Las Discípulas de Jesús llevan 75 años en Ferrol y lo celebran. Muy bien. Em general son mu mayores y van a durar poco, Pues qué le vamos a hacer. Otras más.
Pero en lo que sí se debía hacer algo es en librar de imbéciles las páginas diocesanas. Memos que dicen que el fundador de las Díscípulas, Beato Ruiz de los Paños, «murió el 23 de julio de 1936». No sabemos si de una gripe o de un entripado. Pues alguien, por ejemplo el señor obispo, debería decirle a este gilipollas o a este ignorante, aunque ambas condiciones también son posibles en el semoviente en cuestión, que el operario diocesano hoy en los altares no se murió sino que lo asesinaron, como a otros casi siete mil sacerdotes.
Hubo unos mártires, innumerables, y unos asesinos, también innumerables. Y la página diocesana de Mondoñedo-Ferrol debería saberlo.
Es la moda actual. Todos los días salen noticias de gente que se muere y ya. Repentinamente, aclaremos. ¿Para qué la vana curiosidad de saber de qué murieron, sobre todo en momentos en que se está desarrollando un experimento mundial que es tan importante para una gran cantidad de personas tan pudientes?
En uno de mis últimos comentarios mencioné al Beato D. Pedro Ruiz de los Paños, mártir del odio de la izquierda a la Iglesia. Conocí su nombre y fotografía en un librito que nos dieron a los seminaristas de Talavera, el rector D. Hortensio Velado Graña y el «prefecto» D. Pablo Fuster Antolín, los dos dignos de la mayor veneración y gratitud. El libro de D. Pedro era «Reglamento del seminarista». Hace años, cruzando en coche por el pueblo de Orgaz (Toledo), tuve una gran alegría al leer el título de la calle dedicada al beato, mártir de los salvajes y criminales de aquellos años de plomo.
mondoñedo-ferrol, una diócesis muerta en vida, como muchas europeas. por ende, dentro de 20 años no quedara piedra sobre piedra. game over!
Otro éxito. Cierra el seminario menor de Zamora.
https://www.elespanol.com/castilla-y-leon/region/zamora/20220224/seminario-menor-san-atilano-dejara-partir-proximo/652685238_0.html
Aunque no está relacionado con el asunto, ha presentado su renuncia el cardenal Betori, de Florencia. Ya son más de treinta los purpurados que esperan su relevo. El de Mauricio ya tiene más de ochenta años.
Sí, debió de haber alguna epidemia selectiva que provocó que sacerdotes y religiosos murieran a millares en 1936. También debió de existir por aquella época un extraño fenómeno meteorológico que hacía que las iglesias, conventos, bibliotecas y museos ardieran o fueran expoliados.
A ver si los de la memoria histórica lo investigan y dejan de reivindicar a asesinos en serie como democrátas.
Qué se puede esperar de este nuevo obispo que por sus fotos parece… un chulillo de discotecas, con perdón… Pues eso, ocultemos que por esos años hubo una cruentisima guerra civil y MUCHO ODIO A LA FE, alimentado desde todo el siglo XIX
Juzgando por dos o tres fotos. Si es que la respuesta se hace sola, señora.