| 02 febrero, 2024
Ya le queda menos de un año para presentar la renuncia. El 22 de diciembre de 2024. Y no le va a echar de menos nadie. Ni de los unos ni de los otros. Extraño caso de desafecto general. Lleva en Málaga 15 años y no le quiere nadie. Y no es un obispo progre, tampoco tradicional. Es un obispo antipático. Sin duda el más antipático de los obispos españoles. Por carácter.
Y el heroísmo no debe saber ni lo que es.
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Decir que no lo quiere nadie es una exageración. Es una persona extremadamente tímida y reservada, incluso en el contacto personal, pero en absoluto antipática. Eso puede hacer que no levante simpatías unánimes, como tampoco odios generalizados. En cierta forma es, como le oí decir a un canónigo, «un huevo sin sal», pero eso no provoca afecciones estomacales. Simplemente se le recordará como un obispo que estuvo en Málaga más de quince años sin dejar una huella recordable, pero como este hay muchos obispos.
Correctísimo, no lo quiere NADIE.
Como malagueña me parece fuerte decir que al Obispo de aquí no le quiere nadie. No es acertada esa expresión.
Definitivamente hay que pensar que le gusta quedar como a Cagancho en Almagro.
No solo no le vale con impedir (que hay muchas maneras) sino que también sale a desmentir.
Pues ya veremos si se jubila…
Llegó a Málaga aburrido y se va a ir aburriendo con su tibieza.