Me quedo con el candidato que va en cabeza en las elecciones de Costa Rica y regalo para quien lo quiera al cardenal arzobispo de Munich. Y si no lo quiere nadie por mí al cubo de la basura.
A eso hemos llegado. Algo se está haciendo muy mal en la Iglesia. Y alcanzar esas cotas de desmadre en las que ya los protestantes nos dan hasta lecciones de coherencia con la doctrina de Cristo no es obra de una persona aunque responsabilidad indudablemente tenga. El cardenal Marx no es católico. Y si el que debería decírselo no lo hace se lo digo yo.
http://www.abc.es/internacional/abci-evangelista-fabricio-alvarado-gana-primera-ronda-elecciones-costa-rica-201802050651_noticia.html
Marx recurre al ‘discernimiento pastoral’ como pretexto para bendecir uniones homosexuales
Es seguro que al cardenal le trae sin cuidado lo que yo pueda decirle. Le pago con la misma moneda. Me paso por cierto sitio lo que dice el cardenal.
Canali: Quizás no me expliqué bien, pero quise decir lo mismo, que ese tipo uniones no se debe bendecir. Pax
la opinión del blogger poco o nada cuenta, y a un así al troll franciscote le fascina rebuznar en el blog del blogguer cuya opinión poco o nada cuenta. típico caso de masoquismo!
Muy de acuerdo con Atenea en la consideración de que el último Papa que se legitimó plenamente como Sumo Pontífice de la Religión Católica, por cierto única verdadera de la Iglesia de Jesucristo, fue Pío XII que estuvo en la línea ortodoxa de la praxis moral y sacramental de sus antecesores y muy en particular de Pío XI por la época común en que vivieron ambos, a quienes les fue contemporáneo el Ecumenismo Interconfesional de la interreligiosidad que Pío XI como Papa solamente católico sin iterconfesionalizar, dejó dilucidado para los católicos al prohibir semejante mixtura en su Encíclica «Mortalium animos» puesta en vigor en 1928, hace tan solo noventa años, y que los prelados mayoritarios del Vaticano II se permitieron conculcar en los textos ambivalentes de Concilio Pastoral al abrir el proceso Interconfesional y proclamarse ellos mismos Ecuménicos Interconfesionales cuando habian entrado en Concilio como Ecuénimos Católicos, trasvase de Ecumenismo Católico a Ecumenismo Interconfesional.
En este sentido los teologantes-tesosofantes de la Escuela de Bolonia fundada por el manipulador del Concilio Dossetti y el historiador Alberigo como puerto de arribada de todos los que estuvieron en las ideologías religiosas de la revista Concilium hija del IDO-C de Ivan Illich y su cuadrilla, en ese sentido tienen razón cuando en su Historia del Concilio aseguran que fue de ruptura y cuyo redactor en este concreto tema fue un tal Tagle que al presente es Cardenal y tapado sucesor del papa-obispo Bergoglio.
De una trascendencia total como se refleja en las palabras del cambio de 180 grados que Kasper atribuyó como mérito a la Alegría del Amor que supone en sus palabras dejar en blanco 1.500 años de Catolicidad y aún más por todas las terminales que se implantaron en casi todas la diócesis de los Institutos de las Ciencias Religiosas en lugar de Facultades de Teología Católica, Institutos que derivan de la escuela de Bolonia que lleva ese nombre de Instituto de las Ciencias religiosas.
En consecuencia desde Pablo VI, fallecido en el interim Juan XXIII, los papas han ido convirtiéndose como es evidente, paulatinamente a más interconfesionales hasta llegar a un punto en que no es claro si se sigue confesando a los papas-obispos de Roma como lo que en realidad eran y deberían ser desde San Pedro: Sumo Pontífice de la Religión Católica que hasta Pio XII no cabe duda, pontificado que se vio embestido por cardenales interconfesionales de mentalidad, como Tisserant, Bea, Roncalli, Montini y tantos más, hasta el punto de que Pío XII hubo de elegir como su secretaria a la formidable monja Sor Pascualina, muy capaz de hacerles frente y erigirse en dique de protección de Pío XII.
Son las realidades que es inútil que se quieran echar en olvido o causen cierto temor removerlas. Pero la legitimación es bien sabido que pertenece al ejercicio aunque las investiduras sean legales.
Canali eso lo dices tu. Es tan solo tu opinión… Que al fin y al cabo poco o nada cuenta, como la del autor de este Blog. Otra cosa es que no os guste la gente que gobierna la Iglesia. Pero esto no es una cuestion de gustos… No se es Iglesia cuando estaba Benedito y ahora que no me gusta este le hago guerra. Acepten a este Papa que há sido elegido con el auxilio del Espirito Santo. O solo creeis en el Espirito Santo a medias. Es como hacer una Iglesia a mi medida. Si me gusta es cosa del espirito Santo y muy bien, si no me gusta, pues a hacerles guerra. De que lado estais?
Cierto que no es doctrina sobre la ley natural, al fin y al cabo objeto secundario del magisterio infalible, sino perteneciente o próxima a la fe católica.
«La celebración anual de esta fiesta recordará también a los Estados que el deber del culto público y de la obediencia a Cristo no se limita a los particulares, sino que se extiende también a las autoridades públicas y a los gobernantes; a todos los cuales amonestará con el pensamiento del juicio final, cuando Cristo vengará terriblemente no sólo el destierro que haya sufrido de la vida pública, sino también el desprecio que se le haya inferido por ignorancia o malicia. Porque la realeza de Cristo exige que todo el Estado se ajuste a los mandamientos divinos y a los principios cristioanos en la labor legislativa, en la administración de la justicia y, finalmente, en la formación de las almas juveniles en la sana doctrina y en la rectitud de costumbres» (Pío XI, encíclica Quas primas, sobre la realeza de Cristo e institución de su fiesta, 1925, nº 20).
«La Iglesia debe estar separada del Estado, y el Estado debe estar separado de la Iglesia» (Syllabus, 1864, proposición 55, condenada).
«En la época actual no es necesario ya que la religión católica sea considerada como la única religión del Estado, con exclusión de todos los demás cultos» (Syllabus, 1864, proposición 77, condenada).
Pero…Urbel: No vamos a poner las relaciones Iglesia-Estado, cuya buena armonía siempre es deseable, al mismo nivel que lo concerniente a la ley natural, pues dichas relaciones, ya sea en la confesionalidad o separación, son un tema de ley positiva.
Señor Cigoña. Tiene usted razón, pero los evangélicos son tan protestantes como los luteranos, los calvinistas o los anabaptistas. Lo triste es que el catolicismo sea barrido de América y se elimine uno más de los legados españoles en aquella tierra. Que lo barran luteranos o evangélicos es igual, en todo caso son doctrinas ajenas a la tradición y la historia de América.
Claro está que, a diferencia de Pablo VI y su encíclica Humanae vitae, Pío XI es un aliado incómodo para la resistencia conservadora contra Francisco. Porque si san Juan Pablo II de Asís pudo apartarse con sus actos y palabras de otras grandes encíclicas de Pío XI, como Mortalium animos (1928) contra los congresos ecuménicos o interreligiosos y Ubi arcano (1922) y Quas primas (1925) sobre la realeza social de Cristo y la condena de la neutralidad religiosa del Estado, ¿por qué no podría Francisco apartarse de Humanae vitae?
Por último, fue Pío XI quien de manera profética respondió en cuestión de meses a la aceptación de la contracepción por los anglicanos en su conferencia de Lambeth, con la encíclica Casti Connubii al final de aquel año 1930: «Habiéndose, pues, algunos [los anglicanos] manifiestamente separado de la doctrina cristiana, enseñada desde el principio y transmitida en todo tiempo sin interrupción, y creyendo ahora que sobre tal modo de obrar se debía predicar solemnemente otra doctrina, la Iglesia católica, a quien el mismo Dios ha confiado la enseñanza y defensa de la integridad y honestidad de costumbres, colocada en medio de esta ruina moral, para conservar inmune de tan ignominiosa mancha la castidad de la unión nupcial, en señal de su divina legación, eleva su voz por nuestros labios y una vez más promulga que cualquier uso del matrimonio en cuyo ejercicio el acto, de propia industria, queda destituido de su natural fuerza procreativa, va contra la ley de Dos y contra la ley natural, y los que tal cometen se hacen culpables de un grave delito» (núm. 34).
Vamos a entendernos. El Lefebvre que se pronunció a favor de la píldora en la comisión que estudió el asunto bajo Pablo VI fue el cardenal Joseph Lefebvre, arzobispo de Bourges. Es cierto que él y el arzobispo Marcel Lefebvre eran parientes ¡pero si fuera uno a responsabilizarse de lo que hacen nuestros parientes!
Por cierto, Pablo VI no es ya sólo siervo de Dios sino que fue beatificado en 2014 (claro está que por Francisco, quizá por eso usted no lo considera como tal) y creo que está próxima su canonización (en principio, también por Francisco). Pero entiendo y acepto que es difícil mantenerse al día de las beatificaciones y canonizaciones en serie de todos los papas desde Juan XXIII.
Luisto: Usted no se entera. Porque no quiere o porque no sabe leer. En innumerables entradas he hablado de dos hechos distintos. El hundimiento, sin paliativos, de las iglesias protestantes clásicas: anglicanos, luteranos, calvinistas, episcopalianos, metodistas… y de como los evangélicos le están comiendo los fieles en Hispanoamérica a la Iglesia católica. Son dos hechos distintos y ciertos ambos. Curiosamente los que se hunden son los que reciben balones de oxígeno de Francisco.
¿En qué quedamos? ¿No estaban a punto de desaparecer los protestantes por alejarse de la doctrina de Cristo? Pues en Costa Rica parece que gozan de buena salud.
Compatriota: Creo que en el matrimonio se bendice la unión del hombre con la mujer. Otras «uniones» no son susceptibles de bendición, por ir contra la ley natural y generar un desorden que como dice el Catecismo -CEC- clama al cielo.
Lógico que se bendicen las personas, pero como derivación de su unión.
Si cree que en algo estoy desacertado, le ruego me lo advierta. Pax.
Francisco: Si ser católico es admitir y bendecir la mariconería, me voy a sentir libre para buscar mi ubicación. Lo que ocurre es que la ubicación de un buen católico es la Iglesia, y Marx y toda la turbamulta de herejes que gobiernan en la misma, y que se han quitado la careta en este infausto Pontificado, a pesar de sus prebendas, están físicamente en la Iglesia, pero no son Iglesia. Son la sinagoga de Satanás y los esbirros del Anticristo.
Vamos a entendernos, entre la ecuménica coincidencia de Lefebvre, Ranher, la Conferencia de Lambeth y próximamente Su Peronidad, en los preservativos y la pastilla por un lado, y el Sagrado Concilio Vaticano II junto al Siervo de Dios Pablo VI con su consecuencia profética, la Humanae Vitae, junto al santo polaco con su defensa inteligente y católica de la misma, por otro lado, no tengo dudas con quien quedarme
Yo no sé si ese cardenal sabe lo que significa pastoral pero es evidente que le falta discernimiento. Espero que Su Santidad le llame y le aclare que las uniones no se bendicen como si fueran animales u objetos. Una cosa es la pastoral de todas las personas que quieran y otra la “bendición de uniones”
el pervertido cardenal porky marx evidencia, una vez mas, la pudrición de la hereje, apostata y simoniaca iglesia alemana.
Disculpe, don Blas (y felicidades atrasadas por san Blas), pero lo de «la versión ortodoxa del Concilio» recuerda mucho a la Coca-Cola: Sabor Original, Zero y Light. Versiones para todos los gustos.
No hay duda en cambio sobre «la versión ortodoxa» y única de ninguno de los anteriores concilios ecuménicos.
Esto va de mal en peor. ¿Que será lo próximo? ¿La eutanasia? La Iglesia en pleno derrumbe. Si su Fundador no interviene pronto, ¿que quedará a no mucho tardar? Se están cumpliendo las profecías que anunciaban estas cosas. La abominación de la desolación está instalada en Roma. Para más “Inri”, con disfraz de Misericordia. No es sólo atacada la Fe, la moral, la Eucaristía, es la burla más descarada que jamás se ha visto. Hasta hace poco, lo hacían a escondidas. Ya no se esconden. Se ríen a carcajadas de nosotros delante de nuestras narices. No tienen Fe. Viven como cerdos. Como dice San Pablo, están comidos por las bajas pasiones: la gula, la envidia, la maledicencia, la lujuria. Y son los Pastores de la Iglesia. ¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?
“Pues el cardenal Marx puede llegar a Papa“; si eso pasara, marx no seria papa, mas bien seria antipapa por su manifiesta herejía.
Pues el cardenal Marx puede llegar a Papa, que seguro ya hay contubernios preparando el próximo cónclave, como en San Gall para impulsar a Francisco, así que ojo.
al troll franciscote habrá que enviarle, envuelto en papel regalo, a su amado cardenal porky marx, paras que ambos se deleiten.
D Francisco y sus dos o tres seguidores se quedan con el Evangelista. Los católicos nos quedamos con el Cardenal. Gracias D Cigoña por aclararnos de que lado está.
«Atenea: Pues tampoco es eso»
Pues que la jerarquía tome la versión ortodoxa del Concilio y endereze la barca. No me gustaría estar en sus zapatos si el Dueño tiene que intervenir para eso.
Atenea: Pues tampoco es eso
Con todo lo que ha venido desde el controvertido Vaticano II, voy a terminar pensando que el último Papa legítimo fue Pío XII.
Yo de Marx prefiero no pasarme nada por ningún sitio, no sea que coja una infección demoníaca.
D. Francisco José:
«Evangelista» es el discípulo querido y, por extensión, cualquiera que predica el evangelio…
No confunda el término con el de «evangélico», que se empleó inicialmente para identificar a los luteranos y, en la actualidad,se utiliza preferentemente para distinguir a los protestantes que, en mayor o menor grado, repudian el protestantismo liberal,a los que, también en mayor o menor medida, se adhieren a los «fundamentals» de la fe cristiana, desde la nacimiento virginal de Jesús hasta Su deidad o la inerrancia de las Escrituras, etc.
“Elevar a la categoría política de normal, lo que a nivel de calle es plenamente normal”(primer discurso televisivo de Adolfo Suárez , 1976).
El eslogan que mejor resume a la Iglesia llamada «conciliar»:”Elevar a la categoría católica de normal, lo que a nivel de calle es normal.” Continua adaptación al mundo, y el mundo no para de avanzar (es un decir).
Entrecomillo «conciliar» porque es un adjetivo equívoco. La expresión se remonta, al menos, al cardenal Benelli bajo Pablo VI. No se pretende que no sea la misma Iglesia católica. Ni tampoco conciliar en un sentido meramente histórico, como la Iglesia de Trento o la de Pío XII. Más bien la Iglesia católica que sufre la invasión o infeccion heretizante del modernismo. Y ciertamente la enfermedad se acelera.
El “discernimiento pastoral” (cardenal Marx) sirve para un roto y para un descosido, igual para aceptar la comunión de los adúlteros que para bendecir la sodomía.
¡Pastoral, pastoral, cuántos crímenes se vienen cometiendo en tu nombre desde el concilio Vaticano II! Un concilio pastoral (ninguno anterior se calificó así), un magisterio de naturaleza pastoral (nunca antes se pretendió tal cosa), una liturgia pastoral etc. De la disolución del dogma y la liturgia hemos llegado bajo Francisco (porque de él se trata, «¿quién soy yo para juzgar?» y no sólo de cardenales como Marx) a la disolución de la moral, incluso en aquellos puntos en que bajo sus predecesores, desde Juan XXIII hasta Benedicto XVI, pasando por san Juan Pablo II de Asís, por feliz inconsecuencia se había conservado la ortodoxia.