| 21 enero, 2024
Lo trae Oriol Trillas:
https://www.elmundo.es/loc/famosos/2024/01/20/65a9234be85ece180d8b4578.html
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Hay que echar al Trucho
Lo trae Oriol Trillas:
https://www.elmundo.es/loc/famosos/2024/01/20/65a9234be85ece180d8b4578.html
Hay que echar al Trucho
el pornocardenal del vaticano, el trucho fernandez es un chiste con patas.
Lo peor que se puede decir de los libros de M Fernandez es que son… banales, y mucho mas procediendo de un sacerdote.
Se pierde en cliches de la new age, centrados en la parte física del sexo y a partir de ahi trata de dotarles de una cierta espiritualidad… falsa y pueril.
Aunque algunos piensen que es blasfema, creo que no lo es precisamente por su puerilidad.
El sexto tiene una parte física importante, hasta el punto de que el matrimonio no se consuma hasta que no se produce.
Pero MF reduce el amor al sexo y la experiencia amatoria al orgasmo en un reduccionismo falso y banal.
¿Que ocurre entonces en una pareja que no puede tener relaciones por la enfermedad de un conyuge? ¿Es que ya no se pueden querer?.
¿Como encaja Dios en la relación en un matrimonio? O mejor dicho, ¿Como deben encajar los matrimonios en Dios?
Mira que hay cuestiones de verdad, importantes, trascendentales a desarrollar, y este hereje con infulas se pierde en lo menos importante desvirtuandolo ademas, y reduciendo la importancia de Dios a extremos inauditos.
La pregunta es: ¿que conocimientos y preparación tiene MF no ya para ser obispo sino simplemente cura? Da la impresión de que sabe juntar letras, pero en conceptos…. va mas o menos a par de Bergoglio.
Cuando se hizo público el primer tratado real-sexológico y pseudo-teológico del Cardenal Fernández, aquel dedicado a los besos, hubo un comentarista en ABC que ponía de relieve la inconsistencia de la defensa del prelado. Venía a decir que es la excusa que dan quienes saben que no están obrando con honradez: «Me lo ha contado un amigo», si alguien se sorprende del conocimiento minucioso del tema por parte de un célibe vocacional. «Tengo una amiga que está liada con un casado y no sabe cómo salir del lío, quiere, pero parece que no quiere, un lío», aduce otra, que no es más que la misma. Y mil ejemplos más.
Oriol Trillas recoge extractos, no los más «erógenos», del nuevo libro del Cardenal. También se lo contaron. Hay que ver lo que le cuentan a uno. Ni en la mili, cuando se cantaba aquello de «Tengo una cabra en el momento que me la quiero…» Ta tarata ta». Y otras obscenidades.
Pero lo importante no es la «expertise» del argentino, sino el daño que causa a la doctrina de la Iglesia con anuencia, con su firma, con el aval, de Francisco.
Desde hace tiempo vengo siguiendo la deriva doctrinal de Francisco. Digámoslo en plata, sus disparates. Alguno están jalonados con sonoros dubbia no respondidos. Vengo siguiendo, a la par, los comentarios que al respeto pudieran aparecer en revistas de teología de referencia, Gregorianum, Revue Thomiste, Angelicum, etc. En particular la revista de teología de Australia. Suelen tirar por elevación, es decir, hablan de la hermandad universal (Fratelli Tutti), de la creación (Laudato si), etcétera. Pero no glosan detenidamente el texto real. Curioso resulta el último número de Concilium, dedicado al cultivo de la teología en Africa, que desmiente las palabras de Tucho con rotundidad. El menosprecio del jefe del Dicasterio refleja una ignorancia oceánica de la teología africana, sobre todo, si la comparamos con sus dotes descriptivas del acto conyugal y apéndices venéreos.
Antaño, cuando se abría un tema polémico, las revistas citadas y otras de parejo tenor se abrían al comentario, al razonamiento, a los fundamentos bíblicos, patrísticos, magisteriales, conciliares, etcétera, de una u otra postura. Ahora no. Parece que, en Españaal menos, la teología ha caído en picado. Fijémonos en la defensa del jesuita González Faus, de la Facultad de Teología de san Paciano. Defensa del dislate de Tucho-Francisco. No aporta razón alguna para la bendición de la estructura de pecado que es la pareja homosexual o adúltera, sino que atribuye a las fuerzas económicas el ataque a Francisco. Vamos como si fueran unos cresos Múller, Sarah, tutti quanti. O la defensa de los dominicos Osuna, de la Facultad de Teología de san Esteban, y Gelabert, de la Facultad de Teología de San Vicente Ferrer de Valencia. Estos atribuyen cerrazón a los que abominan fundadamente de la Declaración de Tucho-Francisco, y apelan a la necesidad de la bendición. Silencian que los abochornados por la Declaración no rechazan la bendición a las persona, sino a las parejas en cuanto tales, es decir, en cuanto estructura de pecado. Y con referencias al logo de la Orden de Predicadores reiteran con énfasis eso de «benedicere, laudare, praedicare», que es justamente lo que reclaman sus chivos expiatorios.
Esperemos a ver si Estudios Eclesiásticos, de los SJ, o La Ciencia Tomista, de los OP, aportan alguna razón.
Un sacerdote de la diócesis de Burgos, el P. Eduardo María Pérez Pérez, Vicario Parroquial de la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán (Aranda de Duero) y Párroco de Castrillo de la Vega,
ha sido llamado por su Obispo y el Vicario general para «encaminarlo para fuera…» con un año sabático para tener discernimiento. Su pecado: haber proclamado en una homilía que rechaza la Fiducia y que la contradicción interna está destruyendo el magisterio de la Iglesia:
https://youtu.be/QhDfn5sktIA?si=085HrXLmmcHsAcjj