PUBLICIDAD

El Papa dictador en francés

|

Ver las imágenes de origen

La edición impresa en francés  se suma a las dos norteamericanas, la italiana es digital.

https://www.riposte-catholique.fr/en-une/parution-attendue-le-pape-dictateur

Supongo que al Papa Francisco no le habrá gustado la noticia.

A los lectores del Blog ya les di a conocer el libro hace unos meses pues me parece muy importante.

Espero una edición en español para nuestra patria e Hispanoamérica.

 

Comentarios
9 comentarios en “El Papa dictador en francés
  1. ¿La obediencia? ¿Que es la obediencia reverendos Hagan y Canali?
    «Obedecer a Dios antes que a los hombres» replicaron los Apóstoles a los Sumos Pontífices investidos de palio-efod y teologones prepotentes dicharacheros que les prescribían actuar en nombre «de ese», igual que ahora se proscribe el proselitismo del ecumenismo católico.
    «Ob-oedire», ir por donde señala y tiene revelado Dios por medio del Hijo ÚNICO y está escrito e interpretado en el Depósito de La FE. No hay más revelaciones acerca de Dios, ni teólogos que sepan más de Dios que Jesucristo que se nos mostró, ni más hermenéuticas que las concordantes y convergentes con La Fe de la Revelación que es el testimonio fehaciente que los notarios públicos de Cristo, a la vez que sus albaceas designados exprofeso los Apóstoles, nos entregaron en la Iglesia cimentada en Pedro.
    Iglesia de constitución y finalidad Jerárquica, es decir de índole y entidad de Orden Sagrado IEROS-Arxía o Principio Sagrado, Sacerdotal en el sentido católico LITÚRGICO; que no significa escala de potestades o escalafón de mandos aunque en toda sociedad humana es necesaria y se incluye una pirámide de gobierno. Pero la Autoridad es Dios y las potestades delegadas para el gobierno vienen de lo alto, para cumplir los planes señalados por Dios que no son ocultos ni a inventar por la gente lista, pensante y disertante por su cuenta y riesgo arrogándose la representación de Dios para innovar, más allá de las aplicaciones consecuentes.
    San Ignacio de Loyola cuando propone ser bastón de hombre viejo señala el condicionamiento esencial: en todo aquello que no sea pecado.
    Naturalmente. ¿Es que los Sumos Pontífices no imponían obediencia pecaminosa a los Apóstoles, testigos presenciales de la Revelación a ellos de Cristo y elegidos como sus albaceas para dar cumplimiento a las mandas del Señor?.
    ¿Es que no resulta pecaminoso proscribir el proselitismo católico entendido como conversión a la Iglesia cuyo Liturgo de los santos es Cristo y por lo mismo de la recta y correcta y verdadera Piedad (eu-sebeia) dentro del Orden Sagrado que es su misma razón de ser ontológica?
    Cuando San Ignacio de Loyola manifiesta rotunda y luminosamente: «prefiero equivocarme con la Iglesia que acertar fuera de ella» apostilla: la «Iglesia HIERÁRQUICA», es decir .la Iglesia de Orden Sagrado de la que Cristo es Liturgo de los santos y del Tabernáculo verdadero que Dios fundó y no hombre (He 8.2. )No discutirá la legalidad de los investidos con poder religioso en la Religión Católica, pero adoptará todas las precauciones y la medidas necearias cuando los investidos en poder piramidal hasta llegar a las cúpulas no se legitiman como pontífices católicos como los que en nuestra actualidad predican y se vuelcan en la interconfesionalidad interreligiosa y por consiguiente de simple pastoralismo profano-secular.
    Seguir la pauta de los Apóstoles del Señor, es obligado en conciencia católica.
    Es lícito, sin hacerse el suspicaz ni inducir inquietudes, preguntarse hasta qué punto se nos han pasado al ecumenismo interconfesional de la interreligiosidad deista tantos de nuestros prelados de título católico cuyo lenguaje y conductas públicas y desacralizaciones son antagónicas con la Religión Católica tal como se entendía y practicaba en la ortodoxia y la ortopraxis hasta el Vaticano II.
    ¿Sigue siendo la Religión Católica la única verdadera de la Iglesia de Jesucristo cimentada en Pedro? ¿Sigue considerándose al Papa sucesor de San Pedro, al que ha de atenerse como Sumo Pontífice de la Religión Católica en la que es investido como tal o se entiende como «lider de la cristiandad en cuanto ecumenismo interconfesional de la interreligiosidad, todas las religiones igualmente dignas y de salvación, con pluralismo de fes, de credos, de morales, de éticas y hasta agnosticismos con la resultante que Cristo Jesús ya no es necesario para la santificación y el acceso a Dios?
    Toda una puesta en movimiento inercial acelerado de la máxima gravedad. Pérdida a chorros de La Fe.

  2. lo excelente de la libertad de expresión y de la era digital es que a bergoglio, el tirano peronista, le va a ser imposible censurar este libro que expone la naturaleza tiránica y la hipocresía de bergoglio mismo.

    1. Son dioses romanos, padres de reyes y estados , inquisidores, pastores de todas las ovejas lo quieran las ovejas o no, dueños del árbol del bien y del mal.
      ( el mal son los mariquitas, que provocan catástrofes y guerras como todo el mundo sabe)

  3. Olvidé decirle a D. Fco. José que el autor del libro, que es hijo de española, habla la lengua de Cervantes como lengua natal. Me lo dijo un importante miembro de la Orden de Malta.

  4. La aventura de la obediencia

    Fray Joseph Martin Hagan OP
    19 de Julio de 2018

    Dios planifica las mejores aventuras. Desde Abraham hasta los Apóstoles, Dios saca de la rutina a hombres desprevenidos y les propone un viaje inesperado.
    Moisés cuidaba el rebaño de su suegro, pero después de ver una zarza ardiendo, por fin se vio guiando a toda una nación fuera de la esclavitud.
    Pedro estaba pescando en un rincón remoto del mundo, pero después de encontrarse con un hombre excepcional, terminó su vida en Roma, presidiendo en la caridad al Pueblo de Dios.

    Estos viajes fueron completamente inesperados, y con frecuencia no deseados, al menos al principio. Moisés dijo que no era lo suficientemente elocuente, y Jeremías objetó que era demasiado joven.
    En cada caso, Dios respondió a su objeción y redobló su oferta, respetando la libertad del destinario. Tuvieron que dar el primer paso de buena gana.
    Por lo tanto, el ingrediente secreto de esta aventura fue la obediencia. Su aventura sólo comenzó cuando obedecieron, dejando su rutina y siguiendo a Dios.

    Sin obediencia, no hay aventura. El Evangelio habla de muchos que aspiran a seguir a Jesús. Intentan diseñar su propia aventura, pero sin obedecer, y por consiguiente, sus intentos fracasan.
    En una ocasión un hombre le dice a Jesús: «Te seguiré, Señor; pero permítanme primero despedirme de los de mi casa.» Pero Jesús responde: «Nadie que ponga su mano en el arado y mire hacia atrás es apto para el reino de Dios.” (Lc 9, 61). Recordemos al joven rico, que rechazó la aventura de la pobreza, prefiriendo partir triste.

    Esta conexión entre aventura y obediencia puede parecernos un tanto extraña. Nuestra cultura premia a la primera y desdeña la segunda.
    Sin embargo, la verdadera emoción de una aventura es el momento no planificado, la temática sin guión, incluso cuando se trata de una dificultad que debe superarse o simplemente perdurar.
    Si queremos una aventura realmente emocionante, es mejor que no la planifiquemos de antemano, guiados exclusivamente por nuestras pobres luces.
    Si un autor debe utilizar la pluma, cuanto mejor sea el autor, mejor será la aventura.

    ¿Qué impacto tiene esto en nuestra vida? Probablemente no encontremos zarzas ardiendo ni recibamos visitantes angélicos.
    Más bien, Dios nos habla a menudo de una manera más sutil. A veces hay un momento excepcional que nos inspira.
    O tal vez, sea la obediencia cotidiana a un padre o a un cónyuge, o la aceptación de la propia personalidad, e incluso el propio cuerpo, con sus límites y debilidades.
    Con la debida prudencia y, a veces con la ayuda de un amigo servicial o de un director espiritual, podemos discernir la mano de Dios en ciertas circunstancias.

    La obediencia no siempre se percibe como una aventura. En su mayor parte, tan sólo en el espejo retrovisor vislumbramos lo lejos que Dios nos ha traído y las maravillas que ha hecho en nosotros.
    Recordar estas maravillas nos prepara para la aventura diaria de la obediencia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *