«El hundimiento»

Comenté el artículo ayer, pero no entré en el problema en sí. Y el problema en sí es que la jerarquía va por un lado y la gente por otro.

No se puede crear un lío doctrinal con la comunión sin aclarar nada y luego pontificar sobre el ecologismo, por ejemplo.

El resultado es incertidumbre en los fieles, con unos pastores que no saben qué hacer, tal vez por el problema del carrerismo y unos enemigos que no tienen que pensar como atacar a la Iglesia pues la jerarquía ya les facilita los temas.

No es que yo proponga la democratización de la Iglesia, pero es que no hay manera de echar a la cuadrilla de impresentables que nos llevan al desastre. Si el Papa mantiene en su puesto a un par de cardenales impresentables ¿qué esperanza nos queda?

¿Acaso el Papa está secuestrado? Si lo está, ¿qué espera para el martirio? Él puede hablar en directo y contar lo que ocurre, ¿que eso además de su martirio supone el martirio de muchos? Pues qué le vamos a hacer, cuando nos hicimos mayores de edad ya asumimos que cabía esa posibilidad.

Y mientras, cada vez menos jóvenes en la iglesias y menos viejos porque se van muriendo. Pero eso sí, admitamos refugiados y mantengámoslos con nuestro dinero.

Es lo que ocurre cuando el pueblo feligrés otorga autoridad a quien no la tiene. Se pueden poner mil excusas, es que antes no se sabía esto y lo otro, que como vamos a criticar a este u otro «Papa»…Pero ahora ya todo se sabe. Por eso quien sigue otorgando autoridad y fidelidad a quienes llevan desde el CVII atacando a la Iglesia desde dentro tienen más pecado…La horca en la plaza de San Pedro antes del Angelus debería haber estado trabajando a tutiplé desde 1.963. Ahora ya es demasiado tarde y todos sufriremos la ira de Dios, bien merecida desde luego.