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El domingo, mañana, Don Jesús García Burillo ordenará en su catedral a dos nuevos sacerdotes. Y ambos hijos de la diócesis. http://www.revistaecclesia.com/doble-ordenacion-sacerdotal-en-la-diocesis-de-avila/ Con esas ordenaciones son seis la celebradas en los últimos seis años y hay siete seminaristas mayores en proceso de formación. Estas cosas no suelen caer del cielo como la lluvia. Requieren mucho trabajo sacerdotal y episcopal. Para que la gracia de Dios pueda germinar en pechos juveniles. Lo que sí le cayó del cielo a Ávila fue un obispo como Don Jesús. Y lo que está recogiendo es cosecha de doce años de trabajo en la diócesis. Que nadie llega con la hogaza bajo el brazo. Hay que labrar, sembrar, regar, abonar, cuidar que las bestias no se coman la cosecha que verdea, rezar, mucho, y después segar lo que ha llegado a sazón. Y así hay vocaciones y además llegan a la ordenación. Dos nuevos curas jóvenes para Ávila. Una bendición de Dios y de su Santísima Madre. La diócesis abulense tiene un obispo de características peculiares. Hace fácil lo difícil e incluso lo que parece imposible. Como ordenar sacerdotes. Varias veces he hablado aquí de la pasta, inmejorable pasta, de Don Jesús García Burillo. Que allana tantas cosas. Hasta las vocaciones. No se encontró con nada fácil. Una diócesis arruinada, el cuerpo me pediría decir asesinada, por sus predecesores. Pobres diócesis castellanas que se diría sembradas de sal por quienes estaban allí para mantenerlas feraces. Palencia, Salamanca, Segovia… Ávila también. Pero llegó Don Jesús y comenzó a alborear la primavera. La estación en la que el sol se despoja de sus mantos invernales y comienza a calentar. Y en ello tuvo, estoy seguro, una influencia femenina de la que Don Jesús, hombre al fin y al cabo, se enamoró. Una mujer cuyos ojos son… soles. El obispo de Ávila parece mirado con amor por esos soles que dan calor a su diócesis y hasta nuevos misacantanos. Qué la Virgen de Sonsoles siga protegiendo a esa diócesis que además tiene a la Santa, por la que el obispo tanta devoción tiene también, y que entre los tres sigan logrando de Dios esa Ávila en la que deberían mirarse todas las diócesis de Castilla-León. Porque no es ningún mal ejemplo. Todo lo contrario.
Solo se misericordina a los obispos y franciscanos que tienen vocaciones y seminarios abiertos. A los kasperosos y marxianos que los cierran y promueven la defensa de la polisodomía en sus aulas se les apoya y se les asciende. Es un escándalo.
Buen trabajo, sin duda, de Don Jesús y buen trabajo, también, de los formadores del Teologado de Avila, con Don Gaspar Hernández a la cabeza. Eso es una casa de formación sacerdotal.
Castilla ha sido el baluarte inexpugnable del PP por décadas, pero lo más peculiar suyo es el teresianismo y el patrimonio cultural, Las Edades del Hombre. Y ya sabemos, donde hubo algo queda…
Don de la Cigoña a ver si se entera:
La unica razon, la UNICA, por la que las diocesis españolas se estan hundiendo por la falta de vocaciones es debido al rito actual de la Misa, de cara al hombre y poniendo a Dios en un costado, con todas las violaciones liturgicas habidas y por haber. Por mucho que un sacerdote se empeñe en celebrar la Misa de la manera mas decente posible, no lo lograra. No es que el remedio, el rito actual, sea peor que la enfermedad, es que el remedio es la enfermedad misma.
A principios de los años 60 habian en España mas de 9.000 seminaristas, para 1970 esa cifra habia colapsado y descendido hasta el miserable numero de 1.500 ¿Que paso? ¿Magia? ¿El mundo cambio mas en una decada de lo que habia cambiado en 20 siglos? No, fue la Iglesia la que cambio, fue la Iglesia la que quizo agradarle al mundo en vez de agradarle a Cristo. Fue por eso que empezaron a celebrar la Misa de cara al hombre y no de cara a Dios.
No se puede apagar un fuego echando gasolina. Las personas que con sus ideas equivocadas han hundido a la Iglesia en esta crisis, no seran los que la saquen de ella.
El Concilio Vaticano II no es un concilio dogmatico, es pastoral, asi que todo lo que ahi se dijo se puede borrar de un plumazo, asi sin mas. Solamente volviendo al antiguo rito de la Misa, solamente asi volveran los jovenes a la Iglesia, solamente asi volveremos a tener los numeros de los años 50, donde ordenabamos mas de 1.000 sacerdotes al año.
Sigan a Dios, no a los hombres.
A ver si Francisco lo va a «misericordiar»…
Sobre las diócesis castellano y leonesas se tiene mucha esperanza en la aparición de Franco en Segovia.