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http://www.eldiario.es/sociedad/Antonio-Esquivias-Opus-Dei-prision_0_405259637.html Creo que nadie podrá pensar que esta es una página del Opus Dei. Personalmente tengo reservas y admiraciones por la fundación del hoy San José María Escrivá. Y en mi opinión el balance es mucho más positivo que negativo. Además acepto lo que la Iglesia acepta y en este caso sin que me chirríe nada. Los curas de la Santa Cruz que he conocido, con alguna excepción, me han parecido muy buenos. Y patanegras he conocido muy pocos. Ya el episcopado me parece que los malogra algo. Tal vez por llegar con complejo por su procedencia o por sólo recurrir a los suyos. Ambas cosas me parecen una notable equivocación. Pero esta entrada no va por el Opus en sí sino por un testimonio antiopus que acabo de leer. Y que me ha llevado a la conclusión de que no se puede ir de tan tonto por la vida. Y la responsabilidad es del tonto. El «protestante» da la impresión de haber sido abducido por extraterrestres a una vida también extraterrestre. Un sacerdote que no se ha enterado de nada mientras lo fue y que ahora, ya con familia a su cargo, protesta de que le hayan mantenido en el morfandolio de la incelutria. O sea en la nada. Pues, haber espabilado. Que estaba usted en contacto con el mundo. A mí me da la impresión, puedo estar equivocado, que quiere echar a otros la responsabilidad de su fracaso vital. Pues ha sido suyo. No me creo que la Obra le ocultara hasta lo que es una tarjeta de crédito. ¿En qué mundo vivía usted? ¿Con quién hablaba? ¿O no le interesaba nada la vida de los demás? ¿Ni cómo se desenvolvían en ella? Pienso que la opción de vida que usted eligió libremente no le ha salido a su gusto. Por causa de la Obra o por haber cambiado usted el camino. No tengo nada que objetar a ello. Usted pertenece a lo que le parezca, se casa o no según entienda y se gana las habichuelas, una vez dejada la sopa boba, del modo que más le acomode. No tengo nada que objetar a lo que decida. Me trae sin cuidado que sea sacerdote o no, que siga en el Opus o que se vaya, que se arrime a quien quiera, que cuide de sus hijos si los tiene o que viva sin ellos. Eso es cosa suya. Y que tiene que resolver usted. Del mejor modo posible. Y si todo es un fracaso total, por haberse equivocado de nuevo, seguro que en Caritas todos los católicos de España, entre los que hay no pocos del Opus Dei, le ayudaremos en los más esencial. Pero ya lo de arremeter contra lo que usted libremente eligió y donde estuvo tantos años pues qué quiere que le diga. No haberse metido allí o haberse salido nada más comprobar que aquello no era lo suyo. Estoy a punto de cumplir cincuenta años de casado en un matrimonio feliz. En el que nos embarcamos mi mujer y yo porque nos dio la gana. Y del que habríamos podido irnos cuando nos hubiera dado la gana pero no nos dio. ¿Cree usted que es presentable que si ahora se me ocurriera abandonar lo que fue mi vida sería presentable que le echara la culpa a la Iglesia, a mi mujer o a no haberme enterado de lo que era el matrimonio tras haber tenido cinco hijos y once nietos? Usted fracasó en su opción de vida, por su culpa o por la opción. En ambas cosas fue usted el responsable. Por equivocarse o por la opción. Pudo haberse ido hace mucho tiempo pero no lo hizo. Otro error suyo. Pues ahora no venga a contarnos lo malos que fueron con usted porque queda de bobo por no haberse ido antes. Pese a todo le deseo mucha felicidad en su nueva vida. Aunque ello también dependerá de usted. No vaya a ser que nos cuente dentro de unos años un nuevo fracaso. El Opus no es mi opción y me trae sin cuidado, por el Opus y por usted, que hayan interrumpido su relación. Pero ya que venga a contárnosla pues me parece que va más en merma de usted, el gran equivocado, que del Opus Dei que desde el primer momento seguro que se reveló tal cual era. O desde el segundo. ¿Qué usted no se enteró? Pues a espabilar. No me mueve a esta entrada la menor querencia opusdeística. Jamás, en las muchas veces que hablé bien de la obra, tuve la menor muestra de agradecimiento de ellos. Son así. Pero España y yo también somos así, Señora.
“La española cuando besa
Es que besa de verdad
Y a ninguna le interesa besar con frivolidad”
De esta suerte un cura peroraba
Mientras su audiencia se escamaba
Ningún sacerdote les hablaba
Del sexo con tanta banalidad
Menos, siendo del Opus Dei
Que lo prohíbe a su grey
Pero asistían con mucha guasa
A la charla payasa
Enterado del Opus el Prelado
El cura fuese expulsado
Ahora como ya nadie le escucha
De su antigua predica
El excura quiere hacer hucha
Tan pronto reclama una pensión
Como una compensación
Más sus oyentes no responden
Que por vergüenza se esconden
Que en siendo cura tiene morbo
Ahora es solo un estorbo
Estimado Rafael: yo animo a Esquivias a hacer lo que usted dice. Efectivamente, existe una responsabilidad empresarial por falta de alta y cotización de sus trabajadores regulada en el artículo 94 del Decreto 907/1966, de 21 de abril, aprobado el texto articulado primero de la Ley 193/1963, de 28 de diciembre, sobre Bases de la Seguridad Social., todavía vigente en este punto.Esta responsabilidad daría lugar, de estimarse la demanda de Esquivias, a que el Opus Dei tuviera que ingresar lo que se llama «capital coste de la pensión» para poder pagársela a Antonio. Le animo a que presente la correspondiente reclamación previa y posterior demanda a la jurisdicción social contra el Opus Dei Región de España, Instituto Nacional de la Seguridad y Tesorería General de la Seguridad Social reclamando el ingreso de ese capital coste de la pensión por falta de alta y cotización, aportando las pruebas que tenga de que efectivamente trabajó en el Opus Dei en puestos internos ( documentales, testificales etc ). Le animo a él y a todos los que se encuentren en similar situación. Si no ahora, en el momento de jubilarse para que complementen su pensión. Animo también a todos los miembros en activo del Opus Dei a que reclamen su afiliación y alta a la Seguridad Social por estar desarrollando un trabajo incluido en el campo de aplicación del sistema. Debe saber que la afiliación y alta se puede producir a instancias del trabajador cuando no lo hace el empresario. De ahí que la doctrina , hablara por esta razón, de una «compensación de culpas»: la inactividad del trabajador exoneraba al empresario. No les animo, les encarezco a que lo hagan. A ver que pasa.Igualmente a que acudan a la Inspección de Trabajo ( en realidad esto ya se hizo por ex numerarias auxiliares, que me parece recordar les remitió a los juzgados ). En realidad, puede denunciar usted mismo D. Rafael y ni siquiera es necesaria su denuncia, puesto que » la Inspección de Trabajo y Seguridad Social actuará de oficio siempre, como consecuencia de orden superior, a petición razonada de otros órganos, por propia iniciativa, o en virtud de denuncia, todo ello en los términos que reglamentariamente se determinen» ( artículo 13.1 Ley 42/1997, de 14 de noviembre, ordenadora de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. ). En realidad, no sé qué hace la Inspección de Trabajo que no actúa y ya, por propia iniciativa, compareciendo en los centros del Opus y preguntando por la gente que trabaja allí y levantando actas de infracción masivas. Imagínese, una actuación conjunta en todos los centros del Opus de España. Y digo esto, porque la situación de estos miembros del Opus se describe recurrentemente en los medios, se ha denunciado públicamente por Esquivias y otros muchos. ¿ Están incumpliendo con sus obligaciones los Inspectores de Trabajo?.
Realmente Don Rafael, yo no entiendo la razón de que las cosas estén como están y no como deberían estar según usted, y hace muchos años. No entiendo que la denuncia pública de Esquivias no haya removido a actuar a la Inspección de Trabajo. Si tiene usted razón, no entiendo nada.
Rafael: Lo suyo es tan penoso como lo de Esquivias. Se quejan de haber sido tontos pues la culpa fue de ustedes.
El problema no estriba en que el Opus reconozca a Esquivias o a cualquier exmiembro sus derechos laborales. El Opus no está en condiciones de reconocer un derecho que no existe en la legislación laboral, que no reconoce para estos casos la existencia de relación laboral ( así lo ha sentenciado también el Tribunal Supremo para casos similares ). Probablemente, aunque existiera el derecho sería renuente a reconocerlo ( como en las cotizaciones de numerarias auxiliares o sacerdotes ). Te repito: ni siquiera el Opus, con todo su poder y demás, puede reconocer un derecho que no existe en la ley. No puede reconocer que existió una relación laboral cuando el Estatuto de los Trabajadores no califica a esto de relación laboral. Ni puede cotizar por ella, no puede ingresar las cotizaciones. Las cotizaciones indebidamente ingresadas se devuelven y no causan derechos.
El problema estriba en que el Estado obligue al Opus a cotizar por sus miembros, como, en su momento, hizo con el clero, con el que tampoco existe una relación laboral (el llamado régimen especial del clero: están asimilados desde el año 1977 a trabajadores del régimen general pero solo » a los efectos de la seguridad social»).
No es ninguna utopia puesto que la propia Constitución afirma que «Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo» ( artículo 41 ). La seguridad social es para todos los ciudadanos ( y no solo para los trabajadores ) y de ahí también que existan pensiones no contributivas.
La petición de Esquivias está errada, se dirige al Opus no al Estado, aunque sea necesaria para poner de manifiesto la situación existente. Sus derechos y los de los exmiembros actuales no se van a reconocer puesto que no existen. Pero sí cabe exigir del Estado la aprobación de una norma que obligue al Opus e instituciones parecidas a cotizar por sus miembros o la extensión a los mismos del régimen del clero.
No es de recibo efectivamente que exista una categoría especial de ciudadanos que desarrollan a tiempo completo un trabajo, aunque no sea una relación laboral, y que carezcan absolutamente de cualquier derecho garantizado por el Estado ante cualquier situación de necesidad. Y que si abandonan la institución se encuentren prácticamente en la indigencia. El Estado no puede tolerarlo, atenta contra los derechos humanos más elementales, contra la Constitución y contra los tratados internacionales suscritos por España.
Dicho esto son correctas las críticas a Esquivias quien parece reclamar estos derechos solamente para los exmiembros, pues no se le recuerda actividad alguna en este sentido cuando efectivamente estaba dentro y trabajaba para el Opus Dei.
Es cierto que no existe un verdadero discernimiento en la entrada en el Opus , pues el peticionario traba conocimiento de sus obligaciones con posterioridad a solicitar su ingreso ( que para el Opus internamente le obliga ya – la simple carta al Padre – para toda la vida ). También que es difícil escapar del intenso adoctrinamiento interno. ¿ Pero, transcurridos treinta años, no tuvo Esquivias nunca conciencia de la verdadera naturaleza de la Obra ?. ¿ No participó activamente, como el mismo relata, en todo aquello que ahora denosta y le repele ? . Es que él era el encargado del archivo de los informes de conciencia.
Detrás de estas críticas al Opus de muchos exmiembros late muchas veces ese sentimiento, que debe hacer sentir, cierto complejo: si es que el Opus era tan malo ¿ cómo es que he pasado treinta o cuarenta años dentro?, ¿cómo es que no me percaté antes?. Es lo que, a veces, resta credibilidad a los denunciantes, a sus motivaciones.
Lo que no me parece de recibo es atribuir la situación actual de Esquivias a la pura lujuria sin prueba alguna.
Hola Francisco Jose:
El objetivo de la intervención mía de la que hablas no va contra la Iglesia ni siquiera contra el Opus o su espíritu. Como bien has detectado es una reivindicación de mis derechos laborales, que son parte sustancial de los derechos humanos y la protección de la dignidad de las personas. Luego es un tema que creyentes y no creyentes deberíamos defender unidos. Sin embargo, por tu escrito y sus comentarios me parece que la defensa de un derecho laboral tiene prácticamente un valor nulo a tus ojos… ¿de creyente que escribe en un medio confesional?
Creo necesario recordarte que los derechos humanos laborales son un tema que la Iglesia defiende muy señaladamente desde Pacem in Terris de Juan XXIII y que se ha recogido en la legislación concreta de las Conferencias Episcopales con respecto a los sacerdotes y los demás trabajadores en la Iglesia. En España se realizan acuerdos con el Estado y se comienza a cotizar por los religiosos en el año 1982 y por los diocesanos en el año 1986. En el año en que recibo la dispensa de mis compromisos en el sacerdocio y en el Opus, el 2001, no hay todavía ni noticia en el Opus, a pesar de que está obligado por sus propios estatutos a cumplir con esos derechos. ¿Te has preguntado y has escrito sobre este grave incumplimiento?
Solamente en el año 2007 el Opus ha comenzado a cotizar por algunos sacerdotes en España, una parte pequeña del total de sacerdotes incardinados en la prelatura. De los numerarios y numerarias que trabajan igualmente a tiempo completo en tareas internas de la organización del Opus, aún ni noticia. Y es obvio que tienen el mismo derechos que los sacerdotes ya que el título del derecho es el de ser persona. Yo personalmente podría quedarme con conseguir la pensión correspondiente a los años transcurridos como sacerdote, pero me ha parecido que era una injusticia flagrante con todas esas personas que trabajan dejándose las cejas en una institución de la Iglesia a la que ceden todo: su sueldo, su tiempo, su dinero si lo tienen de otro sitio, su buen hacer, sus esfuerzos, su trabajo, sus ilusiones y su esperanza.
Tratar con dignidad a los que se van es un modo de respetar la dignidad de las personas, pero también es fomentar la libertad de los que siguen.
Aún con todo lo dicho el centro de mi historia, que cuento en el libro que origina la entrevista que comentas, El Opus Dei, el cielo en una jaula, que ha salido en Libros.com, es el derecho a la libertad religiosa y de conciencia. En mi dilatada experiencia en he comprobado que el Opus no hay separación entre dirección espiritual y gobierno, de modo que los datos obtenidos en la dirección espiritual se utilizan para tomar decisiones de gobierno sobre las personas. Este es otro derecho humano, y su prohibición en este caso particular en la Iglesia se remonta a León XIII, decreto Quemadmodum, al final del siglo XIX. Ya que hablas de ello sin saber, mis motivos para dejar el sacerdocio, tienen que ver precisamente con no lograr la libertad necesaria en este terreno. Lo cuento en el libro largamente y su conclusión final en una conversación que relato con el actual prelado Javier Echevarría.
Ya que te has permitido juicios sobre mí, yo me voy a permitir darte dos consejos, y eso que no me gusta dar consejos.
El primero es que las instituciones son perfectibles y especialmente dentro de la Iglesia hay que arreglar sus disfunciones, por ello, cuando encuentres un caso complicado, mira también si hay algo que arreglar en la institución y habla de ello. La fe no sufre por eso, sino más bien por no hacerlo.
Segundo, no juzgues a las personas, es la acción más poco cristiana que pueda darse, y además es de sentido común: te vas a equivocar siempre, ya el viejo adagio eclesiástico decía: de internis neque Ecclesiam. No hay una sola escena del Evangelio en que Jesús juzgue a una persona. Respeta la conciencia de las personas.
Antonio Esquivias
Según el ínclito Rafael,procurar la unidad de vida es totalitario….Lo democrático debe ser tener dobles,triples,cuádruples vidas:Mujer y querida;mujer,querida y efebo;mujer,querida,efebo y párvulo;canonjía y barragana;canonjía,barragana y maromo……etc,etc,etc….
Me olvidaba de que tratar de ser integró es ser integrista….
Creó que fue Gustave Thibon quien dijo que el hombre es el anómala que hace promesas,…,!y las mantiene»
Jamás me Fiare de un hombre que es infiel a su esposa;de una mujer que es infiel a su esposo;de una persona que es infiel a su vocación…
En otras materias,puede no resultar verdadero lo de que quien hace un cesto hace ciento.Pero con la fidelidad,siempre se cumple.
Huyamos de los infieles!
L@s renegad@s de hoy día,
Que son de Judas deudores,
Nos inundan con clamores
Con insana hipocresía…
No mantuvieron su vía
Por seguir otros tambores;
Y hoy sirven a otros señores,
Y no al que hará Parusía…
Más…enlodando llamad@s,
-respondidas libremente-
Pierden razón y derecho…
O eran bob@s redomad@s
Sin ningún dedo de frente,
O no han sabido echar pecho…
Como enseñan,los clásicos,la corrupción de lo mejor da lo peor.
Y así lo comprobamos día a día con l@s renegad@s de las causas más nobles…
El razonamiento que se sigue en el artículo es, en abstracto, impecable. Resulta un tanto ridículo ir de llorón por la vida, y lo mismo decir, por parte de una persona adulta y bien formada, que ha estado 30 años engañada respecto a las condiciones jurídicas de su vinculación con una organización.
Lo peculiar en este caso es el elevado número de antiguos miembros del Opus Dei que dicen cosas similares, fenómeno que, por lo que yo se, no se produce en ex-miembros de órdenes religiosas o del clero secular (aunque rebotados los hay en todas partes).
Por lo demás,lo de Antonio Esquivias es meridianamente claro.
Podía haber dejado la Obra.
Pero,…,y su Sacerdocio?
Lo anecdótico es su infidelidad a la primera.
Lo sustancial,es su infidelidad al Señor.Y cuando se ordenó no era un crio de 16 años,sino alguien con muchas horas de vuelo espiritual Muchísimas…
Bueno,bueno…!Que memo soy!
Me olvido de un dato sociológico fundamental:La necesidad de mojar el churro.
Sabido es que la jodienda no tiene enmienda…!Para algunos!
Rafael
Eres un mentiroso integral.
Tu odio a la Obra,destilado permanentemente,desvela que algo muy crucial te ocurrió con Ella.Tu actitud no es la de un simple negado,sino la de un despechado…
Obviamente,la inteligencia de los contertulios,es consciente de ello,por lo que darán a tus palabras el valor que merecen.
La preparación no se mide en tiempo.Los tres primeros sacerdotes de la Obra partían de ser hombres muy cultos e inteligentes,no de cuasi O como parte un crió que entra en el Seminario.Si alguien del paso de D.Leopoldo Eijo y Garay los ordenó,dudar de su preparación es hacerlo del mismo D.Leopoldo.
Todas las demás afirmaciones que haces son de verdadera risa,por lo que ni me molesto en rebatirlas.
El dato es que la Obra ha acercado al Señor a millones de personas-socios,cooperadores,simples simpatizantes-,ayudándoles a ser mejores.
Me quedó con eso.
Y me que con que tu eres,no malo:Peor!!!
Hablando del Opus, el Papa acaba de introducir importantes cambios en el Vaticano, que en España nadie comenta, seguramente por que no interesa al Opus. El Papa ha creado un nuevo dicasterio de la Curia, para centralizar los asuntos de comunicación, campo preferido del Opus, en el que ha tenido tanta influencia desde Navarro Valls. Supongo que el silencio que han impuesto en España es porque el Opus ha perdido posiciones de poder y no quieren que la gente se entere. ¿Alguien sabe qué va a pasar con Greg Burke, el fichaje de hace tres años de este del Opus para la comunicación vaticana? ¿ya no pinta nada?
“Motu Proprio: el Papa crea la Secretaría para la Comunicación
ha creado con un Motu Proprio un nuevo dicasterio de la Curia Romana: la Secretaría para la Comunicación
Para dirigir la nueva estructura, el Papa Francisco ha llamado a Mons. Dario Edoardo Viganò, Director del Centro Televisivo Vaticano, con quien cooperará Mons. Lucio Adrián Ruiz, Jefe de la oficina del Servicio Internet Vaticano. El Director General será Paolo Nusiner, Director General del diario “Avvenire”, Nueva Editorial Italiana y vice Director, Giacomo Ghisani, Responsable de Relaciones Internacionales y Asuntos Legales de Radio Vaticano y miembro del Consejo de Administración del Centro Televisivo Vaticano.”
En su crítica a Antonio Esquivias, con la contrapartida de la defensa del Opus, el comentario parte de algunos presupuestos. Que son lógicos pero hay que preguntarse si son reales en este caso. Presupone que Esquivas, igual que los otros miembros del Opus, conocía lo que era este cuando entró, que lo hizo de un modo maduro y consciente, Así dice: “Opus Dei que desde el primer momento seguro que se reveló tal cual era. O desde el segundo.” Se nota que De la Cigoña ha tenido la suerte de no conocer el Opus. Porque cualquiera que lo haya conocido sabe que no se muestra tal cual es, sino que va poquito a poco introduciendo a la gente en él, de un modo “natural”, como lo más normal del mundo. Centrémonos en el asunto que denuncia Esquivias: su desprotección por trabajar para el Opus sin que este cotizara por él y no tener ahora derecho a pensión con que mantener a sus hijos. Imposible imaginarse que el Opus le advirtió que trabajaría para la organización “como un laico corriente”, pero sin que el Opus cotizara a la seguridad social por él y que llegado el caso de que abandonara el Opus no tendría derecho a pensión “como un laico corriente”. Esquivias, y tantos como él, trabajó con generosidad sin plantearse estos temas, ni el Opus se los planteó a él.
Presupone De la Cigoña, con lógica habitual, que la decisión de entrar en el Opus de Esquivias, y de otros como él, fue madura y responsable. Esquivias dice que entró a los dieciséis años. Debió ser la entrada formal, y ya antes estaría introducido en él. Son numerosos los casos de miembros del Opus que entraron a los catorce años. ¿Qué madurez se tiene a los catorce años para decidir sobre toda una vida, incluido el celibato? De la Cigoña pone el ejemplo de su propio y feliz matrimonio. Imagínese que se hubiera casado a los catorce años. ¿No comprendería el error? ¿No es más que probable el vicio de consentimiento?
Para comprender al Opus hay que tener siempre presente que este se presenta a sus simpatizantes y adeptos como “la Obra de Dios”, haciéndoles creer que todo lo que proviene del Opus proviene de Dios. El Opus consigue que sus adeptos lo identifiquen con Dios. Esta es su idiosincracia y su fuerza, y de ahí viene el engaño y la fe ciega e inocencia para con ella de los que pertenecen a esta institución,
Por último, se extraña De la Cigoña de que Esquivias fuera tan inocente y no tuviera contacto con el mundo exterior. Aquí hay que distinguir entre los socios numerarios del Opus, célibes, y los supernumerarios, casados y que hacen su vida normal. Los numerarios normalmente viven en una burbuja, rodeados por el Opus por todos lados, completamente obedientes a él, en muchos casos desde la infancia. Para ellos todo lo del Opus es lo natural, y lo exterior es extraño y ajeno. En estos casos la inocencia de Esquivias es bastante habitual, e impuesta por el Opus.
Desde luego que tiene su responsabilidad. Y más aún a medida que pasan los años.
Lo que me parece más doloroso del caso de Esquivias es que fuera sacerdote. Y esto no se abandona así como así. Si fuera solo numerario, puerta y ya está, y cuanto antes mejor.
En cualquier caso, la reclamación de Antonio Esquivias es justa, igual que la de tantos como él. Que el Opus cotice por los años que trabajó para la institución, como cualquier “cristiano corriente en medio del mundo”. Un mínimo de coherencia, un mínimo de justicia, aunque sea por guardar las apariencias.
Aunque sobre la publicidad de este caso particular creo que hay que tener precauciones sobre el fin último que se persigue, lo sepa Esquivias o no, que pueden seguir utilizándole. El hecho de que haya sido director de gente actualmente tan poderosa, y malvada, como el ministro De Guindos –que nos ha endeudado a todos hasta las cejas con fines perversos y el rebaño acabará dándose cuenta-, o Martínez Pujalte, pudiera hacer sospechar que le utilizan los del núcleo duro para disciplinar a sus adeptos para que nos hagan todavía mayores maldades a todos. Que, en definitiva, el Opus es poder, desnudo poder, con «ropaje» religioso, como ellos dicen, por lo del «ropaje».
Reciben cursillos de verano –“curso anual”-, reiterativos, y sobre temas del Opus. Los estudios de los tres primeros curas del Opus son de vergüenza ajena. En apenas un año se formaron, cuando los curas le dedican cuatro o cinco años por lo menos. Cursillos CCC. ¿Por qué no hicieron sus carreras de ingenieros en apenas un año? Da la medida de que es lo que les importaba. Claro que si lo que importa es ser del Opus y recibir el sacramento del orden sacerdotal es accesorio…
Dice De la Cigoña con muy buen sentido:
“la fundación del hoy San José María Escrivá”
Algo contradictorio con lo que aseguraba Escrivá y su fundación. Pues ellos dicen que la fundación es “de Dios”. El trecho de lo uno a lo otro es infinito.
Por otro lado, también hay discordancias al referirse a la persona: “José María Escrivá”. Acierta De la Cigoña en llamarle tal y como le bautizaron –salvo la v por la b-. Con el tiempo, Escrivá se fue rebautizando. Tras la guerra, pasó a llamarse José María Escrivá de Balaguer, catalanizando su apellido con este añadido. Y también cambió su nombre de Jose María por JoseMaría, con argumento que es irreproducible. Al final, no le reconocería ni la Iglesia que le bautizó.
Sobre la crítica que Rafa hace sobre las Normas,debo aclarar
1.Las Normas en la Obra son muy básicas.Una serie de hitos a lo largo del día que serían como el Oficio Divino en los consagrados:Misa,Rosario,lectura espiritual breve,meditación,visita al Santísimo,Preces(una especie de oración universal por la Iglesia y las almas)….
2.Dichas Normas son a la Vida espiritual lo que el régimen de comidas y de sueño es a la corporal:Recarga de pilas.
3.Pero el ideal del socio es santificar su trabajo,haciéndolo con primor,ofrecido a Dios y sirviendo a los demás.»Hacer de un modo extraordinario hasta las cosas más ordinarias»
De verás pretendes,Rafa,que creamos que no te enteraste de algo tan simple y tan hermoso???
Publicado recientemente por la persona que nos ocupa:
El elitismo del Opus Dei: la visita de pobres.- Antonio Esquivias
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=23295
de la cigoña
no hace falta recalcar que no siente mucha afindad por el opus dei. eso, y lo que dice de que el balance es positivo,con reservas y admiraciones etc es bastante pretencioso por su parte. el opus es una prelatura aceptada por la iglesia. no somos quien para ponerla siquiera en entredicho
He estado leyendo el artículo,y los comentarios posteriores.
Rafa:
Ahora me das mucha más pena…
Ahora entiendo que tus ojos estén opalescentes y sin brillo…
El Opus Dei siempre ha sido signo de contradicción,atacado desde diversos frentes,y muy especialmente desde el modernista.
Ultimos años 70.Cafetería en la Gran Vía madrileña,bajando hacia plaza de España,a mano derecha.En una mesa contigua a la mía,dos caballeros impecable mente vestidos cocinan estrategias:Hay que tumbar a la Iglesia,consiguiendo que su influencia social sea nula.Uno de ellos objeta que el Opus pega fuerte en la Universidad;el otro lo reconoce,y propone sacar un catecismo holandés a la española…
Como lo oi,os lo cuento…
Conocí a Rafael.
1.Pertenece a una familia muy acomodada,habiendo tenido su padre cargos de gran responsabilidad con Franco.
2.Fue director del Centro que la Obra tenía en General Oraa,5,de Madrid.
Si con esas premisas pretende hacernos creer que no sabía nada,y que se chupaba el de,que se lo cuente a Rita la cantaora….
Sed contra:
1.Yo pite como numerario,aunque no realice la admisión.
2.Me aparte voluntariamente,por mis debilidades y por mi pereza para estar en una lucha tan constante.
3.Puedo decir que-al menos la Vida de los umerari@s,no esta hecha para todos los paladares.Es de una dureza extrema,de una radicalidad asombrosa ;de alguna forma,son cartujos,pero en el mundo,lo cual resulta mucho más difícil.Por poner un ejemplo,un numerario ministro,como Lopez Rodó,no era dueño ni del humilde bic con que firmaba,ni de los calzoncillos que llevaba puestos.
!Que pena me da Rafa!
Si al menos fuera un hombre,sabría asumir sus propios fracasos.
Le deje siendo un jovencito responsable y alegrisimo…
Y me encuentro una Destilería de amargura
Rafa:Con la Escritura,y con nuestro Padre,te digo:Esto vir…!
Porque la única grandeza que nos queda cuando fracasamos,es la dignidad de seguir comportándonos como hombres…
PAX…!!!
Paco Pepe: El caso de Antonio Esquivas no es un caso aislado. Coincide con el de numerosos de antiguos miembros del Opus Dei. En mi centro, por ejemplo, de 40 miembros que éramos, sólo continuan 2: el resto, nos hemos ido con experiencias similares a las que cuenta Esquivas en su artículo. En la web Opuslibros puede encontrar miles de testimonios similares. Sí, el Opus Dei es una prisión.
Coincido con sus apreciaciones, cuesta trabajo pensar en un inocente, cuando eres capaz de estudiar para cura pues se necesita una inteligencia muy por encima de la media.
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Lo que pasa es que cualquier cosa que se diga contra el OPus siempre tene eco mediático favorable. Si el desencantado fuera un funcionario desencantado con su trabajo tras superar las oposiciones, nadie publicaría nada.