| 28 abril, 2022
No voy a insistir en el magisterio que suponen.
Ni a Beleń Esteban se le ocurrirían esas vulgaridades sobre las suegras.
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No voy a insistir en el magisterio que suponen.
Ni a Beleń Esteban se le ocurrirían esas vulgaridades sobre las suegras.
No sé por qué perdemos el tiempo con estas bobadas. Vamos a ver: cuando no hay trasfondo teológico aparecen los populismos «pastorales». No sé de qué se extrañan. Vivimos tiempos difíciles qué duda cabe. Como dice el aserto: los tontos están muy seguros de su tontería mientras que los inteligentes dudan hasta de las certezas más obvias. Los creyentes se debaten en una duda metódica, mientras que quienes no creen en nada viven su idiocia con absoluta seguridad. Y, como colofón, quienes deberían facilitar certezas (llámese popes, papas o pepes) se entretienen con gilipolleces tipo agenda 2030 y chapuzas del estilo del cambio climático y otras memeces. Es lo que hay. Por lo tanto: vivan ustedes con intensidad el espíritu de Jesús el Cristo y no pierdan el tiempo con discusiones de modisto. Amén.
Corre el rumor de que Francisco está preparando una dura exhortación apostólica contra los bocadillos de queso con anchoas, que al parecer, no le gustan nada.