| 29 abril, 2015
Creo que con toda razón. El cardenal se mantuvo firme en lo que se tenía que mantener y la cosa salió como tenía que salir en una iglesia católica. ¿Rajoy y Más, tan concordantes, querían otra cosa? Pues al parque de Monjuich o al palacio de San Jaime. http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2015/04/misa-por-las-victimas-de-germanwings.html Como llegue Vives a Barcelona estoy seguro de que terminaremos echando de menos a Sistach.
Yo creo que el elogio de Germinans al Cardenal Sistach por el funeral de la Sagrada Familia es un elogio envenenado porque al final el artículo dice lo siguiente: «A nuestro arzobispo no le gusta ceder protagonismo cuando tiene la sartén por el mango. Es decir que si él puede llevarse todo el éxito de algo no lo quiere compartir con los demás. Y por otra parte es innegable, que negociando, Sistach es un desastre, porque siempre quiere imponer su voluntad. Sentarse en una mesa con protestantes, judíos y musulmanes para decidir como iba a ser la ceremonia y que papel tendría cada religión, hubiera acabado como el rosario de la aurora, porque Sistach no habría cedido en sus pretensiones y los otros hubieran abandonado la negociación por sentirse excluidos e ignorados».
Por cierto, me sorprende que Antoninus Pius vea con buenos ojos la «concelebración ecuménica» de la Catedral de Colonia.
La verdad es que el Card Marinez ha estado muy bien y no era fácil porque las presiones debieron ser terribles, del gobierno y del govern que no se sabe quien manda más.
A mí no me duelen prendas en su alabanza, ojalá que pudieramos alabar a toods todo el tiempo.
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Han cambiado el formato de Infovaticana. De momento lo encuentro lioso. He llegado a esta entrada, pero no he podido llegar a las demás y pincho en Lacigüeña de la torre y sale un montón de cuadros sin saber lo que son.
Han cambiado el capcha. Espero que sea rápido, porque si hacen los cambios para seguir sufriendo con el envio de comentarios, apaga y vámonos.
Será que donde hubo, siempre queda. Y hasta puede llegar a ser abundante.
Pues no olvidemos que Dimas el Ladrón se pasó casi toda su vida -es un suponer, pero muy probable-,delinquiendo, pecando, y le bastaron unas horas para santificarse. Y es de fe eclesial creer que así fue.
Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. Muy bien por Sistarch.