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¿Están locos? Yo creo que sí

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Un colegio ¡católico! ha dispuesto para el próximo curso que los niños y niñas elegirán el uniforme que les guste. Cualquiera podrá llevar faldas o pantalones a su elección.

Veo el enlace y me resisto a creerlo. Es posible que sea una intoxicación y que no responda a la realidad. Pero si respondiese alguna neurona debe tener alguien averiada.

Catholic School: Skirts and Pinafores as School Uniform for Boys

Comentarios
13 comentarios en “¿Están locos? Yo creo que sí
  1. Debe ser una escuela Jesuita, o de algún otro género de masonería disfrazada de catolicismo.

    Católica no es seguro por más que lo digan los carteles…

  2. Confusión sobre la poesía

    Fray Simon Teller OP
    27 de Julio de 2017
     

    Si has asistido a clases de literatura en la escuela secundaria, probablemente hayas leído este poema de Robert Frost.
    Se llama «Detenerse en el bosque en una noche de nieve,» y la primera estrofa dice así:

    «De quién son estos bosques, creo que lo sé.
    Pero su casa está en el pueblo;
    Y no me verá parado aquí,
    mirando cómo su madera se llena de nieve.»

    ¿Te suena a algo familiar? Si no es así, léelo entero. ¡Es corto! Se trata de un poema con el que casi todos nos hemos encontrado en algún momento de la vida.
    Pero sólo porque se lea mucho, no por ello vamos a deducir que sea agradable. Es el tipo de poema que a menudo impulsa a los lectores desalentados a tirar metafóricamente hablando, la toalla y renunciar por completo a la poesía: «La poesía no me ayuda en nada,» se suele decir: «No entiendo el porqué de las cosas.»
    Y es comprensible. Dicho poema tiene quizás, una de las tramas más aburridas de la historia lírica. Podemos aprender la mayor parte de lo que literalmente sucede en el poema simplemente leyendo el título. Alguien se detiene en el bosque en una noche de nieve, yendo a caballo. En términos de conflicto dramático, no creo que este poema pueda transformarse de pronto, en una miniserie de Netflix.

    Además de no tener mucho argumento para una trama, el poema tampoco parece abundar en lo que llamamos tesis, ya sea a nivel práctico o filosófico. No presenta «una moral histórica,» y ciertamente no deja de ser un recetario de consejos prácticos -cinco buenas formas de emplear el solsticio de invierno-, que no sirven ni para un título alternativo.
    En cuanto a tener un «significado más profundo,» no parece dar respuesta a ninguna de las «grandes cuestiones,» tales como: ¿Porqué hemos venido a la vida? ¿Qué es el hombre? ¿Quién soy yo?

    Pareciendo un poema inútil, nos deja a muchos lectores simpatizando con el «caballito» raro de la segunda estrofa, que decide detenerse sin tener una granja a la vista, y nos induce a preguntar si se trata de un error. ¿Por qué nos detenemos a meditar en esta escena de apariencia tan mundana? ¿Se olvidó el poeta de decirnos algo? ¿Cuál es la razón de todo? ¿Qué conclusiones extraemos?

    Si te has encontrado con estas frustraciones, se trata realmente de un gran poema, digno de leerse.
    Las mismas frustraciones pueden mostrarnos algunas cosas que no entran en las pretensiones de la poesía, hallándonos ante un buen ejemplo de cómo el arte poético (y en última instancia, una mentalidad poética), puede ayudarnos a tener una alma sana (e incluso santa).

    Un poema no es primariamente el escenario de un drama, ni de una exaltación del carácter. No es tampoco un púlpito para la predicación de lecciones moralizantes, ni un referente de autoayuda para el asesoramiento práctico, ni un foro para discutir las diversas filosofías de la vida. Un poema puede ser dramático, moral, práctico y filosófico, pero el motivo y el objeto del mismo no pretenden ubicarnos en esos niveles.

    ¿Cuál es entonces el objeto de la poesía? En parte, es esto: la poesía nos permite presenciar algo bello y real, dejar que nuestras mentes y corazones se detengan ante la belleza y la realidad de nuestro mundo. Si queremos disfrutar de un poema, entonces deberemos estar abiertos a «perder el tiempo,» entretenidos con algo bello, necesitaremos disponer nuestro ánimo a adoptar una «mentalidad poética.»
    Eso no implica ver el mundo a través de un prisma sentimental. Ser poético significa tomarse un descanso respecto a la actividad de la vida, alejarse de la peligrosa sujeción de la ansiedad, y regresar de la fijación proyectada sobre el pasado y el futuro, para ver y vivir el momento presente.

    Cuanto más nos connaturalicemos con la belleza de la poesía y del arte, tanto más empatizaremos con la belleza que sale cada día a nuestro encuentro: el sol de la mañana sobre la techumbre de pizarra roja del vecino, la familiaridad de la voz de tu padre, el olor de la lluvia en un camino de asfalto caliente, la calma de la ciudad tras una nevada. Frost describe este modo poético de estar presentes ante la belleza como un descanso momentáneo frente a tanta confusión: una pausa en medio de la agitada carrera de la vida. Nuestras almas necesitan este tipo de descanso.

    Si releemos el «Stopping by Woods» -la parada en el bosque-, veremos que eso es lo que sucede en el poema. Es una instantánea de este breve retiro de la actividad.

    Como cristianos, este tipo de retiro es otro paso en nuestro caminar hacia Dios. Creo que es un paso necesario. ¿Cómo podremos detenernos ante la Belleza en mayúscula, a la Que no podemos ver, si no somos capaces de hacerlo ante la belleza que se nos hace visible?

  3. definitivamente este colegio “católico“ tiene la marca de bergoglio, ya que esta muy bien adaptado a la corrección política que tanto le gusta a bergoglio y a sus palmeros.

  4. Un consuelo es la última línea del post: «The announcement has left parents upset as it goes against the teachings of the Catholic Church», es decir: El anuncio ha indignado a los padres, porque va contra las enseñanzas de la Iglesia Católica.

  5. Eso de Colegio Católico será más bien Colegio Osoriano Francisquita a muerte.
    Es lo dicho de la mujer del César. Y cuando no se corresponde ya se sabe que la azotea no anda bien. Y si la azotea no, puede suponerse qué o cual conciencia católica o colegio católico o pontificado católico donde quiera que sea.
    Están en que hay que ser inclusivos, permisivos y promiscuos. Si se quiere enseñar sexualidad integral como debe ser en un colegio o donde quiera que sea, es fundamental el experimento de la práctica. Así que cosas veredes…paso a paso.
    Acogida y seguimiento facilitando la vida al prójimo y no criticarlo haciéndolo sufrir.

  6. En vez de una encíclica sobre el gender, la mayor amenaza actual para la humanidad, la familia y la persona, este desastroso pontificado se ha dedicado a confundir lo que estaba clarísimo en la Familiaris Consortio y a desdibujar la moral católica. Ahora van a por la Humanae Vitae, a fin de aplicarle el rodillo del discernimiento. La foto creo que retrata a la perfección el actual pontificado. No, no estamos locos; todo responde a un plan trazado por la mafia de san gallen. cada vez está más claro.

  7. Don Francisco Jose, dejelo estar y vera cosas peores todavia. Antiguamente se decia que cuando una persona era buena, iria al cielo vestida y calzada. Dandole la vuelta, cuantos y cuantas iran a las calderas de Pedro Botero, vestidos y calzados con esos zarrios. Haran las delicias de Satan y su coorte, De verdadera pena y da mucha tristeza la marcha que lleva todo. Que Dios se apiade de todos. Falta nos va a hacer.

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