otro. A mí me han comentado que a Textos Legislativos irá Monseñor Arrieta. No lo veo pero mis fuentes dicen eso. No son las del estimado bloguero ni mucho menos pero eso dicen. A saber.
Den ustedes tiempo. La opinión pública es volátil, y la voluntad de los periodistas muy caprichosa. Hoy les cae en gracia Francisco y de momento le siguen bailando el agua (aunque es agua que cada vez está más tibia). Mañana puede decir algo sensato que les tuerza el gesto, o que toque los intereses financieros de algún magnate judío, y se acabó la luna de miel con la prensa atea. Y en estos momentos tienen ya todos los argumentos del mundo en su mano para dar la vuelta a la imagen pública del Papa en cuestión de horas: escándalos financieros, escándalos sexuales, escándalos de drogas, escándalos diplomáticos, escándalos de corrupción, mala gestión, desgobierno… toda la basura que ellos quieran airear y más.
Francisco es rehén de su imagen pública como ningún otro Papa lo ha sido (salvo quizás Pablo VI).
Pincho, te equivocas. A los enemigos de la Iglesia no les interesa un papa de reformas para que la Iglesia salga repristinada sino un papa destructor de la Iglesia católica. ¡ Cuanto peor, mejor ! Quieren una iglesia sin doctrina y corrupta, cuanto más mejor. Francisco colabora adecuadamente en los dos frentes. Por eso le aplauden a más no poder.
Ya se ve que la mafia gay vaticana de las tres ces : Capella, Capozzi, Coccopalmerio, en sintonía con la mafia de san Gallen, es la que domina el vaticano, la santa sede, no tan santa, y la iglesita francisquita de la misericorditis, incrustada en la Iglesia católica como un cuerpo extraño, pero que se está haciendo con ella, ante el silencio connivente de todos los obispos menos 5 que han dicho basta, hasta aquí hemos llegado, y que serán perseguidos por los esbirros de la misericorditis sin misericordia, por no aceptar ni siquiera el divorcio, como exige el pensamiento único.
Pincho: haga lo que haga, Francisco ya pasará a la Historia como el reformador de la Iglesia. Hoy día no valen los hechos, sino la imagen que imponen los medios de comunicación, y estos ya han fijado su imagen de Francisco, aunque no se corresponda con la realidad.
La prórroga de Coccopalmerio no es tan extraña. Es similar a los de otros cardenales, como Meisner, Lehmann y, parece también, Amato, a los que no se aceptó la renuncia hasta que cumplieron ochenta años. Es el caso opuesto de otros cardenales muy dignos como Grocholewski, Scola o Rivera. Todo depende de cómo le caigan personalmente al Papa.
Ah, y se me olvidaba: también se ha hablado de que mons. Gänswein cambiaría de dedicación, y que el arzobispo Becciu estaría en la «pole position» para destinos más altos (tal vez presidente del Governatorato, si no asciende mons. Vérgez).
A Gänswein según se dice no lo mandarían de vuelta a Alemania. Al mismo tiempo es joven y no parece tener mucho relumbrón. ¿Tal vez podría ir a la penitenciaría, y Piacenza a la Orden del Santo Sepulcro? Es especular por especular.
Y entrando en el tema del post, que divago: en mi opinión Cocopalmerio está más que amortizado, al igual que el cardenal Amato. En los próximos meses se procederá al relevo de ambos sí o sí. Lleva tiempo diciéndose que algún secretario de dicasterio ascenderá y que presenciaremos un baile de cargos curiales, y tal vez alguna incorporación desde fuera (pero ya cardenalicia).
En este sentido, no sería raro que a Coccopalmerio le sucediera Mamberti, que a Causas de los Santos fuera Sarah y que en Culto Divino ascendiera Roche, como se viene diciendo. También se ha dicho en los últimos meses que Filoni podría cambiar de destino. Y habría que cubrir la ausencia del cardenal Pell. Uno de los tapados podría ser el cardenal Calcagno, que según dicen tiene gran sintonía con Francisco y se sienta a comer con él a menudo.
Iremos viendo.
Esto puede llegar a ser un verdadero problema, tanto para el Papa como para sus apoyos en los medios de comunicación. De momento controlan la situación, pero Francisco está a punto de entrar en una espiral de pérdida de credibilidad ante el mundo, ese mundo secularizado que tanto le ha aplaudido hasta ahora. Porque una cosa es llegar al cargo presentado como el Gran Reformador, criticando severamente el «status quo», supuestamente para implantar un estricto programa de limpieza contra la corrupción, y otra es llevar ya cinco años al frente de la Iglesia sin haber cambiado absolutamente nada (e incluso al revés: mareando la perdiz con comités absurdos como el Consejo de Cardenales, tratando de encubrir escándalos mayúsculos y dando marcha atrás en temas como el de la transparencia financiera). Él sigue denunciando la corrupción de la curia y de la Iglesia y arremetiendo contra los molinos de viento del supuesto catolicismo preconciliar cada vez que tiene oportunidad, pero ahora ya se le podría decir perfectamente: «sí, muy bien, pero ¿y usted que ha hecho en estos cinco años para poner remedio a todos esos vicios, a todos esos abusos y a toda esa corrupción que tanto dice que le preocupan?»