El obispo piloto

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Luciano Capelli | Reina del Cielo
EVANGELIZA CON MEDIOS NUEVOS LA IGLESIA DE SIEMPRE
Hoy se habla mucho de la “Iglesia de salida”, de las periferias existenciales y de
otras yerbas parecidas, detrás de un escritorio.
Pero, como decía un ex presidente argentino, aunque después no lo hiciera,
“mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar”.
Por “El Debate”, nos enteramos de la fecunda existencia del obispo de Gizo,
Luciano Capelli, cuya diócesis de las Islas Salomón, en Oceanía, abarca 350 islas, un
territorio de 12600 k2 donde viven 14.000 católicos.
¿Cómo llegar a ellos? Por barco o por avión. Por ello, monseñor Capelli
se transformó en obispo-piloto, cuya misión es llevar el Evangelio a las siete parroquias
de su diócesis. El sueño de ser aviador de su niñez, se hizo realidad.
Pero también utiliza el barco, un anfibio ligero que le permite llevar a los
hospitales, a las escuelas y a las comunidades, alimentos, medicinas y otras cosas para
satisfacer las necesidades básicas.
Se ocupa de la “añadidura”. Pero sabe que primero está el Reino de Dios y su justicia,
como pedimos en el Padrenuestro: “venga a nosotros tu Reino”.
Capelli se encuentra en Oceanía desde 2007 cuando Benedicto XVI lo ordenó
obispo de Gizo; antes estuvo siete lustros misionando en Filipinas.
Cuando llegó a Gizo tuvo que enfrentar las consecuencias de un terremoto y
reconstruir su catedral, siete iglesias y 12 escuelas. Los feligreses lo hicieron con su
dirección y aliento.
El obispo-piloto destaca la tarea de los catequistas “los verdaderos guías de las
comunidades”, a las cuales viajan a ellas, de gran arraigo y sentimiento de pertenencia a
los pueblos de origen”.
Hechos no palabras, claridad en una época de oscuridad y confusión. Gracias
por su ejemplo, obispo aviador y piloto. Que Dios bendiga su obra.
Bernardino Montejano
Comentarios
3 comentarios en “El obispo piloto
  1. Hablando de obispos nefastos, por acción u omisión, hoy cumple 75 años el Obispo Melgar, titular del Priorato de la Órdenes Militares. Esperemos que el que haya de venir solucione los muchos problemas que dejaron en la Diócesis los predecesores Torija y Algora.
    El Episcopologio manchego ha tenido grandes titulares como Rancés y Villanueva, Irastorza, Gandásegui, el beato Estenaga… Dios quiera que la lista de buenos obispos-priores no termine en D. Juan Hervás Benet.

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