El tsunami que viene sobre la Iglesia de España

Escribí este artículo para el número del 16 de mayo de Siempre P’Alante. Y ha resultado desmesurado en su extensión. Con lo que no cabe en el espacio en el que aparecen mis artículos quincenales. Hoy tengo que reducirlo o escribir otro. Pero a los lectores del Blog pienso que puede interesarles más antes de meterle la tijera. Y con la advertencia de que no poco de lo que aquí se dice ya ha aparecido en el Blog estos días. Aunque ahora están incorporados los nuevos nombramientos. El gran tsunami que espera a la Iglesia española ya ha comenzado. Aunque de momento sean las primeras olas las que empiezan a llegar. En agosto una de considerable magnitud. Que se llevó al cardenal Rouco, pieza clave de la Iglesia hispana durante muchos años. Arzobispo de Madrid, y excelente, durante veinte y presidente de la Conferencia Episcopal Española en cuatro trienios. Cifra que no ha alcanzado ningún otro presidente y que en muchos años no va a volver a repetirse. La sustitución, después de tres años de prórroga, recayó en el arzobispo de Valencia, Osoro, que tendrá que acreditarse. Su primer medio año está por ahora en veremos. Con división de opiniones de momento. Don Carlos está a punto de cumplir 70 años, el 16 de mayo, por lo que tendrá un pontificado breve, de seis u ocho años. Y que naturalmente le deseo óptimo para la Iglesia. Ya de carambola llegó Cañizares a Valencia. No he sido yo precisamente entusiasta de este cardenal pero todos me dicen que se está inaugurando muy bien. Creo que de momento mejor que Osoro en Madrid. Pero es muy pronto para calificar los comienzos de uno o de otro. Tampoco Cañizares va a tener un pontificado largo en Valencia pues el 15 de octubre cumplirá 70 años. Es el cardenal español más joven del Sacro Colegio y conservará sus derechos electorales, salvo otra decisión de Dios, hasta el 2025 con lo que es más que previsible que participe en la sucesión del Papa Francisco. En Valencia  le quedan también siete u ocho. Va a ser interesante la sustitución de Blázquez al frente de la Conferencia Episcopal en el 2017. Cuando el arzobispo de Valladolid y novísimo cardenal, cumplirá 75 años. Pienso que la pugna estará entre Madrid y Valencia. Otra ola de muchos metros fue la que a fines de otoño llegó a Zaragoza con la imprevista renuncia de Ureña y la llegada de Jiménez Zamora que estaba a punto de cumplir 71 años y que en Santander no se había distinguido nada. Dos olitass que rompieron mansamente en la arena de la playa: Segovia y Barbastro-Monzón, a las que llegaron dos obispos que me parecen muy aceptables. Pérez Pueyo y Franco. Y acabamos de tener dos nombramientos más. Sánchez Monge trasladado de Mondoñedo-Ferrol  a Santander y ya el inverosímil del obispo de Palencia, Escudero, que pasa a auxiliar del cardenal Cañizares. No voy a decir que el hoy arzobispo de Valencia sea refugium peccatorum porque tanto Borobia como Escudero no tienen nada de pecadores pero no cabe duda que Cañizares es refugio de necesitados, lo que dice no poco en su favor. Y qué error el nombramiento de Esteban Escudero para Palencia. Donde no aguantó ni cinco años. Pobre diócesis. Cómo la dejó el nefasto Castellanos. Que todavía sigue malmetiendo. Como Yanes en Zaragoza. Y Setién y Uriarte en San Sebastián. Con repetidora en Bilbao. Creo que todos esos nombramientos los anuncié anticipadamente por lo que la Iglesia debería acabar de una vez con ese secreto a voces que parece ridículo. Y acabar con esas interinidades que no son buenas para ninguna diócesis. Presentada una renuncia se la acepta inmediatamente o se declara que el Santo Padre ha decidido prorrogar el gobierno del obispo renunciante uno o dos años más. Y agotado ese plazo se le sustituye o se amplía de nuevo. Con lo que se terminan las quinielas que podrán ser muy entretenidas pero muy malas para el gobierno diocesano. Hoy tenemos tres obispos pasados de fecha, el cardenal de Barcelona, ya con 78 años y tres de prórroga y los obispos de Lérida y Vitoria. Más dos diócesis vacantes, Mondoñedo-Ferrol y Palencia. Con lo que los rumores ya circulantes van a aumentar muy considerablemente. Porque además hay cinco obispos que renuncian este año: Mérida-Badajoz, Burgos, Astorga, Jaén y Ciudad Real. Casi na.   Martínez Camino es normal que esté en muchas quinielas. Osoro no quiere auxiliares y menos heredados. También me dicen que para el arzobispo de Madrid ese auxiliar no existe. El otro, poquito pero algo. Con lo que el auxiliar de Madrid es colocado en Astorga, Jaén, Ciudad Real, Palencia, Burgos y ahora también en la diócesis vacante gallega. He oído todos los rumores pero ninguno de mis acertadísimos informadores me ha señalado algo con alguna seguridad. Personalmente pienso que ambos auxiliares de Madrid, personalidades los dos, aunque como es normal cada uno con sus propias características, deben salir de un sitio donde su arzobispo no les quiere, ya ha prescindido del tercero, y espero que con un mínimo de dignidad. Cosa que la Iglesia y sus hombres, ya sé que hombres de la Iglesia somos todos pero se me entiende, no siempre cuidan. Dando en no pocas ocasiones una pésima impresión. No lo tienen difícil pero vayan ustedes a ver. Fiarme, ni un pelo. Pero a veces se impone la cordura. Hay otros nombres en el “candelabro”. Berzosa para Palencia. Que no iría mal servida. Los auxiliares de Santiago y Oviedo para Mondoñedo y Astorga. El de Pamplona para Vitoria.  Si Vives o Saiz Meneses fueran a Barcelona, Urgel o Tarrasa. Aunque con un mínimo de sentido común el sustituto egarense debería ser Cristau caso de quedar vacante esa diócesis. Que sería lo presentable. Porque Vives no lo es. Y habría que buscar otro copríncipe. ¿Si Berzosa dejara Ciudad Rodrigo sobreviviría aquel obispado? Esperemos que sí. Hay un obispo, mediocre donde los haya que dicen que un hoy poderoso amigo quiere elevarle al arzobispado. Con lo que asistiríamos a un tercer fracaso. También se dice que el arzobispo castrense quisiera diócesis territorial y no personal. Y sólo hay una. No me creo que Don Juan del Río, que me parece listísimo, quiera cambiar un arzobispado bombón y de notable relieve por la más humilde, en la actualidad, no por su historia, de las archidiócesis españolas. Y parece que habrá que cubrir, antes o después, Calahorra-Logroño. Todo en poco tiempo se verá. En 2015 y 2016. Y después viene lo más gordo. Los lectores seguro que no se van a aburrir. Más unos cuantos auxiliares que también van a llegar. Valencia ya consiguió uno pero tendrá dos más , Valladolid, Madrid, que necesitará alguno aunque sea más bien florero salvo que se dedique a otros menesteres, Santiago y Oviedo si pierden los actuales por traslado, Barcelona, si Taltavull fuera a Lérida.…