El Papa favorable a las bendiciones homosexuales

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Mons. Bonny insiste en que Francisco acepta las bendiciones de parejas homosexuales

Según asegura, con repeticiòn, el obispo de Amberes.

https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=46478

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Pues Francisco debería decir algo. Porque ese Bonny, incondicional  de esas bendiciones, miente o dice la verdad.

Si no mintiera, también es posible que Francisco mintiera a Bonny diciéndole lo que quería oír aunque no lo pensara.  Sea lo que sea, no es conveniente, es necesario, que sepamos la verdad.

Comentarios
12 comentarios en “El Papa favorable a las bendiciones homosexuales
  1. si lo que afirma el pervertido johan bonny, obispo de amberes, es cierto, entonces eso demuestra lo siguiente;
    que el porteño bergoglio es un doble cara, es decir un hipócrita de lo peor, ya que mientras dice en publico que la homosexualidad es pecado, en privado apoya la bendición de parejas gays.

  2. Con todo respeto, sabemos la verdad por medio de Cristo y las Escrituras.
    Lo que hagan en Amberes y el Papa no cambiará la verdad. Gracias a Dios no lo pueden hacer aunque quieran.
    Vale citar a Benedicto XVII:
    Según esta filosofía (gender), el sexo ya no es un dato originario de la naturaleza, que el hombre debe aceptar y llenar personalmente de sentido, sino un papel social del que se decide autónomamente, mientras que hasta ahora era la sociedad la que decidía.
    La falacia profunda de esta teoría y de la revolución antropológica que subyace en ella es evidente. El hombre niega tener una naturaleza preconstituida por su corporeidad, que caracteriza al ser humano. Niega la propia naturaleza y decide que ésta no se le ha dado como hecho preestablecido, sino que es él mismo quien se la debe crear. Según el relato bíblico de la creación, el haber sido creada por Dios como varón y mujer pertenece a la esencia de la criatura humana. Esta dualidad es esencial para el ser humano, tal como Dios la ha dado.
    Precisamente esta dualidad como dato originario es lo que se impugna. Ya no es válido lo que leemos en el relato de la creación: «Hombre y mujer los creó» (Gn 1,27). No, lo que vale ahora es que no ha sido Él quien los creó varón o mujer, sino que hasta ahora ha sido la sociedad la que lo ha determinado, y ahora somos nosotros mismos quienes hemos de decidir sobre esto.
    Hombre y mujer como realidad de la creación, como naturaleza de la persona humana, ya no existen. El hombre niega su propia naturaleza. Ahora él es sólo espíritu y voluntad. La manipulación de la naturaleza, que hoy deploramos por lo que se refiere al medio ambiente, se convierte aquí en la opción de fondo del hombre respecto a sí mismo.
    En la actualidad, existe sólo el hombre en abstracto, que después elije para sí mismo, autónomamente, una u otra cosa como naturaleza suya. Se niega a hombres y mujeres su exigencia creacional de ser formas de la persona humana que se integran mutuamente. Ahora bien, si no existe la dualidad de hombre y mujer como dato de la creación, entonces tampoco existe la familia como realidad preestablecida por la creación…
    Allí donde la libertad de hacer se convierte en libertad de hacerse por uno mismo, se llega necesariamente a negar al Creador mismo y, con ello, también el hombre como criatura de Dios, como imagen de Dios, queda finalmente degradado en la esencia de su ser.
    En la lucha por la familia está en juego el hombre mismo. Y se hace evidente que, cuando se niega a Dios, se disuelve también la dignidad del hombre. Quien defiende a Dios, defiende al hombre.
    Discurso a la Curia Sala Clementina Viernes 21 de diciembre de 2012

  3. La entrevista es muy reveladora, a poco que se lea entre lineas, de que Francisco no se opone a esas abominables bendiciones. Los hechos y los silencios de estos últimos meses, también lo corroboran.

    Menos mal que las prostitutas no tienen la desverguenza de reivindicar su comportamiento sexual en la Iglesia, porque si lo hicieran, esos obispos pervertidos son capaces de crear una red de prostitución «sagrada», a semejanza de antiguos cultos paganos.

    Si se ama a Dios o, al menos, se le teme, no se tienen relaciones sexuales contrarias a su voluntad, sean del tipo que sean. Punto. Ya lo de bendecirlas en nombre del mismo Dios que las abomina, es el colmo de la rebelión contra Dios.

  4. Que Dios le perdone si es cierto, por cada alma arrastrada al Infierno el Señor le pedirá cuentas. Y dada su responsabilidad cualificada, la pena puede ser horrenda e irreversible.

    Cuando oramos pidiendo la conversión de los que no creen, hemos ya de incluir al Papa.
    Nota de F. de la C.: Pienso que también se pasa usted.

    1. Estimado Sr. De la Cigoña, creo que lo fundamental es el condicional «si fuera cierto».

      Si no lo fuera, proceden las oraciones de costumbre por las intenciones del Papa, nada más.

  5. Este es justamente el desconcierto actual:
    *Por una parte un documento oficial de la congregación de la Doctrina de la Fe, mandado publicar por Francisco, diciendo a toda la Iglesia que no se puede bendecir a las parejas homosexuales.
    *Por otra un obispo asegura que el Papa, en privado, da su aprobación a tales bendiciones (y de hecho esa conferencia episcopal ha procedido a ello).
    Por supuesto tiene más autoridad un documento oficial para toda la Iglesia que unas palabras en privado a un obispo (y ahí veo como Dios salva a su Iglesia del error) pero tales contradicciones no hay nadie en su sano juicio que no vea que hacen insostenible la situación. No se puede mantener una cosa y su contraria al mismo tiempo.

  6. No hay nada peor que decir a la vez una cosa y su contraria. En el caso de Francisco I parece que esas contradicciones son la manifestación de un problema serio: por una parte es Jorge Mario, jesuíta de pro y muy en la línea de un mundo actual que se ríe de la Iglesia, por otra es el Sumo Pontífice, cargo que él mismo trata de devaluar constantemente cuando insiste, una y otra vez en lo de «Obispo de Roma».
    Padece, a mi entender, un pensamiento dicotómico de difícil solución. El verdadero trabajo de su círculo cercano consiste, fundamentalmente, en intentar presentar como razonable el pensamiento papal; supone, esa labor, algo parecido a la cuadratura del círculo.
    El auténtico drama lo provoca la ausencia de claridad doctrinal, el pensamiento débil que, con rapidez, va invadiendo todo el edificio eclesial hasta convertirlo en una ruina total.
    Cabe añadir que me resulta esperpéntico ver al papa rendido a las exigencias del mundo en todos y cada uno de sus postulados. El papa habla de los poderes de la tierra, y los poderes de la tierra no nos hablan del cielo. Existe, por tanto, un vacío espiritual y una sobreabundancia de terrenalidad. Mal vamos santo padre.

  7. No se maten la cabeza. Con el Mitis Iudex el Papa se cargó el Matrimonio Sacramental. No digamos lo de Amoris Laetitia. Lo demás es una cómoda y prevista cuesta abajo.

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