| 23 marzo, 2022
Ya recomendé con ahinco su lectura.
A lo que se suma Infovaticana:
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Recogiendo parte de los prólogos de Contreras y mío al libro.
Naturalmente citando la autoría.
Ya recomendé con ahinco su lectura.
A lo que se suma Infovaticana:
Recogiendo parte de los prólogos de Contreras y mío al libro.
Naturalmente citando la autoría.
Pero una cosa es que «la sociedad había dejado de ser cristiana» y otra que sea la propia Iglesia quien de hecho renuncie a serlo. Aunque aquí -aplicando la distinción de Calvo Zarrate- más de «la Iglesia» habría que decir «los funcionarios eclesiásticos»
Y, por supuesto, el propio CVII no tuvo nada que ver con lo ocurrido, ¿verdad?
No es que «tras» el Concilio Vaticano II la Iglesia renunciara a formar una sociedad cristiana. Es que la sociedad había dejado de ser cristiana hacía mucho tiempo. El proceso comenzó en 1789 y en esencia estaba completado al terminar la Primera Guerra Mundial.