El impresentable Volpi no se ha muerto pero parece estar muy grave

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Catolicidad: FIDENZIO VOLPI, COMISARIO PONTIFICIO DE LOS FRANCISCANOS ... http://blog.messainlatino.it/2015/05/il-commissario-p-volpi-e-vivo.html Yo no discuto las decisiones de Dios. Jamás he pedido la muerte del impresentable Volpi ni un ictus para él. pero tampoco me voy a enfadar con lo que Dios haya dispuesto. Supongo que consternados por ese accidente de salud estarán Matapelo, Chámame Pepe, Fernanda la de la Banda y no muchos más. No es obligación consternarnos ante cualquier accidente de salud de un miserable. Si Dios decidiera llevárselo llego a pedir que le conceda un segundo de arrepentimiento de sus maldades. Y no creo estar obligado a más. Si lo estuviere procuraría cumplir con la obligación. Estrictamente. Sin pasarme. Pues eso es lo que parece que hay. Si Dios se lo llevara esperemos que si sigue el trío de la bencina empeñado en hacer la pascua a los franciscanos y franciscanas de la Inmaculada encuentren otro comisario político que no sea tan mal bicho.  

Comentarios
0 comentarios en “El impresentable Volpi no se ha muerto pero parece estar muy grave
  1. Si el papa no quisiera estos Volpi and company no rascarian bola y menos harian el ingente daño que infligen a la Iglesia. Siempre se le echa la culpa al gañan.

  2. Totalmente de acuerdo con este post. El último Juez es el Señor, desde luego, sin embargo, ¡lo que ocurre al comisario Volpi puede parecer guiñón de la providencia! Claro que se puede rezar por ese pobre Volpi, pobre en salud, en corazón y en espíritu, rezar no significa borrar sus maldades.

  3. Pues creo que los Franciscan@s de la Inmaculada han escrito un manifiesto defendiéndolo y rezando por él. Si estoy equivocado decídmelo.

  4. Al pobre del padre Manelli no lo dejó en paz ni cuando estaba postrado en la cama de un hospital. También le prohibió celebrar misa por sus difuntos padres. Eso fue una maldad. Insinuaron que el hermano manejaba para su propio provecho los fondos de la orden. Ni a los curas pedófilos los tratan tan mal. Yo no le deseo la muerte a nadie pero sí creo en la justicia divina y más cuando el maltrato excede el límite.

  5. El torturador Fidencio,
    calumniador y malvado,
    está en amargo silencio
    después de haber masacrado
    ——————————
    Está sufriendo en sus tripas,
    el dolor que más revienta:
    sus calumnias y mentiras,
    espero que se arrepienta !!!

  6. EL OLOR DE SANTIDAD

    Fray Paul Clarke, O.P.

    Una tema tal vez extraño. Pero con frecuencia usamos esas metáforas de los sentidos para describir las realidades del espíritu. Hablamos metafóricamente, cuando pretendemos referirnos a la santidad, a la escucha de la voz del Señor, sintiendo la presencia de Dios, o incluso experimentando que el Señor es bueno (Salmo 34).
    Pero a qué viene el olfato? En la Iglesia primitiva, era corriente y usual emplear un vocabulario referido al olfato para articular y predicar el Evangelio. El uso de la «imaginería olfativa» tenía sus raíces en el sacrificio ritual, y estaba arraigado en la liturgia religiosa, la Sagrada Escritura y la piedad popular. Los cristianos podían mirar al Génesis, 8,20, donde con cierta licencia literaria inspirada, se describe a Dios pasando por en medio del sacrificio de Noé, y «oliendo su aroma agradable.»
    Pablo establece una conexión entre el sacrificio y el olfato, refiriéndose al sacrificio de Cristo, en la mente, las imágenes, hablando del «buen olor de Cristo», y la fragancia del conocimiento de Dios (2 Cor. 2: 14-16). Además, puesto que vamos a presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo (Rom. 12: 1), somos εὐωδία Χριστοῦ, el «buen olor» de Cristo, el cual ofrece a Dios una víctima de alabanza, imposible con los sacrificios de toros y machos cabríos.

    La base cultural de gran parte de estas imágenes ha desaparecido desde entonces. De hecho, podemos vernos en apuros para encontrar un esquema olfativo consistente en nuestra experiencia religiosa, por lo cual las metáforas referidas al olfato impactan muy poco y a veces son malsonantes o francamente repugnantes.

    Esto se correlaciona con una experiencia cultural más amplia del olor en una sociedad postindustrial, impulsada por el consumismo, donde quizá somos más sensibles a los olores, perfumes, etc., pero también más abstraídos de lo que podríamos llamar la pedantería semántica del olor.
    En los Estados Unidos, la costumbre de ducharse todos los días, nos ubica en una dimensión olfativa diferente respecto a la de nuestros antepasados, ​​fundadores y pioneros de la Nación, por no hablar ya, de los primeros cristianos.
    Pero no nos detenemos en la fase de neutralización de olores negativos.
    También aromatizamos todo con perfumes, colonias, sprays para el cuerpo, ambientadores, velas perfumadas, y así sucesivamente. Los avances, en lo que me imagino que se llama aromatecnología han ayudado a aislarnos de los olores de nuestro entorno inmediato.
    Podemos crear lo Candela Yankee, el lugar, curiosamente llamado atmósfera olfativa, mediante la utilización de «capas de fragancia» y la «ciencia de la combinación de fragancias.»
    Creo que la pizza o los perritos calientes con el aroma de las camisetas celestes de los centros comerciales, resultan más atractivos que las velas que dejan en el aire, olores sedosos de manta suave o crema de mantequilla con fresa.

    Todo esto nos puede desconectar del dato y el significado originarios de los olores. Nos puede desorientar por la ruptura de la conexión entre el efecto imaginativo (olor al hornear el pan) y la fuente (el pan, la vela, el aire en el que ha prendido una mecha).
    Con demasiada frecuencia, los aromas y fragancias son manipulados para ocultar en vez de revelar. Platón denuncia en el Gorgias, el uso de ciertos cosméticos con tal finalidad.
    Pocas personas van a tratar de saciar su sed con con un barril en forma de vela («El fresco aroma de la cerveza dorada, recién vertida»), sino precisamente porque con su experiencia olfativa pueden manipular las atracciones y las asociaciones establecidas por el olor.

    Sin embargo, a pesar de la tendencia de nuestra cultura a reducir la importancia del olfato, como algo reservado a lo exótico, al ámbito terapéutico, y a la decadencia social, nuestras intuiciones acerca del olor no se pierden.
    Cuando el Papa Francisco advierte que el moralismo disminuye la «frescura y fragancia del Evangelio», nos muestra un punto, que a pesar de la metáfora, sigue siendo oscuro. Del mismo modo, cuando exhorta a los sacerdotes a «tener oler a oveja,» aquéllos de entre nosotros, cuya experiencia sobre las ovejas, se limita a la caldereta de cordero, todavía pueden encontrar útil la comparación.

    Creo que un área en la que el olor aún puede servir como metáfora rica para la vida cristiana es en su relación con la memoria. Es una buena experiencia una bocanada súbita de algún olor familiar, casi olvidado, y que en ciertas ocasiones la memoria hace brotar espontáneamente en nuestra vida. Para mí, el olor de la hierba recién cortada, evoca recuerdos vividos, bañados por el sol y la práctica de béisbol durante los cálidos veranos del Oeste. El olor de un guante viejo, con su cuero acre, el aceite de linaza y el sudor, tienen un efecto similar.

    Los olores estimulan, evocan recuerdos, y también evocan un anhelo, no principalmente de revivir la experiencia, como si fuésemos «eternos adolescentes», sino que poseen la capacidad de hacer que cambiemos de rumbo.
    La totalidad original del ser, que se nos dio con tal experiencia fue una visión, un gusto y un éxtasis, atraídos por el olor. En este tipo de nostalgia, el dolor no se reserva para el final. No hay un solo recuerdo tan imponente, tan grande, como para atreverse a hacer algo más que aludir al mismo. Como dice el Papa Francisco: «Nosotros poseemos en nuestro interior un anhelo de lo infinito, una tristeza infinita, una nostalgia -el Nostos -regreso- y algos -dolor- (nostalgia) de Ulises, que es satisfecho solamente por una respuesta igualmente infinita.»

    A veces buscamos eliminar esta nostalgia por la amnesia deliberada. El Dominico inglés, Simon Tugwell, ha sugerido que una consecuencia del pecado original, es tratar sistemáticamente de olvidar a Dios. Si tan sólo pudiéramos olvidar a Dios, entonces nuestras dudas acerca de la propia dignidad, quedarían enterradas. Un sencillo e ingenuo olor de santidad, puede ser un elemento de lozanía y fescura que nos empuje a recordar algo más profundo, más básico para nosotros, simples criaturas. La gracia de una vida santa puede refrescar la memoria y nos hará volver, no sólo temporalmente, a alguna experiencia del pasado, y también existencialmente a lo básico de nuestro ser, a un encuentro con el Dios que nos ha creado por amor y que está más cerca de nosotros que nosotros mismos.

    La metáfora del olfato, sobre todo en su capacidad para activar la memoria, nos da una gramática para describir cómo la gracia de Dios nos confronta con la santidad de los demás. Al ofrecer nuestras vidas como sacrificio a Dios, en adoración espiritual, somos el «buen olor» de Cristo, una invitación para los demás a vivir, a gustar y ver que el Señor es bueno.

  7. Las vulpejas, volpells, raposas o zorras son alimañas que se dan por muertas y reviven al momento. Cuando parecen que la han palmado dan un salto y vuelven a las andadas, haciendo mucho daño. Lo cuentan en los pueblos los pastores.
    Vulpes cumple el dicho «bicho malo nunca muere».

  8. Totalmente de acuerdo con Canali. Este impresentable se ha limitado a cumplir órdenes, es un ejecutor. Verdad que se ha esmerado en el encargo, pero nada más. La verdadera responsabilidad del atroz atropello hay que buscarla más arriba.

  9. Beria muerto quedaron los stalinistas. Con sus planes quinquenales pastoralistas azuzando la rebelión en la granja. ¡Armar lío, que Dios NO es CATÓLICO!. Los ateos son buenísima gente y tienen la gloria populista asegurada.

  10. Este sujeto se ha limitado a cumplir órdenes. Espero que su repentina enfermedad haga reflexionar a Bergoglio sobre la brevedad de la vida humana, y considerando que esa triste historia dura ya dos años, sería conveniente arreglar ese tema -desarreglado por el atraco a mano armada- de una vez por todas. Conocí a una comunidad de monjas contemplativas FI, y sé lo mal que lo están pasando con la Fernanda. Esperemos que eso se arregle ya. De momento Volpi está fuera de juego, lo malo es que le busquen un recambio de la misma calaña. El Cardenal De Paolis, que tan bien lo hizo con los Legionarios, podría reconducir este entuerto.

  11. El que a hierro mata…aunque a los super responsables de la Cama de Procusto les trae muy sin cuidado. Morir matando. Gages del oficio, se dirán. Cuando se pierde la vergüenza o simplemente el decoro fácilmente se pasa a verdugo creyendo hacer un favor a Dios y de paso favoreciéndose a si mimo.
    Se supone que le enviarán sus pares una condecoración conciliarista de última hora.
    Pero en todo caso que Dios lo coja confesado. Y arrepentido . Nunca hubo tropelías santas. Y menos las que se cometen para favorecer y dinamizar la desacralización descatolizando con la monomanía de la interconfesionalidad del agrupémonos todos en la lucha final y viva la internacional deísta globalizada..
    Dios nos ampare y nos perdone a todos.

  12. ¿Justicia divina? No sé, tal vez. Pero seamos prudentes.
    Por cierto, Batman, la ortografía no es una ciencia esotérica ni misteriosa. Diez faltas de ortografía y una de puntuación (sobra una coma) en un mensaje tan corto me parecen demasiadas.

  13. esta triste tragedia del represor apostólico fidenzio volpi, tiene que poner a pensar muy seriamente a chamame pepe, a matapelo y a bergoglio si vale la pena seguir con esa maldita actitud cabrona de humillar y de pisotear injustificadamente a los franciscanos y franciscanas de la inmaculada.

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