Maestro de paradojas;
adalid del buen humor;
gran caballero de honor;
terror de las tesis cojas.
Martillo del socialismo, y
del capitalista.
Burlador del progresista;
machacador del cinismo.
Su vitalismo fue tal,
que Manalive es un salmo
al regalo de estar vivos.
Que, hacerlo,no es ser cautivos
de caprichos ni de ensalmos
de los poderes del mal…
Sino el más grande regalo
que Aquél ,que es la Vida Misma,
Da a lo demás cuando Crea.
Cada vida es una tea
en la tiniebla encendida;
pues sólo el no ser es malo…
Y el despiste proverbial
que suele ser santo y seña
de casi todos los genios.
Vivir flotando en los sueños,
viendo cómo arde la leña
con un brandy colosal…
Reseñar que a cualquier bien,
cuando-insenatos-se niega,
le suplanta un sucedaneo.
Notar que el Mediterráneo
ha milenios se navega;
y Adán cayó en el Edén…
Sus relatos policiacos son excelentes. Su novela «El hombre que fue jueves» no me entusiasmó.
Prueba «La esfera y la cruz»
Maestro de paradojas;
adalid del buen humor;
gran caballero de honor;
terror de las tesis cojas.
Martillo del socialismo, y
del capitalista.
Burlador del progresista;
machacador del cinismo.
Su vitalismo fue tal,
que Manalive es un salmo
al regalo de estar vivos.
Que, hacerlo,no es ser cautivos
de caprichos ni de ensalmos
de los poderes del mal…
Sino el más grande regalo
que Aquél ,que es la Vida Misma,
Da a lo demás cuando Crea.
Cada vida es una tea
en la tiniebla encendida;
pues sólo el no ser es malo…
Y el despiste proverbial
que suele ser santo y seña
de casi todos los genios.
Vivir flotando en los sueños,
viendo cómo arde la leña
con un brandy colosal…
Reseñar que a cualquier bien,
cuando-insenatos-se niega,
le suplanta un sucedaneo.
Notar que el Mediterráneo
ha milenios se navega;
y Adán cayó en el Edén…