| 17 septiembre, 2016
El nuevo obispo, Don Gerardo Melgar, en muy breve tiempo cambió al vicario general heredado de Algora y me consta que con aceptación de no pocos de sus diocesanos que no tenían gran simpatía al hasta ahora número dos de la diócesis.
No me apetece en este momento entrar en el tema Esparza. En alguna ocasión he hablado aquí de él. Me limitaré a decirle: Adiós, Esparza. Y si alguien piensa que con alguna lágrima está muy equivocado.
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http://www.latribunadeciudadreal.es/Noticia/Z078C435E-E494-7208-E4B2CC16E7BDC495/El-obispo-remodela-la-Diocesis
Acabo de leer todo lo relacionado con Miguel Esparza, y me quedo muy asombrado de la defensa que realiza un tal Alberto Ruiz, que debe ser un sacerdote cercano a las tesis esparzinas o delfín de este señor, ya que como dice otro comentarista «No es así».
Miguel Esparza es malo porque lo lleva en su ADN, persona amargada y oscura, efectivamente ha sido el pilar fundamental de la Diócesis, ya que era el Obispo en la sombra y el nefasto de Algora no pintaba nada. Eso lo sabe hasta el ultimo diocesano de Ciudad Real.Esperemos que no siga siendo así con Gerardo y al final exista un Obispo que gobierne.
Este señor esta pegado a su silla del Obispado por solo tener poder, y no por servir a los demás, es soberbio y autoritario y de muy mal recuerdo por donde ha pasado. Profesor del Seminario, Parroquia de la Catedral y Presidente del Cabildo catedralicio. ¿Cuantos amigos ha dejado en cada sitio? se lo debería hacer mirar.
En cuanto a los nombramientos prudentes, bien se la han colado al nuevo Obispo, ratificando a los párrocos de la ciudad, sobre todo con el de San Pedro, cuyos sacerdotes es un nido de víboras.
De don Miguel solo puede hablar mal quien sea malo. Sus defectos tiene, pero honesto y trabajador como pocos. Ha sido el pilar fundamental de la diócesis -en la sombra- durante años. Le debemos mucho, muchísimo. Pretender denigrarle solo le denigra a usted, Sr. De la Cigoña.
D. Gerardo ha hecho lo más prudente habida cuenta que lleva en la sede prioral un par de meses. No hay noticia, Señor Blogger, no hay noticia.
Soy un diocesano de Ciudad Real, y estoy sorprendido por lo publicado «No es así» sobre Miguel Esparaza, no se si porque es amigo o es que vive encerrado en un despacho de la calle Caballeros y no trata con el Pueblo de Dios el cual no tiene el menor aprecio por este señor.
Dice este señor que Esparza es de los mejores sacerdotes de la Diocesis, cuando no es querido ni por los propios sacerdotes que hablan pestes de él, ni por el pueblo de Dios que lo tiene de referencia de todo lo que no debe ser un sacerdote. Es mala persona, soberbio, y es claro para defender sus posturados, cuando no piensas y actuas como el quiere, es vengativo y retorcido. No es dialogante, no da ejemplo de caridad cristiana sino de prepotencia y lo peor de todo, es el causante junto a Torija y Algora , que la Diocesis se encuentre de la forma que esta y que va costar mucho reflotarla.
Este señor esta sujeto a la silla del Obispado con chinchetas y no hay quien lo mueva. Ya es hora que descanse en la Casa Sacerdotal y deje de hacer el mal en la Diocesis ciudadrealeña que bastante cansados estamos de aguantar elementos como este Señor.
Me sorprende que la fotografia que aparece de este soberbio en la noticia sea con cleriman, cuando el se mofa de los que lo usan diariamente.
Lo que lleva razon es que Gerardo ha dejado la Diocesis igual que estaba y ha dejado en su puesto al peor parroco de la misma, el de San Pedro, un tal Don Alfonso, fiel seguidor de las enseñanzas torijistas y algoristas que tanto mal han hecho en esta Diocesis. Esperemos que Gerardo Melgar mueva ficha y renueve pronto la cupula del Obispaso, ya que sino es asi pasara a la historia como un Obispo de transito que se deblego al Algorismo . Es hora de cambio y la curia diocesana debe cambiar, son los mismos desde tiempos de Rafael Torija, de no grata memoria.
No obstante, Esparza pasa a ser Canciller-Secretario del Obispado.
Otro elemento de mucho cuidado.Cuanto menos mande, mejor.
Como siempre, habla usted de más y habiéndose informado nada, poco o muy superficialmente.
En primer lugar, Monseñor Gerardo Melgar no ha cambiado el vicario heredado de Mons. Algora, pues éste tenía dos vicarios: D. Miguel Esparza y D. Tomás Villar. Sigue con D. Tomás Villar como vicario general, que, además, asume el papel de moderador de curia.
D. Miguel Esparza deja de ser vicario general, pero sigue siendo el Canciller-Secretario del Obispado. Es lógico que lo hayan descargado de parte de sus responsabilidades, habida cuenta de los problemas de salud de D. Miguel, los cuales son evidentes y notorios.
Por otra parte, he de decir que D. Miguel Esparza es uno de los mejores sacerdotes que tiene la diócesis de Ciudad Real. Es un hombre íntegro, muy bien preparado, muy buena persona, muy recto y que habla con mucha claridad (en los dos sentidos del término). La escasa simpatía que usted le tiene se debe, muy probablemente a dos causas: la superficialidad con que conoce a las personas y la falta de escrúpulos hacia quienes no piensan como usted.
El vínculo que usted ha puesto al diario La Tribuna de Ciudad Real demuestra asimismo la falta de información de dicho periódico. D. Gerardo Melgar no ha hecho numerosos nombramientos, sino que la mayoría de los siete u ocho que ha hecho han consistido en que un sacerdote asumiera también alguna parroquia de un pueblo próximo, dos sacerdotes vayan de año sabático, otro fuera de formador al Seminario sustituyendo al que fue apartado por el caso de los presuntos abusos, y, además, ha confirmado por seis años a nueve sacerdotes más en sus respectivas parroquias.
O sea, D. Gerardo ha dejado prácticamente la diócesis que estaba.