O sea en pelotas. O en cueros vivos.
Tras el masivo referéndum en su contra. Que está dejando además en pésimo lugar al Papa Francisco.
Cuestionado por cardenales, obispos, sacerdotes y laicos en una oposición al Papa insólita en la Iglesia es sus dos mil años de historia. Y que no se arregla mirando para otro lado como si no hubiera ocurrido nada. Ese inmenso error de nombramiento solo tiene un modo posible de mal arreglarse. La desaparición del Trucho con su renuncia. Si quiere salvar a Francisco del inmenso carajal en que le ha metido. Porque eso rebasa con mucho las magnitudes de lío que le ha montado por grandes que las queramos.
Y a los exquisitos decirles que el dedo no me lo chupo. Pero que lo que me interesa es salvar del mejor modo posible la Iglesia y el pontificado en lo que se pueda. Y para ello el Trucho, personaje nefasto donde los haya, tiene que desaparecer. Lo que arreglaría no poco. Bastante más que las vanas pretensiones de salvaiglesias de pacotilla. De los que no acepto ninguna lección. Mucho antes de que ninguno de esos hoy heroicos muchachitos abriera la boca y apenas horas antes de la elección de Francisco alguien había publicado lo del ser de mirada torva…
No es el momento de pretender tomar Roma sin medios para ello. Como si se quisiera echar a Putin disponiendo apenas de un simple matamoscas. O derribar al campeón mundial de los pesos pesados con las bravatas de un alfeñique. Con la que ha armado el Trucho tiene que irse. Es evidente que eso no remediará todo el desaguisado que armó pero mejoraría bastante el actual callejón que parece sin salida. Y cabe pensar que Francisco, ya con 87 años, es bastante probable que haya aprendido la lección.
Dejo la última actualización que públicó Wanderer de la protesta:
https://caminante-wanderer.blogspot.com/2023/12/las-reacciones-fiducia-supplicans.html
Hay que echar al Trucho
Pues lo siento pero discrepo. No creo, para nada, que Bergoglio haya aprendido ninguna lección. Él sabía MUY BIEN a quién escogía y PARA QUÉ lo escogía. Si le da tiempo (Dios no lo quiera) nos esperan cosas peores que las vividas ahora. Agarrarse los machos porque, pintan bastos.
Antes se irá Sánchez que ese personaje.
Mejoraría la situación, claro, y es necesario.
Lo que no garantizaría mucho a futuro con Francisco. Siempre podría traer a otro de sus favoritos que, conocido o desconocido para los que algo saben de la Iglesia, sería seguro de idéntica intención… aunque quizás con mayor inteligencia en los modos (cosa que tampoco sería buena, si ya con Tucho los hay que persisten en sujetarse a lo que no obliga…).